Asegura que recibió denuncias de casos de acoso laboral de compañeras
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl 18 de agosto, tras las elecciones de la Asociación de Funcionarios Postales de Uruguay (AFPU), surgió Miriam Matías como nueva presidenta del sindicato del Correo Uruguayo.
Matías tiene una larga carrera en esa empresa estatal. Entró como becaria en 1996 y nueve años después logró ser contratada como funcionaria. Desde entonces se involucró en el sindicato.
En diálogo con Búsqueda, Matías contó que le costó mucho llegar a su posición. “Estamos en una sociedad donde existe el machismo y donde a las mujeres nos cuesta mucho más las cosas. Es muy difícil lograr que nos vean a todos por igual”, reflexionó. Agregó que ella tuvo una dificultad adicional para llegar al frente de la AFPU por ser administrativa, cuando un alto porcentaje del personal del ente es operativo: “Creo que es la primera vez en la historia que no solo tenemos una mujer al frente, sino una administrativa”.
Contó que pocas semanas después de asumir “surgieron planteos relacionados al tema del acoso laboral” por parte de compañeras. “En otro momento no se habían acercado, a pesar de que estoy hace mucho tiempo en la mesa directiva. Creo que se sienten más seguras para venir a hacer el planteo ahora”.
Dijo que el principal objetivo de la AFPU es lograr el ingreso de personal antes del 27 de febrero de 2024 —fecha límite— por el año electoral. “Tenemos una empresa donde alrededor de 80 personas se jubilan por año y en el último período se han eliminado vacantes”, que no se repusieron de acuerdo al régimen de uno por tres. Matías considera que, de no entrar personal, “no se puede sostener la calidad del servicio (…). Hay compañeros que hacen doble o triple zona para que la correspondencia llegue”.
Sobre el avance de la tecnología y su impacto sobre la empresa postal, opinó que “el futuro del Correo es la logística. Está demostrado a nivel mundial que tiene muchísimo para crecer”. Sin embargo, según dijo, una limitante son las leyes de la Aduana que “favorecen a los privados, por algo en la calle hay un montón de mensajerías que llevan y traen paquetes, por algo el Correo no lo hace”.
Agregó que, de todas formas, la correspondencia “va a seguir teniendo su peso importante en muchísimos años. A veces la gente piensa que se termina, pero esa historia me la están contando hace 15 años”.