Una peculiar “expresión de interés” para comprar Bandes y su AFAP

REDACCIÓN  
6 minutos Comentar

La filial en Uruguay del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) de Venezuela parece más un resabio de los tiempos de amistad con los gobiernos del Frente Amplio que un negocio viable. Quizás nunca lo fue: dio pérdidas casi continuas desde que abrió hace 16 años tras adquirir activos y pasivos de la quebrada cooperativa Cofac. Pero sigue operando, incluso con restricciones a los movimientos internacionales impuestas por Estados Unidos. Ahora al banco se le presentó una alternativa, inesperada por sus características: un joven empresario superdotado que, dice, tiene detrás suyo a socios capitalistas extranjeros como potenciales compradores.

En una depuración de la plaza bancaria uruguaya tras la crisis del 2002, hubo algunas fusiones y adquisiciones, y hoy quedan nueve entidades privadas, incluida el Bandes, una sociedad que pertenece al Estado de Venezuela. Entonces los compradores fueron bancos internacionales como Santander, Itaú o Scotiabank. Ahora, quien está interesado en la filial venezolana no es una marca bancaria como esas.

La semana pasada Ignacio Rodríguez Robledo, CEO de la fintech Neodimio, se reunió con el gremio de empleados bancarios (AEBU) para contarles su plan para instalar Neodimio Uruguay Banco S.A. adquiriendo los activos y pasivos de Bandes, incluida la parte en AFAP Integración (77,4%). Luego notificó por cartas la “expresión de interés” de compra al gerente general de la filial y al presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat.

“Conversión a banco”

La misiva dirigida al jerarca bancocentralista —a la que accedió Búsqueda— incluye un “mensaje del fundador” de Neodimio en el que se contextualiza el planteo. Rodríguez Robledo explica que su compañía decidió “establecer conversaciones para la compra del patrimonio bancario de Banco Bandes Uruguay S.A.” en el marco de un proceso de “conversión a banco” con un perfil digital.

Agrega que Neodimio está elaborando un plan de negocios para el “período de transición” y los tres primeros años del banco. “Una vez que tengamos habilitación para operar, entre otras acciones”, se prevé capitalizar “inmediatamente a la institución” con US$ 50 millones, “suficientes (...) para afrontar el retiro de depósito del sector financiero y de clientes del sector no financiero vinculados al actual accionista. Por riesgo, no queremos mantener fondeo relacionado con Venezuela”.

En su notificación al BCU, el fundador de Neodimio informa que con la AEBU se acordó “mantener todas las fuentes de trabajo tanto en el banco como en la AFAP”, salvo del personal de confianza del actual accionista y de los contratados temporales. Son unos 165 trabajadores en Bandes Uruguay y en torno a 45 en Integración.

De todos modos, el potencial comprador señala que prevé cerrar 11 dependencias, abrir cuatro —una en el World Trade Center del Buceo, que funcionaría como casa central— y remodelar otras cuatro: “A pesar de tener la perspectiva de ser el primer banco digital de la historia de Uruguay, definimos mantener cierta cantidad de sucursales como centro de relacionamiento pyme y atendiendo aspectos culturales de buena parte de la población”.

Rodríguez Robledo expresa, también, el “compromiso con el regulador y todos los grupos de interés con desarrollar una banca justa, comprometida con las personas”, contribuyendo así a la “estabilidad, credibilidad y solvencia del sistema financiero local”.

Consultado por Búsqueda, el joven empresario, que cumplirá 23 años en octubre, confirmó el interés por adquirir Bandes y su AFAP, pero se excusó de que referirse a la “transacción puntual”.

Acerca de sus socios capitalistas en la eventual adquisición, dijo que el accionista controlante de Neodimio Banco Uruguay S.A. sería una entidad bancaria “tradicional” estadounidense —que no quiso identificar— y que también aportarían capital una veintena de argentinos, varios de ellos residentes en el país. Él —aclaró— tendría una participación “simbólica” y no integraría el comité gerencial de la nueva institución, sino que se encargaría del desarrollo de productos minoristas.

Rodríguez Robledo fundó en 2020 Neodimio, una empresa de servicios de transacciones comerciales con otras compañías (B2B, por la sigla de business to business). Según el Grupo de Investigación en Altas Habilidades/Superdotación de la Universidad de la Empresa, el joven tiene una capacidad intelectual superior: a los 12 aprendió a interpretar balances bancarios y a los 15 hacía programación informática sin haber tomado clases formales.

Su intención primigenia era crear un banco digital obteniendo una nueva patente, un proyecto que en ámbitos del BCU y financieros era vista con incredulidad. La idea no prosperó; la alternativa que impulsa ahora es comprar activos y pasivos de Bandes y pedir una licencia bancaria para poder operar.

Rodríguez Robledo piensa que se ha desdibujado el rol de los bancos en Uruguay y que muchas personas los visualizan como una “tarjeta de crédito con descuentos”. También que lo que ofrecen en materia de accesibilidad digital a los servicios financieros es obsoleto y limitado. En ese sentido, su propósito con Neodimio Banco —dijo— es estar “cinco años por delante” de los que hoy están en punta y ser la entidad “más eficiente” y con mayor rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) del sistema de manera sostenible en el tiempo.

Puso énfasis en la intención de ofrecer una “banca justa” que estaría comprometida en un “manifiesto”, así como transparente y enfocada en la “economía real”. Aseguró que la prevención del lavado de activos se prevé aplicar tanto a las grandes como a las pequeñas transacciones.

Banco Bandes Uruguay

Banco en rojo

El negocio de Bandes no ha crecido en los años recientes. En los últimos meses su cartera de préstamos se estancó en torno a los US$ 64 millones, con una morosidad de 5,5%. Los depósitos disminuyeron y a agosto eran US$ 92,6 millones, surge de datos informados por el BCU.

En lo que va de 2022 la institución de origen venezolano dio pérdidas todos los meses y el rojo acumulado equivalió a US$ 7,6 millones hasta agosto; tuvo rentabilidad negativa tanto sobre los activos como en relación con el patrimonio (que era de US$ 28 millones). A pesar de esos números rojos, en años recientes hubo sondeos para adquirir el banco de al menos un par de interesados de la región —uno brasileño—, dijeron a Búsqueda fuentes bancarias.

Economía
2022-09-28T19:23:00