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La reunión entre el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, se empezó a cocinar unos meses atrás en la residencia de Anchorena y salió del horno a último momento, apenas unas horas antes del encuentro en el Salón Oval de la Casa Blanca.
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A principios de abril, en plena Semana de Turismo, Lacalle Pou recibió a legisladores de Estados Unidos en la estancia presidencial sobre los márgenes del Río de la Plata y el río San Juan. Fue un almuerzo de camaradería, que incluyó a los senadores Tim Kaine, de Virginia; Bob Menéndez, de Nueva Jersey; Bill Hagerty, de Tennessee, y el congresista Tony Cárdenas, representante de California. En ese encuentro también estuvieron el embajador uruguayo en Washington, Andrés Durán, y el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo. Y fue allí que se plantó la semilla para que luego Biden invitara al presidente uruguayo a un encuentro en la Casa Blanca.
No era algo que estuviera en la agenda bilateral de ninguno de los dos países, ni tampoco estaba contemplada una visita a la capital norteamericana en la solicitud de autorización formal de Presidencia al Parlamento. No había una reunión de protocolo marcada por la Torre Ejecutiva ni por la Casa Blanca, pero se quiso aprovechar el viaje del presidente uruguayo, invitado a Nueva York para recibir la Insignia de Oro de parte de la organización educativa Americas Society/Council of the Americas, para generar una instancia entre los mandatarios.
Durante el fin de semana, y entre el lunes 12 y la mañana del martes 13, se terminaron de ajustar los detalles para una reunión que se manejó en estricta reserva. El embajador Durán, junto con el asistente especial del presidente Biden y director del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, Juan Sebastián González, y el asesor especial para las Américas, Chris Dodd, fueron actores claves para concretar el encuentro. Dodd ya se había reunido en al menos dos oportunidades con Lacalle Pou: en mayo de 2022 y en enero de este año. En ambas oportunidades le reconoció el “liderazgo” de Uruguay para reafirmar “valores e instituciones democráticas” en la región. Según pudo saber Búsqueda, con fuentes de Presidencia, las distintas participaciones de Lacalle Pou en las cumbres de Ciudad de México, Buenos Aires y Brasilia, donde alzó la voz en condena a la violación de derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, llamaron la atención de Biden, quien estaba interesado en tener un mano a mano con el mandatario uruguayo. Y en la tarde del martes 13, sin ningún tipo de aviso formal previo, el presidente estadounidense lo recibió en su despacho de la Casa Blanca. Estuvieron conversando por algo más de una hora.
En la reunión, el presidente Biden “destacó especialmente” el rol protagónico de Lacalle Pou en estos eventos regionales, señalaron las fuentes. “Fue una muy buena reunión. Extensa y profunda”, subrayó uno de los informantes a Búsqueda. Arriba de la mesa hubo temas de intercambio comercial bilateral, se habló de una “mayor apertura” entre los dos países y el mandatario uruguayo insistió en bajar las barreras arancelarias y alcanzar un “mini” tratado de libre comercio. También se hizo referencia a asuntos de seguridad y a la cooperación conjunta para combatir al narcotráfico. Al finalizar el encuentro, quedó abierta la posibilidad de una visita de Biden a Uruguay.
Lacalle Pou fue acompañado por el canciller Bustillo y el embajador Durán. En la comitiva del viaje a Estados Unidos también estuvo el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. En diálogo con Búsqueda, Delgado valoró significativamente la reunión con Biden, la distinción recibida por el mandatario de parte del Council of the Americas, donde estuvieron “los principales empresarios” estadounidenses, y el “interés por invertir en Uruguay”. “Fue todo positivo”, concluyó Delgado.
“Lo que ocurrió esta semana fueron hechos significativos para las relaciones entre Uruguay y los Estados Unidos, y suceden porque se reconoce a nuestro país como un modelo con quien se comparten valores y se desea estrechar lazos, incluyendo comerciales”, declaró Durán a Búsqueda. “Es un reconocimiento también al liderazgo del presidente Lacalle Pou, y el esfuerzo de integrarse más al mundo y a los Estados Unidos”.
Relaciones
El miércoles 14, la Secretaría de Comunicación de Presidencia difundió un comunicado donde destacó el encuentro con el presidente como “un mojón en aras de un objetivo primordial del gobierno: mejorar la inserción internacional del país”.
También informó que el lunes 12, senadores demócratas y republicanos presentaron al Comité de Relaciones Exteriores del Senado un proyecto de ley bipartidario para profundizar las relaciones con Uruguay. “El proyecto, titulado United States-Uruguay Economic Partnership Act, contiene dos pilares: uno comercial y otro de facilitación de movimiento de personas. En materia comercial, proponen la adhesión de Uruguay al CBI, un programa de preferencias comerciales unilaterales de los Estados Unidos, hasta el momento solamente dedicado a países de la cuenca del Caribe”, resumió el portal de Presidencia.
Y añadió que si la ley prospera, Uruguay sería el primer país por fuera de esa región en beneficiarse de las preferencias comerciales que el programa otorga. Y prácticamente toda la oferta exportable del país a los Estados Unidos —excepto los bienes limitados por cuotas, como carne y quesos— ingresaría libre de aranceles.
La Casa Blanca optó por destacar en su comunicado que Biden elogió a Uruguay por ser un modelo “regional y global” de democracia. Además, dijo que Biden y Lacalle Pou “también exploraron caminos para expandir” su relación económica bilateral, “incrementar los esfuerzos conjuntos para combatir el cambio climático” y “profundizar la cooperación en seguridad”.
