Uruguay pretende este año habilitar para sus atletas el uso del pasaporte biológico, una herramienta clave contra el doping
La vida de Lance Armstrong era de película. Destinado a ser uno de los mejores ciclistas de Estados Unidos, su incipiente carrera se cortó en 1996 a los 25 años por un cáncer testicular. Dos años después, recuperado tras un diagnóstico totalmente adverso, logró convertirse en uno de los deportistas más reconocidos y admirados del mundo con la obtención de siete Tour de France. Pero la historia de Hollywood se derrumbó: en 2012 le despojaron todos esos triunfos al comprobarse que se había drogado sin interrupciones de 1998 en adelante. “El sistema más sofisticado, profesionalizado y exitoso de dopaje que el deporte jamás ha visto”, describió la Agencia Antidopaje de Estados Unidos.
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