Después de estancarse durante la pandemia y caer en 2021, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Uruguay mejoró en 2022 y alcanzó su valor máximo desde que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hace esta medición, en 1990.
Después de estancarse durante la pandemia y caer en 2021, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Uruguay mejoró en 2022 y alcanzó su valor máximo desde que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hace esta medición, en 1990.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl IDH del país fue 0,830 en la última actualización anual, divulgada ayer miércoles 13; en la precedente, el valor había sido 0,809. La mejora le permitió a Uruguay subir en el ranking global de la posición 58 a la 52; Chile (con un índice de 0,860 y ubicado en el puesto 44) y Argentina (0,849, 48o) estaban por encima. Estos tres países, además de Panamá (0,820, 57o) y Costa Rica (0,806, 64o), fueron los latinoamericanos dentro de la categoría de “muy alto desarrollo humano”.
El IDH es un índice compuesto con un valor máximo de 1,00 que engloba el resultado promedio en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: una vida larga y saludable (esperanza de vida al nacer), el conocimiento (número de años de estudio formal que puede recibir un niño en edad de comenzar la escuela) y un nivel de vida decente (ingreso nacional bruto per cápita).
El PNUD señala en su reporte que el progreso general del desarrollo había empezado a repuntar en la anterior edición y se preveía que alcanzaría máximos históricos en la divulgada ayer, con datos de 2022. Pero ese avance es “profundamente desigual. Los países ricos están experimentando niveles récords de desarrollo humano, mientras que una gran parte” de aquellos más pobres del mundo permanecen por debajo de su nivel de progreso anterior a la crisis del Covid-19, afirma. Además, la recuperación es “incompleta” porque más de una cuarta parte de los países del mundo tendrán un valor de IDH inferiar al nivel anterior a 2019.
Suiza (0,967), Noruega (0,966) e Islandia (0,959) ocuparon el podio del último ranking de 193 países, que lo cierran varios africanos, como Chad, Níger, República Centroafricana, Sudán del Sur y Somalia (con índices por debajo de 0,400).
El costo humano de una “mala gestión de las interdependencias” a escala global “es elevado. Los crecientes efectos del cambio climático sobre las personas, los recientes estallidos de conflictos violentos en distintas partes del mundo y su escalada hacia conflictos a más largo plazo y potencialmente de mayor escala señalan la intensificación de amenazas que se extienden por todos los países”, plantea el organismo de Naciones Unidas. Y describe como un problema la incapacidad de actuar en conjunto: “En lugar de capitalizar las conexiones, estamos fracasando a la hora de actuar frente a retos compartidos” y se está ante un “bloqueo mundial” exacerbado por la creciente polarización.