La demora en el cierre de la negociación con Venezuela comienza a generar ansiedades en la industria láctea nacional.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl gerente general de Claldy, Erwin Bachmann, manifestó su preocupación ante la noticia de que sus pares en Venezuela aún no firmaron el documento que abrirá el intercambio comercial con nuestro país.
Se trata de la negociación alcanzada por ambos gobiernos, en la que se cancela la deuda entre la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) y Petróleos de Venezuela (Pvdsa) a partir de la exportación desde Uruguay de 44.000 toneladas de leche en polvo, 12.000 toneladas de quesos, 90.000 toneladas de arroz, 80.000 toneladas de soja y 9.000 toneladas de pollo.
La concreción del acuerdo con Venezuela representaría “salvar la lechería del momento y hasta fin de año” remarcó el industrial, quien agregó que luego será necesario buscar otro canal comercial para no depender tanto de ese país.
En caso de que los venezolanos incumplan con el acuerdo y no firmen, Bachmann adelantó que la empresa deberá rever números para determinar en qué medida bajará el precio al productor.
Lo que por el momento sostiene en valores razonables el precio que los remitentes a esta industria reciben por su materia prima, es el financiamiento que la empresa está recibiendo del Banco de la República (BROU), dijo el empresario.
Al ser consultado por Campo respecto a las diferencias de precios en la leche industria que están presentes en el mercado interno, respondió que, desde su perspectiva, la plaza doméstica está funcionando de forma normal y en respuesta a la lógica de mercado. Al respecto sostuvo: “No hay diferencia. Hay una empresa que públicamente es conocida y paga menos, pero está pagando lo que es el valor del queso a escala mundial”.
Para el industrial, no hay una competencia desleal por parte de Indulacsa (como lo aseguran otras industrias y los productores), ya que se trata de capitales extranjeros que basan su negocio en los valores internacionales y que no llegaron a Uruguay a perder dinero.