La agencia de publicidad llegó a la empresa estatal con un informe que fue bien valorado por tirios y troyanos.
La agencia de publicidad llegó a la empresa estatal con un informe que fue bien valorado por tirios y troyanos.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEsta señaló, con ejemplos gráficos, que una marca no era un producto, un logo ni un nombre; una marca es la suma de un producto y la historia que tiene atrás. Esto surgió porque uno de los productos de esa marca, que en los últimos tiempos ha generado renovado interés, aparece como distante y lejano en la mente de los consumidores. A escala mundial, en el campo de esta empresa todos los productos tienden a englobarse bajo el paraguas de una marca madre. Y como esta compañía “mejoró su posicionamiento”, otrora asociado a “burocracia” y “lentitud”, qué mejor que apelar a su nombre para renombrar y revigorizar ese producto, cuya vieja denominación, además, responde a gestiones pasadas.
El campo es el de las telecomunicaciones. La agencia de publicidad es Young & Rubicam. La empresa estatal es Antel. El producto en cuestión es Vera, un nombre que está más asociado a “contratos caros de celulares modernos” y no tiene “recordación espontánea”. Su nuevo nombre, la marca, es Antel. Antel es un nombre que suena familiar; Vera, no. Y la gestión pasada es la de Carolina Cosse.
En una rara decisión tomada por unanimidad, el Directorio de Antel aprobó el cambio de nombre comercial de la plataforma de contenidos over-the-top (OTT, apps que ofrecen productos audiovisuales mediante Internet y no por televisión), hoy llamada Vera TV, por Antel TV. Lo mismo ocurrirá con todos los productos denominados Vera (como Vera+). El rebautizo ya está decidido, no así el momento de su lanzamiento.
Donde sí hay divergencias es en la lectura de este hecho. Para el oficialismo, responde a una estrategia de marketing bajo la cual, con el sustento del informe de la agencia de publicidad, se decidió darle un nuevo impulso a Vera TV. Con el nuevo nombre Antel TV, apelando a una marca ya consolidada, se capitalizaría mejor un producto cuya denominación actual no ayudó a que terminara de anclarse entre clientes y consumidores.
Desde la oposición, por el contrario, se indica que es un reconocimiento a la actividad audiovisual que había llevado adelante la empresa en administraciones anteriores y un viraje en la política del actual gobierno. Más concretamente, refieren a declaraciones del ministro de Industria, Omar Paganini, quien el 12 de mayo de 2020 dijo a Océano FM que Antel dejará de comprar o producir contenidos para Vera TV, ya que las transmisiones audiovisuales no representan “el giro de la empresa”, en detrimento de objetivos que sí están “en la ley orgánica” de la estatal.
Incluso el primer presidente que tuvo Antel en el actual gobierno, Guillermo Iglesias, había dicho en marzo de 2020 que se sentía “irresponsable” si hacía que el ente apostara al contenido audiovisual. Con su sucesor, el actual titular Gabriel Gurméndez, el eslogan (y hashtag en Twitter) “Estamos para conectarte” resumía cuál era la prioridad en su gestión.
El vicepresidente de Antel, Robert Bouvier, admitió a Búsqueda que este cambio de nombre responde a una estrategia de reposicionamiento. Este incluye una “apuesta al contenido”. El contrato suscrito con los tres canales privados de Montevideo para poder trasmitir su programación vía streaming a través de sus dispositivos móviles forma parte de esta estrategia.
Sin embargo, el jerarca rechazó que esto signifique un cambio de estrategia en el gobierno. “Nosotros siempre dijimos que no íbamos a producir contenidos nuevos (para Vera TV). Sin embargo, nunca afirmamos que no los íbamos a brindar. Antes sí se producían, y lo que nosotros sosteníamos es que eso no era parte del expertise de Antel. Nosotros vamos a ir por la comercialización de contenidos, los vamos a dar. Lo que no vamos a hacer es producirlos, como en el pasado”, indicó Bouvier.
Por el contrario, para el representante del Frente Amplio en el Directorio de Antel, Daniel Larrosa, quien apoyó el cambio de nombre, lo ocurrido representa un giro de 180 grados en la narrativa del gobierno en lo referido a las telecomunicaciones. También agregó que en estos mismos días se aprobó gastar 25% más en pauta publicitaria respecto a lo que se preveía cuando se armó el Plan de Medios 2022.
“Aunque sea dos años después, están reconociendo muchas cosas al retomar el impulso a los contenidos audiovisuales. Y eso yo lo veo positivamente”, dijo Larrosa. “Dos años después reconocieron que Antel no estaba derrochando en lo audiovisual, que no solo ‘estamos para conectarte’, que hay que hacer una apuesta a los contenidos, cosa que desde un principio se dijo que no”.
Este cambio de denominación y estos contratos con los canales, ocurridos meses antes que comience el Mundial de Catar, también aparejaron un aumento del 25% del gasto en pauta publicitaria para este año respecto a lo que ya estaba aprobado, indicó.
Vera TV había surgido de la antigua plataforma Adinet TV. El cambio de nombre había sido resuelto por la empresa en 2013, cuando la estatal era presidida por Cosse, hoy intendenta de Montevideo, y que ha sido muy crítica con la gestión actual del ente. En la resolución del 9 de octubre de ese año, que estableció esa nueva denominación, se entendía “oportuno” usar ese nombre, ya vinculado a los productos y servicios “de alta gama” para un mejor posicionamiento del portal y otras “nuevas funcionalidades”. Así, el término Vera sustituyó a Adinet en todo el universo de la compañía, ya sea en los productos audiovisuales o en los correos electrónicos.
Según el informe de Young & Rubicam que avaló este cambio, el nombre actual no solo no prendió en el imaginario sino que se percibe una “confusión” entre productos como Vera TV y Vera+, y funciones como Vera Cuentas no eran nada familiares. El nombre Antel tiene tanta más fuerza que el coloreado del logo de Antel TV estará muy basado en el azul institucional de la empresa madre, para que la asociación sea todavía más indisoluble y directa.