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Con casi 9 décadas de disputa, tradición que lo convierte en uno de los torneos de golf más antiguos del mundo, el Abierto Ciudad de Montevideo es el campeonato que todo golfista quiere ganar, por el cual entrena, sufre y se alegra de una manera especial. En una edición atípica por la no presencia de golfistas extranjeros a causa de la pandemia del Covid-19, el Campeonato Abierto mantuvo de todos modos su “magia”. Dentro de los destaques vale remarcar la muy buena presentación de la cancha de Punta Carretas, la cual contribuyó a dar un realce mayor a la competencia.
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En general, los triunfos en este tipo de campeonatos marcan la carrera golfística futura de los ganadores. Es así que Jimena Marqués, con apenas 18 años, logró el bicampeonato, un hecho sin precedentes en el historial del Abierto. Por su parte, Agustín Tarigo en un año marcado por su regreso al golf competitivo, logró su segundo campeonato, tras 10 años de sequía en el torneo. Marqués marchará en agosto del año próximo gracias a una beca completa de cuatro años a formar parte del equipo de la Nova Southeastern University de Estados Unidos, mientras que Tarigo, con 29 años, buscará también en el 2021 intentar suerte como profesional en el circuito PGA Tour Latinoamérica.
En diciembre del año pasado Jimena Marqués, con 17 años, ganaba su primer Abierto Ciudad de Montevideo, marcando un hito en el historial del certamen. Un año después, de punta a punta y con un score de 219 golpes para los 54 hoyos, lograba retener el título y dejó una nueva marca en el torneo más importante del golf uruguayo. El acumulado de Marqués incluyó una primera ronda disputada el jueves 3 en 68 golpes, cinco bajo el par del campo de Punta Carretas. En segundo lugar, con 226 golpes, finalizó Sofía García Austt.
Esa espectacular vuelta inicial le dio a Jimena una ventaja de cinco golpes, diferencia con la cual llegó a la ronda definitoria del sábado 5. “Al hacer par en los primeros nueve hoyos tenía una buena ventaja sobre el resto, por lo cual todo dependía de mí, no tenía que cometer grandes errores”, aseguró a Búsqueda la ganadora. “No había tenido una buena temporada, mucho estudio, poca práctica; por suerte en el final pude ganar el campeonato del club y el Abierto de La Tahona para cerrar con el Abierto Ciudad de Montevideo”.
“Al ganar el año pasado me quitó mucha presión, porque quería ganar el Abierto y no se me había dado, estoy sumamente contenta con este logro”, finalizó Marqués.
Tarigo en lo más alto
En la scratch masculina, con un score de 285 golpes para los 72 hoyos, Agustín Tarigo logró el segundo Abierto de su carrera. Segundo, con tres impactos más, finalizó Pablo Juan Carrere.
Con una tarjeta de 69 golpes, cuatro bajo el par, Tarigo quedó en lo más alto tras la primera ronda disputada el jueves 3. Con un acumulado de 140 mantuvo el liderazgo luego de disputados los 36 hoyos en una jornada marcada por un fuerte viento cruzado que complicó el accionar de los golfistas y donde finalmente no se dieron buenos scores.
En la tercera vuelta, generalmente la de los grandes movimientos en las posiciones, Tarigo mantuvo la vanguardia con un recorrido de 71 golpes para llegar a la definición con una ventaja de tres golpes sobre Carrere y cuatro sobre Franco Martínez.
Más allá de los distintos vaivenes que se dan en una definición, Agustín supo controlar los embates de sus rivales y con una ronda final de 74 golpes aseguró el título.
“Parece mentira: 10 años desde que gané mi primer Abierto…; tuve otra chance en el 2016, donde perdí en desempate”, dijo a Búsqueda Tarigo luego de entregar su tarjeta de juego. “Hoy estuvo bien difícil, no es sencillo mantener la punta a lo largo de cuatro días en este tipo de torneos, hay mucha presión, estoy fundido (se ríe). No son muchos los campeonatos que gané de punta a punta, por lo cual, tratándose del Abierto, siento una gran satisfacción”.
Al comentar sobre su ausencia de la competición Tarigo afirmó que pasó un tiempo jugando golf recreativo con amigos sin participar en torneos, pero de un año a esta parte, gracias al apoyo de un preparador físico y un psicólogo, retornaron las ganas por jugar en el nivel más exigente.
“Uno ve los casos de Guzmán Etcheverry o Miguel Reyes con los años de golf que tienen y siguen compitiendo”, explicó. “Interiormente sentía una gran deuda conmigo mismo dado el potencial que tenía, hoy estoy enfocado 100% en el golf, haciendo físico, practicando mucho. Soy consciente de mi edad, pero en un futuro próximo voy a intentar clasificar para jugar en el PGA Tour Latinoamérica”.
“Hoy por hoy no tengo coach, trabajo a distancia con Francisco Molinari; pienso que es bueno tener un entrenador, pero actualmente trato de jugar por sensaciones y me siento muy cómodo”, finalizó Tarigo.
Un apellido con peso
Gonzalo Etcheverry es el capitán del Club de Golf del Uruguay, cargo que ya ejerció previamente en dos oportunidades. Consultado por Búsqueda sobre el desarrollo del Abierto Ciudad de Montevideo, Etcheverry manifestó que fue una edición muy especial por la ausencia de golfistas extranjeros.
“De todos modos, modificamos las condiciones de la competencia para las copas que se juegan en forma simultánea, buscando mantener el espíritu del campeonato. Quisiera destacar el trabajo que se realizó para la presentación de la cancha y que fue comentario de la mayoría de los participantes. Hay un claro compromiso de la mayoría de los funcionarios del Club de Golf cuando llega el Abierto, todos quieren que salga un buen torneo y eso finalmente se refleja en los resultados”, relató.
“En lo personal, como capitán del club, el Abierto me genera una doble responsabilidad por tratarse del campeonato de golf más importante de nuestro país y además porque lleva el nombre de mi padre”, finalizó Etcheverry.