Consideró que “el tema es más amplio de lo que se ve, lo que se ve es la matanza de ovinos y las mordeduras”, por eso “la solución también tiene que ser más amplia y requerirá de mucho pienso y dedicación”.
Bienestar animal, un tema educativo
En cuanto a eventuales cambios sobre el futuro del INBA, “es mi opinión y no lo he planteado a nivel de gobierno, creo que no tiene que mantenerse dentro del Ministerio de Ganadería, porque el Ministerio de Ganadería tiene que ver con la política dirigida a la producción”. “Y el tema del bienestar animal hoy tiene mucho más que ver con un tema educativo”, afirmó.
Consideró que mismo “la campaña de concientización para que la gente castre los perros, para que luego le coloque el chip, eso precisa un proceso educativo. Por lo tanto, o está en el Ministerio de Educación, que era donde estaba antes, o conformamos un Instituto de Bienestar Animal, que tal vez sea lo más indicado, porque tenemos ese problema clarísimo y perjudicial en lo productivo con el tema de los perros”, planteó.
Dijo que “unos dicen que son jaurías, otros dicen que no son jaurías, pero el problema existe y está claro”, y “más que la pérdida (económica), la afectación psicológica que tiene aquella persona que se había afectado por esto, sobre todo los criadores de ovejas”.
“El daño psicológico es mucho más importante, más profundo y más grave que el propio daño económico”, sostuvo el integrante del Poder Ejecutivo.
Fratti aludió también a “lo que hoy se está gestando en el mundo, todo lo que es la exigencia de bienestar animal con otras especies” para el acceso a los mercados.
Otro punto que mencionó es que hay institutos como el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) que tiene desarrollo en bienestar animal, por ser de investigación lo tiene que hacer. “Uruguay capaz que tendría que conformar un instituto que se dedique al bienestar animal en general, en el que se trate este tema y también se trate en las especies grandes” (vacunos y ovinos), señaló.
Para el titular del MGAP “en Uruguay no estamos mal en bienestar animal, sobre todo en las especies productivas”. “El problema es que después, desde afuera se aplican barreras paraarancelarias por las que se piden que demuestres que tenés bienestar animal” en la producción ganadera, entonces “hay que especializar” este tema.
“No puede quedar como un satélite del Ministerio de Ganadería, en el que el ministro nombra a un presidente y a un director técnico y después se conforma una gobernanza” que “es una multitud”, en la que después “es muy difícil tomar decisiones”, advirtió.
Fratti se mostró crítico respecto a la cuestión presupuestaria del INBA, al señalar que “en Uruguay somos campeones de inventar cosas, pero después no les votamos recursos” para su funcionamiento.
En el caso del Instituto Nacional de Bienestar Animal, durante el período 2020-2024 se trabajó en una iniciativa para generar recursos, mediante el cobro de una tasa aplicable a las importaciones de raciones y alimentos para mascotas.
“Si creas un instituto y no le das recursos, no creaste nada”, cuestionó.
Acotó que además “se estuvo manoteando recursos de otros lados, que no son genuinos”.
El ejemplo de Cerro Largo
A modo de justificación sobre la dimensión de un tema que trasciende a la agropecuaria, el secretario de Estado se refirió al caso particular de una asociación en Cerro Largo, con personería jurídica, que se dedica a los perros cimarrones, con todo lo emblemático de esta raza en la historia uruguaya.
En el Parlamento se votó una iniciativa para que no se haga más el corte de rabo y orejas de estos perros, recordó. Y comentó que desde esa sociedad de perros cimarrones “plantearon el corte de orejas para las exposiciones y para mantener la cultura”, además “esto no estaba vinculado a una cuestión estética sino que para que el animal pueda escuchar mejor, porque si se dobla la oreja escucha menos”.
El titular del MGAP reconoció que nunca tuvo una “demostración científica” de este argumento de la asociación mencionada, pero recordó de su tiempo como estudiante de veterinaria que al perro de la raza Doberman, que es un perro de defensa y de ataque, se le cortaba las orejas con esa justificación.
“No digo que volvamos para atrás”, pero siendo ministro de Ganadería “¿te parece que me tengo que preocupar si nacen más terneros, también me tenga que sentar a discutir si les cortamos o no las orejas a los perros cimarrones?”, expresó.
Y planteó: “¿dónde se solucionan esas controversias?, no puede ser en el Ministerio de Ganadería”, que tiene otras tareas y funciones.
Consultado sobre la postura que manifestó en su momento respecto a aplicar la eutanasia en casos de perros que matan o provocan graves lesiones a personas, Fratti dijo que “tenemos la sociedad dividida y la política trata de equilibrar las tensiones sociales”.
“Cuando hay mordeduras de perros a personas”, especialmente “de niños, no tengo dudas” en cuanto a “cuál es la solución”, afirmó. Sostuvo que es la “eutanasia, no hay perdón”.
Sobre algunos casos en los que se planteó que un perro que acababa de matar a un niño habría que llevarlo a un refugio de animales, el ministro de Ganadería admitió que eso es “inadecuado”. Dijo que “hay que respetar el bienestar animal de todos los animales, y ahí tenemos que entrar en una polémica mucho más grande”.
Comentó que “por suerte disminuyeron los zoológicos”, pero con “los pájaros encerrados en jaulas, ¿qué hay que hacer?”.
Fratti también puso como ejemplo los casos de perros con leishmaniasis y el “riesgo” que esto supone para la salud de la población. “No puede haber contemplación”, y “hay que insistir en la responsabilidad”, enfatizó.