Cuarta planta. Brum opinó que “ya hay un escenario para una cuarta planta” de celulosa en Uruguay. “Hay que darse cuenta que ese escenario desproporcionado de la forestación que analiza CA, teniendo un marco jurídico que lo potencie, lo beneficie, pero que también lo acote a áreas específicas, tiene que ser tomado con seriedad”, agregó.
Insistió en que “CA, lejos de ser una amenaza, está haciendo ver responsablemente que determinadas condiciones han generado este sitial de desarrollo, que también queremos para los demás sectores que invierten o podrían invertir muchísimo más, y así generar ese desarrollo tan preciado”.
Opinó que “la importancia de una producción de alimentos no debe ser menor que la de la producción forestal”. Afirmó que “no estamos en contra del desarrollo forestal, sino que es un ejemplo que con ese marco de incentivos productivos se puede; así otros sectores también lo lograrían”.
Insistió en que “es sensato pensar que habrá una cuarta planta y tengo entendido que el país tiene capacidad para una quinta planta”. “Tenemos que sentar las bases para que ese desarrollo sea en armonía con los demás sectores productivos”, reclamó.
Brum consideró que el próximo gobierno “va a impulsar la producción forestal, y quienes fuimos eventualmente puestos como opositores lo único que buscamos es la armonía de la carga tributaria, del desarrollo, del incentivo del sector productivo, de la inversión extranjera y de la nacional, del pequeño productor”.
Por otra parte, enfatizó que “nadie habla del contrato de energía eléctrica (con UPM) que UTE está obligado a pagar un sobreprecio por 30 años, costo que se va a transferir a la tarifa de luz. Este fue uno de los tantos temas porque renunció el exdirector de UTE, (Enrique) Pées Bozz”.
Respuestas. Varios de estos argumentos del asesor de CA fueron rebatidos a continuación. El director general Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos Faroppa, aclaró que en los suelos que no son de prioridad forestal hay plantaciones que son previas a la Ley Forestal y que entre 120.000 y 130.000 hectáreas, equivalentes al 10% del área, corresponden a bosques de abrigo y sombra.
El jerarca sostuvo que “es muy difícil salirse de la reglamentación actual”, y puntualizó que el área forestada en departamentos como Colonia y San José corresponden al 1% o menos. “Son suelos donde el productor vio a la forestación como una alianza estratégica, suelos de baja fertilidad, que agregan un ingreso económico alternativo”, comentó.
Por su parte, el vicepresidente de la SPF, Francisco Bonino, dijo que los suelos en Uruguay “son overos”, y que “ver un trigo al lado de árboles en Río Negro, Soriano o Colonia quiere decir que se está haciendo un buen uso del suelo, no algo que está mal”.
También sostuvo que “no es correcto lo de las 99 hectáreas”, ya que “por la última regulación, a partir de 30 hectáreas todo tiene que pasar por el Ministerio de Ambiente; la ventana es mínima”.
Además, se refirió al estudio de Ceres (ver página 2), que “muestra que a los impuestos hay que mirarlos como cadena, porque sino uno se pierde lo que el sector aporta desde otra forma, ahí está la diferencia de los sectores”. En tal sentido, afirmó que solo en el costo del gasoil “el sector forestal está aportando más que la ganadería”.
Para Bonino “el desarrollo forestal no se hizo a costa de un beneficio impositivo”. Y sostuvo que “tampoco es verdad que creció a costas de la ganadería”. Al respecto, dijo que “mucha información muestra que mientras el sector forestal creció en los últimos 30 años, también creció la ganadería, porque son sinérgicos”.
Madera sólida. Los representantes de los demás partidos políticos coincidieron en la importancia del sector forestal para la economía nacional, liderando las exportaciones de bienes del país a partir de la construcción de la tercera planta de celulosa (UPM 2), entre otros aspectos. Uno de ellos fue el compromiso de impulsar al subsector de la madera sólida.
El asesor del Partido Colorado, Carlos María Uriarte, admitió que a la madera sólida “no le hemos dado la atención que se merece”. Agregó que “en ella vemos mayor futuro, sobre todo para absorber determinadas áreas del país que están lejos de los centros de procesamiento y, por lo tanto, integran el círculo de la madera”.
A propósito, destacó que “hay al menos tres industrias pensando en establecerse en el este para procesar madera sólida”. Más adelante agregó que esa industria se destaca porque “se ubica en terreno, da trabajo local y la madera no se transporta tanto como en la celulosa, donde el 70% del costo es flete y solo 12% le queda al dueño del campo”.
Sin embargo, en la madera sólida el flete representa el 50% del costo y “lo que le queda al dueño del campo es más del doble que en la madera para celulosa”, detalló el exministro del MGAP.
Por su parte, el senador del FA, Mario Bergara, comentó que “en la celulosa los beneficios se concentraron más en la fase industrial que en la primaria; es la contracara de la madera sólida”. Explicó que “uno tiene la carga (impositiva) en el sector primario y beneficios en la etapa industrial; y en el otro al revés”. Y planteó que “eso hay que revisarlo en conjunto”.
El exministro de Economía y Finanzas y expresidente del Banco Central del Uruguay comentó que “esta es una política de Estado y seguirá siéndola, la mejor forma de incentivar es levantar obstáculos, pero eso no suele ser gratuito y hay que conversar”.
A modo de ejemplo, dijo que “es factible disminuir tiempos para los permisos”, pero advirtió que “eso no puede ir en detrimento de la rigurosidad de los contratos, porque son imprescindibles para entrar competitivamente en los principales mercados del mundo”. También consideró que “para acelerar los tiempos”, como se reclama desde el sector, “seguramente también se necesitarán recursos”.
Bergara consideró que la industria de la celulosa “ya va caminando sola y tiene perspectivas de crecimiento”, y planteó que “ahora debemos revisar cómo impulsar a la industria de la madera sólida, que tiene impactos indirectos aún mayores en el empleo local, en el comercio y en los servicios” y enfatizó que en su fuerza política “le asignamos valor al desarrollo local”.
En representación del Partido Independiente (PI), Carlos Sanmarco enumeró que el sector de la madera sólida necesita: acuerdos comerciales y mejora de acceso a mercados; reducción de costos portuarios, sobre todo del movimiento de contenedores en el puerto de Montevideo; reducción de costos de la energía eléctrica; aumento de la productividad de la mano de obra y mejora en las relaciones laborales; e investigación, desarrollo e innovación.
El PI propone, entre otras medidas para el sector forestal en su conjunto, la promoción de inversiones en la industria de la madera sólida. “En un segundo gobierno de la coalición vemos que el sector forestal continuará liderando el empuje del sector agroexportador del país, en un contexto de mejora de la competitividad (...) Vemos al sector con nuevas inversiones en la industria de la madera sólida”, comentó.
Presencia del FA. El asesor del Partido Nacional (PN), Conrado Ferber, fue quien le puso más tinte político-electoral a los discursos. Comenzó su presentación refiriéndose a la presencia de Bergara en el panel, ya que en instancias anteriores no hubo presencia de representantes de su fuerza política, alegando que quedaban en inferioridad numérica ante los partidos de la Coalición Republicana. “Es una linda sorpresa la presencia del representante del FA, que no la habíamos tenido en otras oportunidades”, dijo Ferber.
El actual presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC) continuó: “lo que podemos decir es parecido, pero el problema es lo que hacemos, no lo que decimos”. Agregó que “es una posibilidad que el FA llegue al gobierno y esta es una gran oportunidad”. Recordó que “todos tuvimos una gran coincidencia cuando se votó la Ley Forestal (de 1987)” y señaló que “el PN venía desde antes, desde Wilson, con la primera Ley Forestal”.
Pero agregó que “ya no coincidimos en el Tratado de Protección de Inversiones con Finlandia, incluso se opusieron (el FA) a la primera planta de UPM, después como gobierno la defendieron a capa y espada, con el apoyo de toda la oposición (actual gobierno). Así se desarrolló la segunda planta e incluso dejaron planteada la tercera”.
Sin embargo, “rápidamente, al volver a la oposición, votaron un proyecto que tuvo que ser vetado por el presidente (de la República, Luis Lacalle Pou). Es inexplicable poner tres plantas para después limitar el crecimiento”, planteó el asesor nacionalista.
A continuación, Ferber enfatizó que “el PN tiene una historia de apoyo (a la forestación), estando en el gobierno y en la oposición”.
Reglas de juego. Bergara valoró que las propuestas de los partidos políticos se repitieron “lo que es bueno y hace honor a la historia del sector, que son las reglas de juego”. Destacó las políticas institucionales de incentivos y la institucionalidad “para sostener esas reglas”. “Este es un ejemplo de éxito a partir de reglas de juego estables, flexibles, pero con orientación clara. Y con una institucionalidad que poco a poco se fue fortaleciendo”, comentó.
Agregó que “las reglas de juego fueron claras, pero también flexibles”, ya que “se fueron moldeando los incentivos, con la consolidación del sector, y eso también está muy bien”.
Sin embargo, Uriarte sostuvo que las reglas de juego “no han sido claras” para el sector forestal. Dijo que “hubo amenazas como la ley (propuesta por CA, aprobada con votos del FA), que fue vetada por el presidente”.
Logística. La logística fue otro tema recurrente en las presentaciones de los asesores políticos en el Desayuno Forestal, en especial los altos costos del puerto de Montevideo. A propósito, Uriarte señaló que el Banco Mundial considera a esa terminal como “una de las que más demora en cargar” y afirmó: “esas son cosas que un país exportador no se puede permitir”.
El exministro colorado admitió que “sigue faltando infraestructura”, aunque destacó que “en este gobierno hubo enormes avances, no solo en cantidad sino también en calidad”. Dijo que “se necesitan más y mejores puertos” y se refirió a la hidrovía de la laguna Merín y a “otros puertos que se podrían poner en funcionamiento sobre el río Uruguay”.
Más adelante propuso “seguir mejorando la logística, sobre todo los caminos vecinales”, así como “promover el uso de bitrenes y tritrenes.
Bergara destacó que “hubo un buen despliegue de la logística en este gobierno, como lo hubo en el anterior”. Señaló que la inversión en logística en estos dos últimos períodos fue de unos US$ 12.000 millones. “Esto es algo acumulativo, porque la demanda de infraestructura es cada vez mayor”, afirmó el economista.
Respecto al puerto de Montevideo, consideró que “tenemos un problema” y agregó que “no se visualiza que vayan a cambiar los precios altos en un contexto de consolidación de un monopolio”, y eso “es algo que tenemos que conversar”. Además, lamentó que el puerto de Montevideo “se desplomó en los rankings internacionales”.
En relación a los bitrenes y tritrenes, el frenteamplista dijo que “desde la perspectiva del sector ahí hay un potencial de ganancia de eficiencia”, pero sostuvo que “eso también implica costos en mantenimiento de uso y desgaste de la infraestructura” y “hay que ver beneficios y costos de algo que demanda infraestructuras de mayor calidad”.
Sanmarco también planteó la necesidad de mejorar la infraestructura vial para “abatir los costos de transporte”, así como costos de combustibles y puertos “más competitivos con la región y el mundo”, especialmente en el área de manejo de contenedores.
Ferber, por su parte, afirmó que “el shock de infraestructura en rutas es para todos los sectores, pero más para la forestación, por la incidencia que tiene el flete”. Además, destacó que “se hizo realidad el ferrocarril, que había quedado planteado, fue un gran desafío y se hizo realidad”. Agregó que “estamos en una segunda etapa, para conectar las dos puntas de la vía muerta, de Chamberlain a Salto, con la nueva vía del Ferrocarril Central”.
El asesor del PN admitió que “es real que tenemos un problema de competitividad en el puerto”, pero destacó que “vamos a los 14 metros (de profundidad en el calado), un cambio sustancial para todos los exportadores, que va a permitir cargar completos barcos de gran calado”.
También recordó que en la renegociación del Estado con UPM 2 hubo “US$ 320 millones en infraestructura y obras que asumió la empresa, que supo entender la situación”.
Por otra parte, Ferber se refirió al “problema de los custodios privados”. Dijo que “no puede ser que una máquina de cosecha esté parada uno o dos días esperando que llegue un custodio para transportarla, cuando sabemos que no aporta valor y hay que pagar una montaña de sueldos con la gente parada; no es lógico”.