La preparación de animales para exposiciones es cada vez más exigente, debido a la mejora permanente de las distintas razas en cada edición de las principales exposiciones de Uruguay, como el Prado y Durazno. Y la especialización en la materia tiene cada vez mayor demanda.
El Ceibo comenzó a funcionar en 2014, cuando Borrazás y Rafael Burutarán, quienes ya venían prestando estos servicios a familias de cabañeros. “Siempre tuvimos esa pasión por la cabaña y por la genética, y aunamos esfuerzos para brindar este servicio” explicó Borrazás, quien trabajó 10 años en una cabaña Angus en Argentina. “Cuando volví a Uruguay en 2005 empecé con el servicio de peluquería, que en ese momento no se estilaba hacer aquí”, comentó.
“La idea se afianzó cuando en una exposición un productor de punta nos planteó, en base al problema que tenía con el personal, centralizar el servicio. Ese fue el disparador que nos llevó, con Rafael, a ofrecer el servicio de preparación en un centro, brindándole una solución al criador, para que se preocupe únicamente por sentarse a ver y disfrutar de la jura” explicó.
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Juan Andrés Borrazás, director del centro genético El Ceibo
Ya en la Expo Prado 2014 El Ceibo contó con varias cabañas, y “rápidamente se empezaron a sumar, porque no se consigue personal capacitado”, señaló Borrazás. Por lo tanto, tercerizar el servicio es descomprimir la presión de los propietarios en el cuidado y la preparación de los animales.
Enfatizó que los responsables del centro cuentan con más de 25 años de experiencia en el rubro. “No somos improvisados, veníamos con mucho conocimiento y preparación en las cabañas que asesoramos”, remarcó. Pero también admitió que “todo crecimiento trae desafíos”, por lo que fueron protocolizando los ingresos y agregando valor a los servicios.
A propósito, explicó que los animales deben entrar al centro cuando son terneros, porque el circuito de exposiciones comienza en febrero en la Expo Durazno, y para participar los animales deben ingresar en la primera quincena de diciembre, ya tienen que estar comiendo en el sistema creep feeding (autoconsumo al pie de la madre).
“Por lo general ingresan con las madres o receptoras. Desde el año pasado tenemos la opción de ingresar sin la madre, con un destete hiperprecoz, balanceado en 21% de proteínas”, indicó.
La preparación de los animales adultos, que estuvieron en El Ceibo el año anterior, comienza en febrero, ya que vuelven al campo después de la Expo Prado.
“Esto es un arte, porque tienen que tener la preparación necesaria, que no se te pasen de gordura, pero que tampoco estén faltos. Además cada animal convierte diferente. Por lo tanto, es un servicio individualizado en cada animal, y los tenemos en un corral con su dieta específica para la preparación”, detalló. El centro tiene capacidad para preparar 85 reproductores.
Borrazás reconoció que las pistas “están competitivas” y “no es fácil” ganar. Sin embargo, “hemos tenido grandes campeones en todas las razas, porque tenemos clientes de Aberdeen Angus, Hereford, Braford, Brangus, Red Poll, Limousin, Limangus, Charolais, Shorthorn y Wagyu”, comentó.
Aunque también aclaró que los resultados no solo dependen de la preparación, sino también de las decisiones y gustos del jurado, además del biotipo de animal que busca. “La preparación estética influye y tiene un porcentaje de ayuda, porque mientras mejor preparados estén mejor será la apreciación visual del jurado. Pero el animal también tiene que tener un componente bueno, es por eso que tenemos detalles de entrenamiento y de posturas que intenta presentarlo en la pista lo mejor posible. Nos ha pasado de perder con animales buenos, porque no era su día y fue al año siguiente y salió Reservado Gran Campeón con dos años. Ese fue el caso de Caudillo, de cabaña Rancho Luna”, describió.
Por este motivo El Ceibo trabaja desde hace algunos años con expertos argentinos, que ayudan en la preparación. “Apuntamos a dar un servicio integral, llave en mano. El productor no tiene que ir al centro a mirarlos, se informa con los reportes mensuales y después solo disfrutan de la muestra en la pista”, indicó.
Cada propietario recibe información sobre el peso, evolución corporal y genética de cada animal. “Tenemos un feedback permanente con el cliente”, que aporta a la confianza en la preparación, destacó Borrazás.
Se apunta a que el resultado del trabajo sea una relación ganar-ganar. “Quien gana es el animal de la cabaña propietaria, pero quien tiene la responsabilidad de mostrar y poner sus animales en pista es El Ceibo, y ante cualquier detalle que impida que el animal evolucione bien, aconsejamos no presentarlo, porque no llegan como nos gustaría”, comentó.
El director de El Ceibo enfatizó que “estimulamos a las cabañas para que los animales buenos se muestren, porque muchas veces se va atrás del Gran Campeón y al remate, y hay otros animales que no le gustaron tanto al jurado. Sin embargo, después recibimos en el galpón hasta 10 productores que destacan virtudes de esos animales, y se interesan en las características. Conocen de ganados y es el tipo de animales que les gusta y necesitan en sus predios, y terminan yendo también a remate. Por eso es importante que cada uno muestre lo que tiene, más allá de lo que diga el jurado”.
Objetivo
El objetivo de El Ceibo es “ser líderes en servicios de calidad para la cabaña nacional, porque hemos trabajado con todo el país, hemos ido a preparar animales en Brasil, por ejemplo en Esteio y en Paraná, y asesoramos a un núcleo de productores importantes en Chile”, explicó el director del centro genético, Juan Andrés Borrazás.
El Ceibo también ofrece el servicio de colecta de semen de toros padres y pensionado de donantes, para la aspiración de vientres. Prepara animales de todas las categorías para exposiciones y remates.
La empresa también está organizando la segunda edición del remate Campeonas en Expo Prado, donde las cabañas que trabajan con el centro ofrecerán sus mejores hembras, vendiendo el 100% y el 50% de esas reproductoras.
La subasta se realizará el domingo 8, previo a las juras, para que el nuevo dueño compita con la posibilidad de obtener premios en la Expo Prado.
