Sin embargo, aseguró que “justamente cuando la relación insumo-producto es más desfavorable, es cuando más se paga conocer qué parte del campo no requiere, por ejemplo, fósforo o potasio, y ahí se puede ahorrar, pero hay que estar muy seguros para eso”.
Remarcó que la actualidad exige ser extremadamente eficiente en el manejo de insumos, especialmente en fertilizantes –fósforo, nitrógeno y potasio– y en la semilla, en el caso del maíz.
Afirmó que una caracterización ambiental detallada de los lotes, con variabilidad, permite ahorrar significativamente en insumos innecesarios, en comparación con un planteo tradicional, sin diagnóstico intensivo. “También nos permite delinear con mayor precisión las áreas más productivas, que a veces necesitan más insumos, y donde una agricultura uniforme puede sacrificar rendimiento”, agregó.
La tecnología de dosificación variable juega un papel decisivo en esa estrategia, al permitir maximizar las áreas de mayor potencial dentro de las chacras.
En maíz, ejemplificó, la cantidad de semilla debe acompañar el potencial productivo. “Hay que poner más plantas donde el cultivo tiene más recursos para expresar una buena espiga”, enfatizó el ingeniero agrónomo.
Sin embargo, advirtió que los indicadores de potencial productivo no siempre se asocian a los niveles de fósforo o potasio del suelo, sino a la disponibilidad efectiva de esos nutrientes.
En Uruguay, luego de haber realizado unas 3.000 hectáreas de muestreos en grilla, Pagani asegura que la variabilidad espacial de fósforo, potasio y otros nutrientes —incluso el pH, para determinar requerimientos de encalado— es muy alta.
Por eso, considera que “vale la pena invertir, aunque sea una sola vez, en un muestreo denso, porque se paga en el corto y mediano plazo, a través de una fertilización más eficiente”.
Sobre la frecuencia recomendada, sugiere una relación costo-beneficio equilibrada. “No hace falta repetirlo todos los años. Lo ideal es invertir bien la primera vez y luego, cada cuatro o cinco años, hacer chequeos más laxos en zonas representativas de los lotes, para validar el comportamiento del balance de nutrientes”, explicó.
Respecto al ahorro en insumos, Pagani evitó las generalizaciones. “La respuesta es sitio-específica. Hay chacras muy homogéneas, donde no se justifica la dosificación variable. Un manejo uniforme bien diagnosticado puede ser la mejor opción. Pero cuando hay variaciones en elevación del terreno, la profundidad del suelo, la textura o la disponibilidad de nutrientes, ahí sí hay que actuar sobre esa variabilidad”, sostuvo.
En esos casos, detalló que se van sumando pequeños aportes. “Un poco de ahorro por fósforo, otro por potasio, un aumento por manejar mejor las densidades y, si ajustamos dinámicamente el nitrógeno, también ganamos eficiencia”, afirmó.
Dijo que en Uruguay se observaron mejoras de entre US$ 30 y US$ 50 por hectárea, sin mayores dificultades, pero insistió que no se deben extrapolar resultados sin un diagnóstico preciso.
Pagani destacó, además, que el parque de maquinaria en Uruguay es “impresionante”, con un nivel tecnológico “superior al de Argentina”. Valoró que “la mayoría de los productores tiene sembradoras capaces de hacer dosificación variable y los prestadores de servicios también pueden hacerlo”. También destacó que “hay monitores de rendimiento bien calibrados y en buen estado”. Comentó que la capacidad “está instalada” y “solo falta convencerse de que las ventajas superan a las desventajas”.
Pero, al mismo tiempo, reconoció que iniciar el proceso no es sencillo. “El que diga que es fácil no entiende la complejidad de los sistemas. Si uno aplica insumos cada 10 metros cuadrados, necesita herramientas que respalden esas decisiones”, dijo. De lo contrario, “una dosis variable mal sustentada puede ser peor que aplicar una dosis promedio”, advirtió.
Por eso, destacó el rol de la investigación aplicada y la colaboración entre productores y técnicos. “INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) está generando cosas muy buenas en Uruguay, pero también hay mucho que deben validar los propios productores. Hoy una cosechadora con monitor de rendimiento puede medir con un error menor al 5%, lo que permite instalar ensayos y pruebas dentro de los campos productivos”, señaló.
Según Pagani, aún hace falta más capacitación en manejo de datos, aunque subrayó que “cada vez hay más agrónomos involucrados en la ciencia de los datos, y los softwares son cada vez más amigables para analizar bases complejas”.
Durante su presentación, Pagani mencionó que para avanzar con estas tecnologías se requiere la utilización de herramientas específicas, que permiten conocer en detalle la variabilidad del suelo y del cultivo.
Detalló que el proceso comienza con un relevamiento topográfico realizado con un GPS de alta precisión —un equipo RTK de doble frecuencia—, que permite obtener información altimétrica con exactitud centimétrica.
A esto se suma la elaboración de un mapa de conductividad eléctrica aparente, fundamental para identificar diferencias en textura, profundidad efectiva y contenido de humedad del suelo.
Posteriormente, se realiza un muestreo de suelo en grilla, que posibilita analizar los principales nutrientes y propiedades edáficas. Por ejemplo: una muestra compuesta por 10 submuestras cada hectárea.
A la vez, el análisis de productividad agrícola se completa mediante el estudio de múltiples mapas de rendimiento y de índices de vegetación obtenidos a partir de imágenes satelitales de varias zafras, lo que permite interpretar cómo responde el cultivo en distintas condiciones y ambientes dentro de la misma chacra.
Finalmente, Pagani planteó una reflexión ambiental: “a medida que aumentamos la eficiencia en el uso de los insumos, especialmente del nitrógeno, reducimos las pérdidas que pueden contaminar agua o aire”.
La inversión “en tiempo y recursos para entender y manejar la variabilidad espacial y temporal de los cultivos nos ha demostrado ser muy conveniente para el Manejo Sitio Específico de la Nutrición (MSEN)”, concluyó.
ADP Zone 2
La propuesta incluyó un bloque agrícola, otro ganadero y una charla motivacional.
Agro Búsqueda
Mercado ganadero
En el bloque ganadero del ADP Zone expuso el docente de la Universidad Ohio (Estados Unidos), doctor Alejandro Pittaluga, quien apuntó a los factores que marcan la diferencia en la carne de alta calidad. Y el gerente de Estrategia de Minerva Foods, Alex Lopes, quien se refirió, entre otros temas, a la exigencia europea de la certificación de productos libres de deforestación.
Lopes sostuvo que Uruguay es un país que “no tendrá problemas” de deforestación, ni de medio ambiente, para mantener las exportaciones de carnes y otros productos a la Unión Europea.
Otro tema destacado por el gerente de Estrategia de Minerva fue el nivel de la faena de vientres en Brasil, que se viene incrementando desde 2023, lo que impactará en la oferta de carne brasileña en 2026 o 2027, algo que también sucedió en Estados Unidos.
Advirtió que esa misma situación se registra en Australia, donde está “muy fuerte” la faena de hembras, “comprometiendo la producción”. Esto generará oportunidades para los otros países productores a partir de 2026, afirmó.
Sobre los precios del ganado en el mercado uruguayo, específicamente el valor del novillo, Lopes señaló que lleva “cinco trimestres consecutivos en alza”, y actualmente es “el precio más alto de Sudamérica, incluso por encima de Australia”, sostuvo.
Para el ejecutivo de Minerva, el nivel de precios “en algún momento corregirá y arbitrará”, alertó que eso “va a ocurrir” y “debe tenerse en cuenta”.
ADP Zone 3
Unas 500 personas asistieron al encuentro realizado el pasado 9 de octubre.
Agro Búsqueda
Crecer sin perder el alma
“No perder la esencia, lo que somos y no dejar de vivir el campo”, resaltó la gerente comercial y de marketing de ADP, Sofía Guigou.
La importancia de “mantener los pies en la tierra” en este proceso de crecimiento implica “no perder la esencia, lo que somos, el tinte familiar, la toma rápida de decisiones y no dejar de vivir el campo como lo hicimos toda la vida”, dijo a Agro de Búsqueda.
ADP está esperando las autorizaciones gubernamentales para tomar posesión de las empresas Garmet y Del Carmen, del grupo argentino Pérez Companc. Guigou sin mencionar ese hecho, en su exposición durante ADP Zone, dijo que “las empresas que triunfan a largo plazo, son las que no olvidan como empezaron”.
Agregó que “en ADP crecemos, no para ser más grandes, sino para ser fieles a lo que siempre fuimos, y el verdadero crecimiento no solo se trata de nuestra familia, sino de todo el equipo que hace ADP, que entiende, comparte y vive el negocio, como lo vivimos nosotros, y eso para nosotros en fundamental. Es la clave para seguir creciendo”.
“No podemos olvidarnos de la misión, queremos ser la empresa rentable, sustentable y responsable del agro en Uruguay. Queremos seguir siendo innovadores en la generación de ideas, capitalizar oportunidades”, acotó.
La ejecutiva destacó que es importante “mantener siempre la perspectiva, el contacto con lo real”. Sostuvo que “queremos ser campeones en costos por tonelada producida, y generar relaciones de largo plazo, que sean ganar–ganar”.
También resaltó que “ADP es mucho, está en nuestras vidas desde que nacimos, nos proyectamos a un futuro con la empresa” y, por eso, “nuestros hijos están acompañándonos”, sostuvo la integrante de la familia propietaria de la compañía.
Sofía está acompañada por sus hermanos, Matías –líder del área ganadera– y Diego –líder de la producción agrícola–. La empresa tiene en la cabeza a su fundador, Marcos Guigou, mientras las nuevas generaciones van avanzando en posiciones claves.
A la vez, la compañía cuenta con asesores reconocidos en el sector, como Daniel de Mattos, en ganadería; y Eduardo Díaz, quién desarrolló su actividad en Cargill, en Argentina y Uruguay.
ADP Zone 4
El equipo de Agronegocios Del Plata (ADP) durante la reciente edición de ADP Zone, en Dolores.
Agro Búsqueda
Otras presentaciones
Otras presentaciones que se desarrollaron en la reciente edición de ADP Zone fueron: I+D en la raíz de la correcta toma de decisiones, a cargo del ingeniero agrónomo Sergio Pieroni, quien recientemente fue designado responsable del área Investigación y Desarrollo (I+D de Semillas) en ADP; Cómo la investigación nacional nutre la raíz productiva, a cargo del director del sistema Agricola Ganadero de INIA, el ingeniero agrónomo Sebastián Mazzilli; y en el cierre, en la clásica charla motivacional, estuvo la cofundadora de Prometeo, Ximena Aleman, con la disertación titulada: Actitud, nuestra raíz invisible.