Y sostuvo: “el gran desafío como país es que tenemos poca gente y que hay que educarla más y mejor”.
¿En qué áreas desarrolla su actividad empresarial?, ¿cuál es la trayectoria?
Desde muy chico acompañé siempre a mi padre, que era un gran emprendedor y desarrollaba muchas actividades a las cuales fuimos dándole continuidad en estos años.
En 2005 hice foco y me integré de lleno a la actividad en su primera línea, luego mi padre falleció en 2006, y me quedé a cargo de una cantidad de actividades que él venía desarrollando y que ,de alguna manera, seguimos potenciando, para darle crecimiento.
Insistimos mucho en la educación y la formación de la gente, la habilidad de recursos humanos, que es donde está realmente la diferencia Insistimos mucho en la educación y la formación de la gente, la habilidad de recursos humanos, que es donde está realmente la diferencia
¿Qué edad tenía en ese momento?
Soy de 1976, estaba próximo a los 30 años. Era relativamente joven, para lo que es Uruguay tal vez muy joven, me quedé al frente de una serie de organizaciones que él lideraba.
Las actividades están vinculadas, por un lado, a lo que es la parte de producción, como el área de tambo, algo de ganadería y forestal.
En el área industrial, con la parte de tratamiento de la madera, que es la empresa Matra, una industria que tiene 50 años de actividad en el mercado y a la que le dimos continuidad.
También con la actividad comercial de Almacén Rural, que se dedica a la venta de insumos para el agro. En aquel momento teníamos un solo local en Florida. De alguna manera fuimos potenciando esta firma, que hoy cuenta con cinco locales: Florida, Durazno, Paso de los Toros, Montevideo y Salto.
Además, tenemos la venta on line para llegar a todo el país con insumos, y hacemos algo de actividad logística, tanto de transporte forestal como de logística de insumos agropecuarios. Entonces, de alguna manera, estamos vinculados con distintos rubros, en distintas actividades de la actividad agroindustrial.
¿En cada rubro y departamento hay diferentes perfiles de productores?
Sí, hay distintos perfiles y está bueno ver las propias idiosincrasias de cada subsector y de cada departamento.
Una cosa es la mentalidad del productor lechero, cuál es la idiosincrasia del tambero, que es bastante distinta a la del productor forestal o de la gente que da servicios para el agro o la industria agropecuaria.
Varían las características del tambero o el forestal entre un departamento y otro. Los productores del sur tienen un determinado perfil, que es distinto al de los productores del norte.
Pese a que Uruguay es un país chico, hay improntas un poco distintas. En el caso nuestro, cuando damos un servicio en Almacén Rural, en la parte de venta de insumos por ejemplo, tratamos de dar un buen servicio al productor agropecuario. Tenés que entender esa mentalidad y tratar de estar a la altura de las circunstancias para darle el servicio que el productor quiere.
A veces ese servicio hay que adecuarlo según la mentalidad de ese productor. A su vez, las generaciones van cambiando. Es decir, hoy estamos lidiando con generaciones que van transitando distintos cambios a nivel generacional, la irrupción de la tecnología de la información.
Esta es una cuestión totalmente disruptiva para todos los sectores, pero el sector agropecuario viene, sin duda, siendo un cambio muy importante. Cada vez más vemos que la tecnología se introduce como herramientas de recolección de datos.
La capacidad de analizar esos datos empieza a hacer la diferencia y la posibilidad de ser más eficientes utilizando toda esa información.
¿Para un emprendedor cuáles son las oportunidades y cuáles son las limitantes?
Siempre me gustaron bastante todas las cuestiones tecnológicas.
Es un driver mundial, que alcanza a todos los sectores de actividad y que en el sector agropecuario, en toda la cadena de agronegocios, es muy importante. Las nuevas generaciones van para ese lado, van apostando a la tecnología, a la velocidad en la comunicación, a utilizar ese tipo de herramientas.
Continuar eso y darle la atención para poder incorporar ese tipo de herramientas es muy importante para cualquier etapa de la cadena agroindustrial.
En cuanto a limitantes, siempre insistimos mucho en el tema de la educación y la parte de la formación de la gente, la habilidad de recursos humanos, que es donde está realmente la diferencia. Contar con buenos equipos humanos, para cualquier tipo de actividad, es donde se hace la diferencia. Porque al final, vivir muchas horas en el trabajo, tener equipos de trabajo saludables, gente con cultura común, es muy importante.
A veces las limitantes pasan por ver cómo logramos que la gente que trabaja con nosotros, o cuando salimos a buscar nuevos recursos, puedan rápidamente sintonizar y ser parte de un equipo y tener esas habilidades.
El factor de educación es muy importante en el corto, mediano y largo plazo.
El gran desafío como país es que tenemos poca gente y hay que educarla más y mejor, para poder lograr el desarrollo en conjunto de la sociedad.
Hay gente que no está para nada familiarizada con la actividad agropecuaria o la ruralidad. Es difícil encontrar gente que una el gusto por el campo, por las actividades agropecuarias, que tienen sus particularidades y que son cosas distintas a lo que puede ser trabajar en sistemas, en una oficina o en un lugar con otro tipo de condiciones.
Encontrar esa gente que reúna esas condiciones termina siendo un bien escaso y a veces una limitante. La responsabilidad es de nosotros en tratar, como sociedad, como empresas, como gremiales del sector, a nivel de políticas públicas, de generar entre todos las herramientas que puedan potenciar a la gente.
Hay muchos trámites que hacen complejo y se ven formas de burocratizar la actividad, pensada por gente que no conoce en profundidad Hay muchos trámites que hacen complejo y se ven formas de burocratizar la actividad, pensada por gente que no conoce en profundidad
En cuanto a normativas y regulaciones, ¿qué se podría mejorar o cambiar?
Hay que hacer más eficiente la burocracia, hay muchos trámites que hacen complejo y se ven normativas o formas de burocratizar la actividad, que está pensada por gente que no conoce en profundidad. Hay normas antiguas o inadecuadas para la velocidad de las herramientas informáticas, que es necesario aggiornarse y digitalizar más.
¿Cuáles son los desafíos para el empresario uruguayo?, ¿por qué no acostumbra a decir que le va bien en sus negocios?
No me considero un empresario exitoso, sí soy un empresario emprendedor, al que le gusta tomar riesgos, apostar a la gente y trabajar en un clima equitativo con su equipo.
A veces se pone todo en la misma bolsa y se tipifica de empresario a mucha gente que no lo es, y eso empaña el concepto. Habría que revalorizar al empresario.
Hay muchos empresarios que intentan hacer bien las cosas y que aportan a la sociedad en distintos ámbitos.
El empresario tiene un rol muy importante y habría que rejerarquizarlo.
La mentalidad de la gente más joven viene cambiando para bien.
¿Cómo ve la situación de los distintos subsectores del agro?
La lechería es una gran escuela, porque implica mucho trabajo e inversión. Es una muy buena escuela para tomar decisiones y para ser empresario.
El mundo necesita una seguridad alimentaria, que lo mostró la pandemia, y se necesitan alimentos y fibras de calidad. Uruguay tiene una ventaja competitiva respecto al mundo en esa producción. Si estamos convencidos de eso y que Uruguay tiene un diferencial para ofrecer, tal vez necesitamos golpear más puertas y tener más acuerdos comerciales, lo cual es un buen rumbo.
Hay un tema del cuidado del ambiente que cada vez es más importante, y la preocupación por eso está entrando en todos los niveles de la producción.
Necesitamos ser sostenidos y tener gente capacitada que pueda hacer esa diferencia, ahí está el gran desafío, con las políticas públicas que acompañen.
¿Qué opina de la operativa de grandes fondos y empresas en el agro?, ¿qué pasa si le ofrecen asociarse o comprarle su empresa?
Cuando vienen empresas a apostar a Uruguay, sean de donde sean, del tamaño que tengan y sean profesionales en el enfoque, siempre suman.
Llegaron muchas empresas que hicieron muy buenas cosas, han profesionalizado y nos han enseñado un montón. Generaron a nivel rural el desarrollo de profesionales y empresas que se han profesionalizado, gracias a que determinados proyectos agroindustriales se instalaron en el país. Eso lo veo como una cuestión muy positiva, porque tuvo efectos valiosos en la formación de capital humano.
Por supuesto que hay amenazas, y los jugadores en el mundo cada vez son más grandes, hay consolidaciones que se dan en distintos sectores y eso ocurre también en el agro.
Hay que estar preparado para cualquier situación. Hace años que trabajamos de la manera más profesional posible para tratar de ser competitivos.
Apostamos a ser una empresa de primer nivel y siempre estamos mirando a los principales jugadores del mundo, para tratar de sintonizar con ellos y estar a la altura de las exigencias.
Si viene alguien a asociarse o a competir hay que estar preparado. Si dan carrera, vamos a correr. Habrá que ver cómo se hace, si se hace juntos o por separado, pero la pelea la vamos a dar.
No estamos cerrados a nada. Hay situaciones de mercado o la evolución de cómo se va dando esto de la tecnología, que es difícil de prever. Hay empresas demasiado grandes en el mundo como para cerrarse. Hay que tener cabeza abierta y ser flexibles.
El cuidado del ambiente cada vez es más importante, y la preocupación por eso está entrando en todos los niveles de la producción El cuidado del ambiente cada vez es más importante, y la preocupación por eso está entrando en todos los niveles de la producción
Considerando estos temas de la educación, los jóvenes, la tecnología y la economía, ¿qué opina de las propuestas de los partidos políticos para las próximas elecciones generales?
Hay muchos diagnósticos. Es claro que hoy Uruguay es un país caro.
Ninguna de las propuestas me termina de convencer de que en el próximo período de gobierno se logre alivianar el peso que tiene el Estado, para ser un país competitivo y, justamente, promover el sector agroexportador.
Ninguna de las propuestas me está convenciendo, si bien coincido con muchos de los diagnósticos, estamos en un lugar difícil en cuanto a qué podemos hacer y qué efectivamente se va a hacer.
¿Cuáles son los próximos planes de la empresa?
La aspiración de estar más cerca del productor es siempre nuestro norte. Si para lograr ese objetivo se decide hacer una visita al establecimiento rural o atender al productor vía web, con un formato digital, o con un local cercano, es lo que estamos estudiando.
La empresa entendió que precisaba tener una proximidad al litoral norte, entonces se apostó a la apertura de un local en Salto.
En esa línea puede haber otras zonas a las que sea necesario acercarnos más al productor, para dar un mejor servicio.
Un tambo pastoril y la gente
Cinco años tenía Diego Mora en 1981, cuando su padre instaló un establecimiento de producción lechera en el departamento de Florida, que hoy tiene un rodeo de unas 1.500 vacas para alcanzar una producción cercana a 23 litros diarios por vaca.
Esta actividad tiene una importancia significativa para el empresario, que entre sus principales decisiones se encuentra la de mantener en funcionamiento el tambo familiar y, en la medida de lo posible, apostar a su crecimiento.
Este emprendimiento lechero se realiza bajo un sistema de producción “pastoril” y con “bastante énfasis en la suplementación con granos”, además de “mucho manejo de reservas y ensilaje” en cuanto a la disponibilidad de alimento para las vacas, con el objetivo de “mejorar” los indicadores de producción, dijo Mora a Agro de Búsqueda.
En Uruguay la productividad promedio de leche es de 18 litros por vaca por día, con tambos que tienen un promedio de 141 vacas en ordeñe y una extensión de 220 hectáreas, según datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale).
En un video divulgado por la empresa Almacén Rural por estos días, como parte de la difusión de la estrategia de expansión de su operativa en el departamento de Salto, se relata que “la Agropecuaria Salto cambió de nombre y pasó a llamarse Almacén Rural, pero Gabriel va a seguir siendo Gabriel (…) y Casimiro, quien después de haber recomendado fertilizante para su cultivo, va a seguir siendo Casimiro. También va a seguir estando María José quien será nuestra nueva gerenta”.
Esos comentarios parecen estar, en el mismo sentido que la visión del empresario que lidera la firma en cuestión, respecto a su postura de priorizar el valor del capital humano, principalmente cuando se trata de personal capacitado, que conoce las peculiaridades del sector agropecuario y la idiosincrasia del productor uruguayo.