Esto ha tenido como desenlace ciertos cambios en la ley de la UAM, que serán votados por el Senado el próximo martes 2 de julio, donde se plantea limitar la potestad del presidente, e incluso se puede sesionar sin su presencia. “Anteriormente si no estaba de acuerdo con las resoluciones, se levantaba de la mesa y se quedaba la sesión por la mitad”, se explicó.
Las resoluciones seguirán funcionando en base a votación por mayoría. A su vez, se eliminará el artículo que señalaba que las resoluciones referidas a la aprobación del presupuesto, gastos o inversiones, y a aspectos vinculados con la política institucional de la empresa, debían contar con el voto conforme del presidente.
La misma fuente señaló que “esta situación ha impedido avanzar en soluciones del plan de negocios”, considerando que se trata de una obra que “fue hecha con una inversión grande, de US$ 80 millones, el 100% con pasivos, por lo que la granja está endeudada por tres generaciones”, advirtió.
El proyecto abarca tres fideicomisos. El principal tiene como garantía al Sucive (Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares); el segundo con el Banco República (BROU); y el tercero con República Afisa.
Puntualizó que el fideicomiso del BROU “se pactó con tres años de gracia y luego se pasó a cinco, porque en marzo del año pasado había que empezar a amortizarlo”, pero “el problema central es que hoy hay un equilibrio en los gastos y los ingresos, por lo que se sabe que no se puede amortizar ese fideicomiso”.
También se señaló que un objetivo era que “crecer en las Zonas de Actividades Complementarias (ZAC), donde hoy hay muy pocas empresas instaladas”. Indicó que “se esperaba un crecimiento mayor para poder amortizar los gastos”, algo que “no se dio”, y “en el corto plazo no se va a dar”, estimó.
Diferencias
La gran diferencia está instalada en que los mayoristas de frutas y hortalizas no tienen otra alternativa que ir a la UAM, el resto no le ve atractivo al lugar. Además, se señala que cuando ocurrió el cambio en la gobernanza –con la entrada del Poder Ejecutivo– los predios dejaron de ser de la UAM, por lo que los empresarios no ven seguridad en el proyecto.
Para poder hacer frente a los gastos, ante las obligaciones financieras, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) definió que del Fondo de la Granja destine US$ 1 millón por año durante 15 años, monto que no tendrá que devolver.
A su vez, se tuvo que ejecutar la garantía en base al Sucive, que permitirá generar margen para poder pagar las obligaciones “por unos meses más”, se informó. Fue así que “se pudieron pagar 11 cuotas de la amortización con fondos propios, por lo que la UAM se quedó sin recursos genuinos para cualquier contingencia”, se explicó.
La fuente lamentó “la realidad de la UAM”, que “no genera ingresos para poder pagar la mitad de la amortización”, por lo que “todos sabemos que está complicada su viabilidad económica”.
La visión de los operadores
La misma preocupación manifestaron a Agro de Búsqueda los representantes de los productores e integrantes de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU), Ariel López y Marcelo Moizo.
López señaló que desde el directorio “ven como única solución aumentar las tarifas”, algo a lo que los productores se han opuesto rotundamente.
Recordó que “la promesa” al plantearse la propuesta de mudanza del viejo Mercado Modelo a la UAM fue que “no se aumentarían las tarifas, porque se iba a manejar en Unidades Indexadas, pero no está alcanzando”. Advirtió que esta situación “es peligrosa”, porque “se van a ir los chicos, se va a concentrar la comercialización y eso sería nefasto para la producción”.
A su vez, reconocieron que el área financiera de la UAM “ha tenido una gestión de cobros totalmente ineficiente”, ya que la morosidad alcanza los $ 180 millones, monto que equivale a tres meses de facturación de metros totales. Explicó que “si bien los números rojos los genera el plan de negocios, esto incide en la recaudación y no hay soluciones”, porque el Mercado Modelo “no perseguía al que debía, pero nadie debía tanto”.
Moizo indicó que la UAM se hizo “sin poner un peso de capital”, sino en base a los fideicomisos. Comentó que “incluso a los gerentes que se han ido les llamaba la atención cómo el proyecto se concretó sin que nadie pusiera plata”. Opinó que “esa es una mala señal, porque demuestra que no había nadie empujando de atrás”.
“No somos economistas ni inversores, pero con lo que vimos en estos tres años nos alcanza para saber qué cosas no se han cumplido ni se van a cumplir” respecto al esperado crecimiento de la ZAC, coincidieron.
“La rentabilidad es la misma o menos que en el Mercado Modelo, pero muchos que estaban bien ubicados en las viejas instalaciones hoy no están cerca de la zona de mayor circulación, y eso lo sienten en su facturación” sostuvo López.
Moizo reconoció que “estamos en un lugar que es más seguro y más limpio que el anterior, con más orden también, a pesar de que no estamos en las condiciones que nos prometieron”.
Agregó que “veníamos a un mercado de última generación, donde se nos prometía que íbamos a trabajar con un banco de envases”, y también lamentó que no se aproveche la infraestructura. “Es como darle un auto de Fórmula 1 a un piloto de Fórmula E”, comentó.
Consideró que el proyecto “tiene una carencia grande”, porque la ZAC, “que iba a sostener todo el proyecto, no logra despegar ni ser atractiva para los privados”. Entonces, “tenés un costo operativo de 30 hectáreas que se sostiene con 5 hectáreas, que son las que están operativa. Esto lleva a que la UAM esté en números rojos”, añadió.
López afirmó que “hay falta de profesionalización para gestionar nuevas áreas”. Reclamó una mirada “más global”, porque “tampoco se logró atraer al sistema financiero, más allá de un local del Banco República, y están esperando que vengan los inversores”, pero “hay que hacer una búsqueda constante, invertir para vender la infraestructura” planteó.
El productor consideró que “el problema de Garín, sacando otros puntos, es que es un político, no un comercial”, mientras que Adriana Zumarán “es una doliente de cualquiera de esas decisiones, porque es productora y se ve perjudicada o beneficiada por cada medida que allí se toma”.
Sostuvo que las perspectivas “no son buenas”. “Según textuales palabras del gerente financiero: necesitamos a alguien que ponga plata, y no es una frase nueva. El problema es que no tenemos al frente a gente capacitada para dirigir un proyecto de esta envergadura”, afirmó.
Otro problema que señaló Moizo fue el crecimiento de la plantilla, que pasó de 80 trabajadores en el Mercado Modelo a 180 en la UAM; y advirtió que se está pidiendo incorporar más, elevando aún más el costo operativo.
“Esta mudanza ha tenido un aumento de costos también para cada operador”, señaló Moizo. Planteó como ejemplo que su empresa tenía 74 metros en el Mercado Modelo y en la UAM tiene 70, sin embargo “la tarifa aumentó 50% de un día para el otro”.