Unos 20 años atrás se inició el deterioro imparable, el desgaste y la desfiguración de las rutas verticales y horizontales de todo el país. Las rutas del turismo y las rutas del trabajo. Abandono y descuido también nacional, creciente y alarmante en los 15 años, económicamente prósperos, anteriores al gobierno de la coalición. Pero un señor ministro de Transporte y Obras Públicas de este gobierno, gran usuario de esas mismas rutas, se hizo cargo de la ciclópea tarea de la construcción y la reconstrucción de nuevas y viejas rutas, como la gran diagonal Ruta 14, que comienza en Mercedes y atraviesa todo el territorio, de oeste a este, y pasa por Palmar, Trinidad, Durazno, Ciudad del Carmen, Sarandí del Yí, Zapicán, José Pedro Varela y Lascano, para culminar en el balneario La Coronilla, en la Ruta 9. ¡Todo el centro del país de oeste a este!
Ahora bien, si tomamos la Ruta 8, en Punta de Rieles, se nos ofrece una gran doble vía hasta el entronque con Ruta 9, en el km 70 ¡Maravillosa nueva obra!, con doble carril y nuevos puentes. Lujo para Pando, Olmos, y en Ruta 11 La Palmita, San Jacinto, Estación Atlántida. Desde Solís de Mataojo al noreste está toda repasada y ensanchada hasta Aceguá, en Cerro Largo, frontera con Brasil.
La 6 y la 7 están renaciendo con pujanza. Gran beneficio para las localidades sobre la 7: Fray Marcos, Tala, Gallinal, Nico Pérez, Cerro Chato, Santa Clara. La Ruta 6, ensanchada hasta Fraile Muerto, está quedando notoriamente renovada. Esa gran ruta que comienza en la calle Cuchilla Grande y une Sauce, Santa Rosa, San Ramón, Capilla del Sauce y Sarandí del Yí.
Se acaba de pavimentar el acceso al gran puente del km 329, construido por el gobierno de Lacalle Herrera, que atraviesa el río Negro en el medio del país productivo; desde allí, la 6 sigue por Caraguatá (en el cruce con Ruta 26) y culmina su derrotero de los viejos charrúas en Vichadero, en Rivera, hasta la frontera, y de allí a Bagé, en Brasil. ¡Desde Sarandí del Yí, por Capilla de Farruco, en adelante, era un calvario transitarla! Pues ahora la veremos toda pavimentada a nuevo, surcada por innumerables camiones que portan riqueza (carnes, granos, maderas) y alegrando la vida y el desahogo de tantos Mevires, de gente de trabajo rural y de escuelitas rurales.
Obras son votos para sus autores y progreso para el país. Y Lacalle Pou complementó la obra pública que hizo su padre, culminando esta maravillosa arteria de vida diaria, desde el hondo Tacuarembó (la cuenca del Yaguarí) hasta la capital.
La Ruta 3 y la Ruta 5 comienzan en Montevideo y terminan en Rivera y Bella Unión, ambas transformadas o en proceso de tal por obra y gracia de este enorme Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Quien tome la Ruta 5 desde Montevideo y llegue al km 45, en Canelones, no puede menos que sonreír al toparse con la gran entrada a la capital canaria, en la intersección con la Ruta 11, que viene desde Atlántida.
Pero su asombro seguirá creciendo a medida que admiramos nuevos puentes, sobre las innumerables cañadas al borde de ambas manos. ¡Qué oceánico trabajo de nivelación y ensanche para el nuevo trazado de doble vía de Durazno a Montevideo, atravesando añosas entradas a ciudades como Florida y Sarandí Grande!
Llego al río Santa Lucía, en el km 45, en su legendario Paso de Pache. Durante los gobiernos blancos de 1958 y 1962, se construyó el larguísimo puente Pache. Ahora, en final de transformación de un flamante puente doble vía. ¡Admirable! Cambiando media cebadura, seguimos admirando la pujante nueva doble vía hasta la ciudad de Durazno. Y desde allí vamos a Paso de los Toros, en el km 250, por ruta ensanchada y reparada, que culmina esa mejora en el km 500, en la ciudad de Rivera. Al llegar al río Negro, nos sorprenden los ya realizados e inaugurados dos nuevos puentes para tránsito pesado y forestal, que sirven a la planta de celulosa UPM, una ciudad aparte en marcha.
Y no dejamos de alegrarnos al ver toda terminada y surcada por los nuevos trenes la nueva vía férrea al Puerto de Montevideo.
Obras son amores, y para ellas la ministra Arbeleche pudo reunir en la inversión 3.800 millones de dólares. ¡Admirable gestión, digna del máximo aplauso!
Hay que recordar que el señor Mujica dijo socarronamente que se habían hecho “unas cuadras de rutas”.
Wilson, antes de partir, recomendó en testamento: “Descentralización y acondicionamiento territorial”. Seguramente, este gobierno conducido certeramente por Luis Lacalle Pou lo ha hecho sonreír en su cielo.
Ahora bien, analizando este paseo, no como límite de obras, sino como compasión para el amable lector, la Ruta 3, que comienza en el km 67 de la Ruta 1, traza su primera doble vía hasta la ciudad de San José de Mayo, autopista de lujo del ministro Falero: ¡doble vía completa! Cantero al medio, luces generosas, bicisendas a los dos costados y garitas para los pasajeros de ómnibus, que son verdaderos refugios. Lujo también para Rafael Peraza y la nóvel Villa María. Toda esta minuciosa puesta al día de la Ruta 3 llega hasta las termas salteñas y las cañas de azúcar en Bella Unión.
Decenas y decenas de puentes ensanchados en esa ruta y en todo el país.
Aún me restan recorrer las dos reinas de las rutas: la 1 y la 2, con la 12, que llega al Puerto de Nueva Palmira, la granera y la turística de los argentinos, que termina en el puente Gral. San Martín, en el paso fronterizo con Entre Ríos. Y la Ruta 1, siempre en vigencia, hasta su nuevo puerto de pasajeros en la sacramental Colonia.
No podría terminar esta toma de conciencia de la obra pública en infraestructura sin subrayar la total renovación de la Ruta 30, en Artigas, y la emblemática transversal Ruta 26, que conecta Argentina con Brasil, que arranca en Paysandú, atraviesa Tacuarembó y termina en Río Branco, en el puente Mauá.
Tampoco podría dejar de destacar las obras en la más transitada de todas: la ruta Interbalnearia. Días pasados, un matrimonio argentino, con casa en Piriápolis, no terminaba de elogiar los by pass tan oportunos en los accesos a Parque del Plata (nuevo y muy necesario viaducto), Solís, Piriápolis, Punta Colorada, Punta Negra y Punta del Este: “Genial, genial”, decía agradecido.
Pero también, ante tanto empuje de obras públicas, quisiera, por su intermedio, sugerir al ministerio dos pedidos:
1) Si se continuara la Ruta 90, desde Guichón hasta Piñera Merinos-Sarandí de Navarros, la llamada “ruta de los charrúas”, y juntándola con la nueva Ruta 20 para que desemboque en el km 267 de la Ruta 5, en Estación Chamberlain, se desahogaría la Ruta 3 en su trayecto a la capital. Sería una gran bajada a la Ruta 5, y por ella a UPM.
2) Sugiero bituminizar la Ruta 4, desde Baygorria hasta Guichón y desde el río Queguay hasta Biassini.
Renovar es gobernar, para este goboierno ejemplar, transformador, cultor de la libertad responsable, reformador de la enseñanza, previsor de la felicidad de los jubilados, promotor nacional de viviendas, amaparador de la niñez, esperanzador de la patria, cumplidor de promesas postergadas por otros..., ¡rumbo prometido y cumplido!
Ángel Alfonso
