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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáBúsqueda publicó una carta que se tituló “El desempeño del presidente del BPS”, redactada por el Sr. Adolfo Bertoni. Luego de analizar el contenido queda claro que debió titularse “Quiero hacer daño a Alfredo Cabrera”, presidente del BPS.
No comparto que se publiquen cartas cuyo objetivo queda en duda: si es por dejar saber una postura personal de un asunto público —como se espera de una carta de lectores— o por dañar a alguien con nombre y apellido.
Seamos claros: conozco mucho y desde hace muchos años a Alfredo Cabrera, mi amigo el Gato, y puedo asegurar que es una excelente persona con enorme capacidad de trabajo, que desempeña el cargo que ocupa con plena conciencia y responsabilidad, y lo hace con muchísimo esfuerzo. Doy fe de ello, pues he dejado de verlo desde que está en la presidencia del BPS, porque casi siempre está preocupado de atender cosas “del Banco”, como él le llama con cariño en la intimidad. Conste que no he hablado con él para decirle que enviaría estas líneas. Las leerá cuando se publiquen.
No es mi intención aquí mencionar ni palabra de la reforma de la seguridad social ni de la campaña política. Ni siquiera me considero “blanco”. La intención es recordar cuánto mal le hace a la comunidad cuando alguien busca dañar a personas por disentir en opciones políticas. Es obligatorio recordarlo y es responsabilidad de todos tratar de evitarlo, por eso escribo estas líneas.
El escrito del Sr. Bertoni tiene buena pluma, pero no tiene buena intención. No se aproxima a la diferencia con buena fe ni tiene intención de construir. El deseo de agraviar del escrito tampoco resulta republicano y oscurece la respetable postura política que desea manifestar. Pudo haber expresado las diferencias sin necesidad de usar las groserías que utiliza.
No quiero ser quien genere enojo a nadie, tampoco al Sr. Bertoni, pero creo necesario reflexionar. Es increíble cómo en la sociedad se han roto y se siguen destrozando códigos básicos de respeto que eran distintivos de la sociedad uruguaya. El agujero social empezó hace unos pocos años y existe. El flagelo de “la grieta” acecha.
Escritos como el publicado por Búsqueda y escrito por el Sr. Bertoni cooperan para profundizar el rencor de unos contra otros y salpica cosas tóxicas a todos quienes vivimos en este país tan chico. Ojalá no haya sido la intención. La grieta se alimenta del odio y se va construyendo despacio, gota a gota. Luego nadie se va a hacer cargo de la inundación.
Será virtuoso actuar con prudencia.
Erico Buela