En la tribuna de Cerro los baños se rompían a patadas y los proyectiles volaban por el aire del Estadio Campeón del Siglo. En la cancha el árbitro Carlos Tejera dudaba: no había garantías para seguir el partido, le comunicaron desde la Policía Nacional. Una hincha de Peñarol cortada en la cabeza, un policía herido y caballos golpeados eran el resultado de otro domingo de violencia en el fútbol uruguayo. Tras el caos, y ante críticas de la oposición por la falta de acción, el Ministerio del Interior informó cambios y una nueva impronta para un problema que parece no tener solución.
El ministro Carlos Negro destituyó a Álvaro García como director de Seguridad en el Deporte, un cargo que el comisario mayor García ocupaba desde que se creó esa nueva unidad policial. “Se entiende necesario un perfil que reúna la doble condición en cuanto a la formación investigativa y a la operativa. Hasta hora la Dirección de Seguridad en el Deporte tenía una marcada formación investigativa y creemos que se deben combinar los dos aspectos para que tenga también la capacidad de reaccionar fuerte en el momento que sucedan incidentes”, argumentó Negro el lunes 28 en conferencia de prensa.
No fue el único anuncio. El ministro estuvo acompañado por la subsecretaria de Interior, Gabriela Valverde, quien dijo que se convocó a la Secretaría Nacional del Deporte para realizar cambios en las normas que regulan los espectáculos deportivos. Valverde aseguró que la intención del gobierno es ir más allá del decreto N° 1/021, encargado de sentar las bases para el registro de personas impedidas de ingresar a partidos y otros eventos.
“Lo que nos damos cuenta es que están regulados algunos aspectos en los espectáculos deportivos, pero hay otros que no están siendo evaluados, sobre todo en clave de convivencia y seguridad”, apuntó la subsecretaria, y habló de la elaboración de un “nuevo decreto”, de un “marco regulatorio integral”.
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El árbitro Carlos Tejera tras suspender el partido Peñarol-Cerro el domingo en el Campeón del Siglo
Daniel Rodríguez/adhocFOTOS
Según señalaron a Búsqueda fuentes policiales, las modificaciones apuntan a la logística y a la organización de los partidos en sus etapas previa y posterior. Algunos de los aspectos a analizar son la compra de entradas, la concentración de hinchas, el traslado a los estadios, el acceso y la evacuación.
De la conferencia de prensa también participó Alfredo Clavijo, subdirector de la Policía Nacional, y explicó que los hechos ocurridos en el partido Peñarol-Cerro fueron “producto de la descoordinación”. Todos los martes representantes de la Policía Nacional, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y los clubes involucrados en los partidos se reúnen para definir lineamientos de seguridad. En el encuentro previo a Peñarol-Cerro, el jefe de seguridad de Cerro había comunicado que los hinchas del equipo no iban a juntarse antes de ir al Campeón del Siglo; sin embargo, el domingo, día del partido, el jefe de seguridad de Cerro comunicó que los hinchas sí se juntaban en el Estadio Luis Tróccoli. Clavijo afirmó que esto trastocó el operativo policial, que debió diseñar una escolta de urgencia para la hinchada de Cerro, lo cual desembocó en arrestos y un clima hostil previo al partido.
Situaciones de este tipo son algunas de las que el Ministerio del Interior prevé cambiar de cara al futuro. “El ministerio va a ser especialmente riguroso en las sugerencias que les dé a los clubes del fútbol uruguayo, que si no están de acuerdo con lo planteado por el ministerio se verán inhabilitados de organizar el espectáculo. En esto queremos ser enfáticos”, subrayó Negro.
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La policía solo ingresa a las tribunas ante ciertas situaciones de violencia
Daniel Rodríguez/adhocFOTOS
El año pasado, Clavijo participó en el Parlamento de una actividad que debatió la violencia en el fútbol y apuntó a la infraestructura como una de las dificultades, incluida la de los estadios más grandes como el Campeón del Siglo, el Centenario y el Gran Parque Central. “Si se van a seguir construyendo y se van a modernizar escenarios, debería tenerse en cuenta un equipo técnico y profesional de la Policía Nacional que asesore y adopte la perspectiva de seguridad. Las debilidades que yo veo son que la infraestructura que hay para montar los operativos no es la adecuada, la tecnología no es suficiente aún y los recursos humanos, sea de la guardia privada o de la fuerza pública, no están especializados para esa tarea ni cuentan con mecanismos motivacionales”, analizó entonces.
Este último aspecto, el de los recursos humanos, no está en el foco de las autoridades. Negro rechazó que el Ministerio del Interior decida disponer el regreso de los policías a las tribunas. “Es un espectáculo privado generado por la organización de privados. Esto no quiere decir que la policía no intervenga o no ingrese, sino que lo hará en tanto y en cuanto sea necesario”, afirmó el lunes. Ayer martes reiteró esta posición durante un desayuno organizado por el medio de comunicación Somos Uruguay: “Si se genera algún tipo de desorden, disturbio o delito, para eso está la policía, para ingresar y tomar cartas en el asunto. Es lo que hizo el jefe del operativo el domingo en Peñarol-Cerro: ingresó y dijo que el partido no podía seguir”.
La policía dejó de estar en las tribunas de los partidos de fútbol en 2014. Desde entonces, numerosas unidades policiales operan en las afueras de los escenarios deportivos. Algunos efectivos trabajan dentro del perímetro de los estadios, encargándose de escoltar a los árbitros, proteger a los empleados de recaudación y registrar a las personas en las puertas de ingreso. Normas como el decreto N° 387/016 establecen que, ante ciertos incidentes, grupos de la Guardia Republicana pueden ingresar a las tribunas para garantizar el orden.
En 2022, el Ministerio del Interior mantuvo conversaciones con la AUF con el objetivo de retirar completamente a sus efectivos de los campos de juego, incluyendo las tareas de custodia de personal. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo. En esferas policiales —tanto anteriores como actuales— se entiende que muchos de los episodios de inseguridad en el fútbol son responsabilidad de la AUF, los clubes y las empresas de seguridad privada que estos contratan para sus partidos. Por eso surgen propuestas como las de 2022, que buscan evitar que recaiga sobre la Policía cualquier responsabilidad.
El mensaje de Carlos Negro
Durante la transición de gobierno, Negro acudió a la AUF para una reunión con su presidente, Ignacio Alonso, y los presidentes de Nacional y Peñarol, Ricardo Vairo e Ignacio Ruglio. El lunes 28, ya como ministro y tras la suspensión de Peñarol-Cerro, Negro conversó telefónicamente con Alonso y le planteó las exigencias que Interior hará a los clubes para la organización de sus partidos. Entre otras cosas se decidió que el encuentro entre Nacional y Cerro, que se disputará este sábado en el Gran Parque Central, no tendrá simpatizantes visitantes.
Estos lineamientos son posibles para la liga local, pero no para las competiciones internacionales que gestiona la Confederación Sudamericana de Fútbol, como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. En octubre, dos días antes del partido de vuelta entre Peñarol y Botafogo por las semifinales de la Copa Libertadores, la Policía Nacional comunicó al ministro del Interior, Nicolás Martinelli, la necesidad de disputar el encuentro sin hinchas visitantes. La alerta anticipaba posibles ataques contra seguidores del club brasileño. Martinelli notificó a Peñarol y la AUF que el evento se realizaría solo con público local. La resolución provocó una fuerte reacción por parte de la Conmebol, que exigió la presencia de ambas parcialidades y advirtió que, de no cumplirse, el encuentro se trasladaría a otro país y se aplicarían sanciones a Peñarol.
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Ignacio Alonso, presidente de la AUF, durante la presentación de la Dirección de Seguridad en el Deporte, en 2023, en el Ministerio del Interior
Presidencia de la República
Los anuncios realizados por Negro, en especial la salida de García, fueron criticados por Martinelli, quien la calificó de una “mala decisión política” y un “chivo expiatorio” que no obedece a fallas de gestión. “No hay respaldo para la policía, no existe una línea de mando clara y se pretende cortar el hilo por el lado operativo en lugar de asumir responsabilidades. La responsabilidad de lo ocurrido ayer es jerárquica y recae exclusivamente en el nivel político de conducción”, dijo en su cuenta de X.
La Dirección de Seguridad en el Deporte fue lanzada en noviembre de 2023, durante la gestión de Martinelli, y se designó como director a García por su experiencia en investigación y recolección de inteligencia como subdirector de la Dirección de Hechos Complejos. La intención fue facilitar y formalizar los contactos entre la Policía Nacional, la AUF y los clubes, muchas veces tensos y desarticulados, según los jerarcas de turno. Unos meses antes de la creación de la nueva unidad policial, la AUF había elevado al Ministerio del Interior un documento con detalle de los hechos de violencia protagonizados por distintas hinchadas del fútbol local. El informe recoge en 100 páginas incidentes que ocurrieron en canchas uruguayas desde el año 2000. En más de 20 está involucrado Cerro, que supera con distancia las menciones a Nacional y Peñarol.
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Carlos Negro y Nicolás Martinelli, durante una reunión de transición en febrero
Mauricio Zina/adhocFOTOS
Las fuentes policiales indicaron que, a diferencia de Nacional y Peñarol, Cerro no tiene líderes claros en su barra brava, que pese a ser de menor cantidad de integrantes es también más desorganizada y espontánea ante la falta de referentes, lo que deriva en más actos de violencia.
Mientras la Policía mira preocupada esta situación en Cerro, también profundizó la investigación sobre las internas de las barras bravas de Nacional y Peñarol. En Nacional dos de sus líderes, Alan Lorenzo y Carlos Cazenave, están detenidos en Argentina por participar de un grupo delictivo que planeó el año pasado robar un banco en Buenos Aires. A cargo de la hinchada quedó Carlos Abella y una de las hipótesis de la Policía es que otras bandas quieren aprovechar el momento para tomar el dominio de la hinchada. En Peñarol, por su parte, se retiró su principal referente, Emiliano Corbo, y entre los grupos en disputa por el poder se encuentra uno de Cerro Norte relacionado con Luis Alberto Suárez, alias Betito.