—¿Qué aprendizaje le dejó la obra del Ferrocarril Central?
Para Alejandro Ruibal, además de llegar a otros departamentos con el tren, “hay que mirar con mucho cariño” la posibilidad de completar la infraestructura vial hacia Argentina y seguir aumentando la “productividad logística”
—¿Qué aprendizaje le dejó la obra del Ferrocarril Central?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá—En mí, lo que se llama resiliencia. Fue la obra más desafiante de mi vida en términos de lo que quieras. Un proyecto sin antecedentes, con tecnología muy moderna como la que instalamos. De hecho, los operadores y maquinistas hasta ahora están aprendiendo. Con un sistema de control muy moderno que está andando muy bien. Todas las pruebas de la semana pasada dieron muy bien.
Resiliencia porque estuvimos al borde del colapso más de una vez y lo sacamos adelante. Esto fue durísimo, fue lo más desafiante, tengo tantas horas y noches sin dormir... Estamos acostumbrados a hacer obras grandes, pero nunca tan grandes, y en esta fuimos cuatro empresas (las uruguayas Saceem y Berkes, la española Sacyr y la francesa NGE). Siempre se aprende muchísimo. Habría hecho muchas cosas distintas.
—¿De qué se arrepiente?
—De haberles mostrado a todos los actores los riesgos que tenía la obra y no avanzar empujando y tratar de mejorar la planificación. Pero es una obra que dejó muchas enseñanzas a mucha gente. Fue la obra que despertó el mundo ferroviario, porque ahora ya hay ingenieros, obreros, capataces que trabajaron en ferrocarril en Uruguay, no existían maquinistas...
Esta obra venció la inercia y hoy se puede hablar del ferrocarril, la gente lo empieza a ver pasar, hay publicidad del ferrocarril. Es sinónimo de progreso. Un amigo me pasó un video que el tren le pasa por el fondo de la chacra.
Pasa por atrás de la casa de (el exministro Víctor) Rossi en el Paso Molino, también.
—¿Y qué aprendizajes dejó en el relacionamiento con el Estado?
—Aprendimos todos con este desafío gigante, que fue una PPP sin antecedentes. Todos los que actuamos aprendimos, de los tres lados de la mesa, porque están los financiadores también.
En otro país esta obra estaba parada, en juicio. Y el hecho de que el 33% sea de empresas locales hizo que se terminara, porque no podíamos irnos a ningún lado y somos empresas de hacer las cosas, buscamos la salida, el acuerdo. Ese componente local pesó mucho y con buenos socios, tanto los españoles como los franceses. Porque a veces cuando las cosas vienen mal y la empresa es 100% de afuera, dice: “Levanto campamento, dejo los abogados y vamos a un arbitraje”.
—Y a nivel país, ahora queda aprender de la operación y mantenimiento.
—Y espero que se pueda ampliar, ahora que aprendimos tenemos que seguir haciendo. El ferrocarril, para mí, es el símbolo de la mejora de la productividad de la logística del país, no quiere decir que lo resuelve, pero tenés un tren en una columna vertebral que llega a un puerto moderno, que ahora además va a estar dragado a 14 metros.
Este ferrocarril lo podés conectar con varios lugares del país, con poquita cosa más, pero además conectarlo con los vecinos.
—¿La vía central se puede conectar con los vecinos?
—Sí, sí. Con Argentina tenemos la misma trocha (ancho de vía) y Brasil tiene una distinta, pero no importa porque hay estaciones de transferencia e inclusive hoy hay equipamiento que tiene las dos trochas. El mundo resuelve eso con el material rodante.
Pero por Argentina llegás a Paraguay. Es algo que hay que mirar con mucho cariño: Montevideo como hub logístico, el ferrocarril central hasta Paso de los Toros, luego otra vía que llega a Algorta y a Salto, hay que completarla. Es una papa, la vía ya está. Después de Algorta a Fray Bentos la vía está. Pero lo importante es que por Salto te conectás con Concordia y los ferrocarriles en Argentina ya están para llegar a Posadas (Argentina) y luego a Encarnación, en Paraguay.
Paraguay tuvo ferrocarril, ahora lo están evaluando reflotar. Pero si nosotros conectamos los eslabones que ya existen, ya hablé hasta con el presidente de Paraguay y quedó muy interesado.
Sería una alternativa a venir por la hidrovía en barcazas o venir en ferrocarril. Es lo que pasa en el mundo, que compite la hidrovía con el ferrocarril y los camiones. Hay público y carga para cada modo. Esto sería muy bueno para seguir desarrollando el Puerto de Montevideo.