Desafiados por una serie de columnas publicadas en Búsquedaeste año por el economista Martín Rama, que plantean posibles soluciones “fuera de la caja” en seis áreas específicas, Isaac Alfie, un exministro de Economía colorado, y Gabriel Oddone, designado para ese cargo en un eventual gobierno del Frente Amplio, discutieron sobre el futuro de la economía uruguaya y, aunque con matices, compartieron la importancia de avanzar en una agenda de reformas microeconómicas. Coincidieron en particular en cuanto al diagnóstico y la necesidad de introducir cambios regulatorios en el sector de la salud.
Rama trabajó en el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), luego fue economista principal del Banco Mundial para Vietnam y se desempeñó como economista jefe para Asia del Sur y para América Latina de ese organismo multilateral. Entre sus publicaciones está El país de los vivos: un enfoque económico, un ensayo presentado en 1991 en el cual, recordó Oddone, se propuso controvertir las tesis dominantes de por qué Uruguay se había rezagado. “Lo que es interesante de ver es que, 30, 40 años después, estamos ante una nueva contribución de Martín, que no pone el énfasis en los temas macroeconómicos, sino que nos hace ver que hay una agenda de temas microeconómicos que es fundamental (...). Hoy, en Uruguay, tenemos una economía en términos históricos relativamente estable” pero, “si Uruguay no mejora su eficiencia asignativa, si Uruguay no tiene una capacidad de, digamos, aumentar la productividad”, no va a “poder aumentar el crecimiento. Y eso pasa por reformas en lo microeconómico, reformas estructurales, y pasa por conectar mejor el mundo del conocimiento con el mundo de los negocios, el mundo de la tecnología de la innovación con el mundo de los negocios, ahí está la agenda”, definió el nominado ministro de Economía de un eventual gobierno frenteamplista en 2025. Oddone añadió que “la eficiencia del Estado en algún sentido es la eficiencia del sector no transable, donde hay un terrible problema a resolver: es imposible ser competitivos internacionalmente con un sector no transable que tiene los niveles de productividad que tiene” en la actualidad.
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En sus seis columnas Rama planteó propuestas concretas para un próximo gobierno en materia de inserción internacional, fortalecimiento institucional, reforma del Estado, educación, salud y desarrollo sostenible, que en el Encuentro Económico de Búsqueda —organizado el martes 24 en Sala Magnolio junto al centro de análisis Ágora— resumió agrupados en bloques temáticos y fueron comentados por sus dos colegas.
Rama planteó en la charla que en los últimos 15 años el gasto real por estudiante en la enseñanza pública se triplicó, pero los resultados no acompañaron esa mejora. “Quizás lo mejor es pensar dónde está el aspecto de la máquina que no funciona y para mí, en el caso de la educación, es la asistencia” de los alumnos y de los docentes. Abogó porque el 100% de las escuelas y de los liceos de los barrios más difíciles sean de tiempo completo y realizar evaluaciones educativas tempranas a la totalidad del alumnado.
En el área de la salud, el economista evaluó que el sistema tiene “defectos, pero se hizo mucho con la (última) reforma”, aunque “el problema es que (la atención) sale muy cara”. Su propuesta es modificar los incentivos para disciplinar a los prestadores médicos e introducir un mecanismo “creíble” para cerrar aquellas instituciones que se vuelvan insolventes.
Alfie apoyó la propuesta de las escuelas de tiempo completo y planteó, asimismo, dar “mucha más autonomía” a los centros educativos. Pero introdujo otra cuestión: “La educación, en realidad, para los sectores de ingresos bajos y medios y medios bajos, es un monopolio, y (...) tenemos los resultados del monopolio. Entonces, hay experiencias sumamente exitosas”, como los centros educativos Impulso. En ese sentido, se expresó proclive a que las empresas y las personas físicas puedan hacer donaciones y, en retribución, darles el 100% deducible de sus impuestos de la renta.
Sobre el sistema sanitario, el exministro y exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto dijo que, como en otros sectores no transables, “el problema mayor es el desalineamiento fenomenal de los incentivos” que generan sobrecostos, en parte por una lógica de “buenismo uruguayo”. En ese sentido, dijo que él prohibiría que las instituciones prestadoras de salud tengan actividades ajenas a su giro y mencionó que el balance de una incluye “parte de un estacionamiento” de automóviles. También propuso que tanto los prestadores públicos como los privados deban ser gerenciados por equipos contratados de manera privada y que sean remunerados a rendimiento por resultados.
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Oddone, por su lado, expresó “vocación por incentivar la permanencia” en los centros educativos.
Respecto al área de la salud, compartió parte del diagnóstico hecho por Alfie. “Tenemos un gran problema en la gestión y la gobernanza del sistema de salud”, aseveró, y agregó que hoy en ese sector hay “personas que están de los dos lados del mostrador y el conflicto de intereses no funciona, gente que es empleada y proveedora y directiva de la institución, y eso es un problema. No sería un problema, mejor dicho, si esto no cerrara con un recurso público”. Para el economista frenteamplista, se requiere un “fortalecimiento de la regulación de la salud con un foco muy importante respecto de la transparencia del sistema”. Y, volviendo a la propuesta de Rama, comparó la dificultad de cerrar mutualistas insolventes con los problemas regulatorios que hubo en el sistema bancario en los años 90.
Agregó, también en sintonía con su colega colorado, que las economías de escala en una actividad como la salud son muy importantes. “No estoy seguro de que el número de prestadores que hoy tenemos sea el indicado. Creo que hay buenas oportunidades para que un mercado se concentre un poco más, tenga mejor eficacia para producir lo que provee, y por lo tanto creo que hay que trabajar en los temas de regulación del sistema sanitario de manera importante, porque ahí hay un costo muy grande para la sociedad, para el Estado”.
Inserción y Mercosur
Otras propuestas de Rama que se llevaron varios minutos de intercambio en el evento en Sala Magnolio refieren, por un lado, a la inserción internacional, para la cual el economista plantea negociar con China una concesión portuaria en la costa atlántica a cambio de lograr un acceso ampliado a su mercado chino para los productos uruguayos. Por otro lado, a la búsqueda de un fortalecimiento institucional mediante la adopción por parte de Uruguay de los criterios institucionales básicos de la Unión Europea.
Surgieron algunos puntos de consenso entre los comentaristas.
Alfie tomó distancia de concederles a los chinos un puerto “por razones políticas a cambio de algo” y confesó que tampoco lo “entusiasmó mucho” la aspiración del actual gobierno de discutir un tratado de libre comercio con China. “Sí entiendo que Uruguay debe buscar acuerdos parciales” de apertura de mercados, “como ha hecho (...), y hay que profundizarlos muchísimo más”, señaló. En paralelo, propuso que el país adhiera a tres acuerdos que existen “y que el Mercosur no va a decir que no”: de compras gubernamentales, de tecnología de la información y de la economía digital.
Para el economista colorado, más allá de eso, Uruguay debe “liberar, bajar todos los aranceles a los mínimos” posibles “sí o sí”, eliminando las “regulaciones en las importaciones y en las exportaciones, que son enormes y que producen costos por todos lados”.
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Oddone dijo que lo que le “seduce” de la propuesta de Rama sobre la Unión Europea es “comprar un enforcement” y una “hoja de ruta” para que Uruguay camine hacia una mejora institucional. “La agenda que tenemos por delante es una agenda de país de renta alta y estas son las cosas que hay que discutir”, alegó.
Sin desechar de plano la propuesta del puerto como una idea para aproximarse a “una economía pujante” como la china, el designado ministro de Economía en un eventual gobierno de Orsi acotó que lo importante es cómo lograr, “sin romper con el Mercosur por lo menos en el corto plazo, hacer cosas” para moverse “fuera del perímetro” fijado por el bloque. En ese punto, compartió con Alfie la importancia de lograr acuerdos con distintos mercados, aunque sean parciales, y de bajar costos al comercio exterior: “Tenemos que reducir la regulación y los costos de importar y exportar en Uruguay”.
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