—¿Cómo ve la economía uruguaya?
—Viene creciendo y está mostrando resiliencia. Si miramos lo que fue el 2023, con un fuertísimo impacto de la sequía, con un desacople cambiario importante en Argentina, que llevó mucho consumo para allá, así y todo la economía creció, poco pero creció. Y este año retomó una senda de crecimiento fuerte, donde el factor climático no jugó la mala pasada del año anterior y se ven números de recuperación de las exportaciones, del consumo, del empleo, del salario real. La inflación ha caído de forma importante; el mecanismo que el Banco Central incorporó en esta administración lo que hace es dar una predictibilidad diferente, un ancla inflacionaria diferente.
Tenemos una mirada positiva de la economía uruguaya.
—¿Ve un escenario de inflación baja consolidado?
—Estamos entrando ahora en un período eleccionario... Lo pondría de esta manera: si mantenemos el comportamiento y las herramientas que el Banco Central ha utilizado para anclar la inflación con objetivo de tasa y demás, deberíamos seguir en un proceso de inflación totalmente controlado.
—Menciona el ciclo electoral. ¿Los mensajes de campaña producen incertidumbre sobre el manejo de la economía?
—Estamos en una situación de poder consolidar la inflación dentro del rango meta. Se ha sido exitoso en ese sentido, y no veo nada que me haga pensar que vayamos a salir de esa situación.
—¿Qué dice sobre la situación fiscal?
—El (resultado) fiscal, si miramos punta a punta, ha mejorado. Tal vez lo que no se pudo es mejorar en el sentido del espíritu que tuvo el gobierno, de ser más ambicioso.
Estamos en 4,4% (del Producto Interno Bruto); estuvimos bastante por encima de eso. Y no nos olvidemos de lo que fue la pandemia, lo que fue el impacto de la sequía o los impactos internacionales de todos estos desacoples y las guerras. Tuvimos muchos impactos que podrían haber llevado esa trayectoria a un nivel mucho peor. Yo lo evalúo como algo aceptable dentro de lo que fueron los tremendos desafíos que tuvo la economía.
Claramente, deberíamos seguir consolidando esta situación, y bajar el déficit fiscal es un objetivo que debería tener cualquier gobierno que sea elegido.
—En este contexto económico, ¿cómo se está comportando el negocio bancario?
—Viene evolucionando de forma positiva, ha acompañado el ciclo económico, sobre todo, el rebote después de la pandemia.
En Itaú hemos crecido fuertemente en créditos, hemos consolidado negocios y hemos abierto otras líneas de negocios. Han sido años donde hemos crecido de adentro para afuera, acompañando a clientes con un montón de proyectos. Eso es sumamente positivo.
Después, tuvimos un efecto tasa de interés, que también pegó. Ya estamos empezando a pegar la vuelta, tuvimos una baja anunciada por la Reserva Federal el mes pasado y nuestro equipo macro pronostica bajas adicionales; no es un tema que nos desvele.
Pero, claramente, han sido buenos años para el sistema financiero y esperamos que sigan siéndolos. Eso también depende del nivel de inversión. Si el clima de negocio continúa fuerte y, digamos, Uruguay se sigue posicionando como hoy, como un buen hub para inversiones, para negocios de tecnología… En la mirada internacional, la prueba (de ese buen posicionamiento) fue la reciente emisión del bono en dólares al 2060, del que fuimos parte. Para un libro de unos US$ 1.000 millones hubo casi US$ 4.000 millones de pedidos, y se colocó a una tasa realmente emblemática; eso habla de una confianza país, en la evolución de los negocios y en la conducción.
—¿La campaña electoral está influyendo en esas decisiones?
—No vemos nada que nos preocupe de lo que son nuestras métricas en el banco. De hecho, la cartera de créditos en setiembre continuó creciendo de forma importante. Así que negocios se siguen haciendo, nuestros clientes siguen con sus proyectos.
—¿La interpretación que debe hacerse es que para los inversores y para sus clientes es lo mismo que gane al Frente Amplio o que se mantenga la coalición multicolor?
—Estamos mucho en contacto con inversores del exterior, y claramente, en lo que pasó en las últimas semanas con respecto al rebalanceo de portafolio, ahí se vio un impacto. El dólar saliendo de niveles de $ 39 pico y yendo hasta niveles de $ 42 y ahora pegando la vuelta. Y la tasa de interés, más o menos lo mismo; los bonos se fueron de rendimientos de nueve y pico por ciento a 10 y poco y ya volviendo. Lo que incidió mucho en ese rebalanceo de portafolio —lo han dicho todo el espectro político y los analistas— es el ruido por el plebiscito de la seguridad social. Pero, después, varias voces se han alzado —el gobierno, la oposición, los principales candidatos, los técnicos del Frente Amplio encabezados por Gabriel Oddone, quien va a ser el próximo ministro de Economía si gana la oposición— diciendo que esto sería muy malo para el país. Entonces, a partir de ahí las variables volvieron a niveles anteriores.
—¿El escenario base para el banco es que la papeleta del Sí no se aprueba?
—El banco no tiene escenario de si sale o no sale, porque tiene una mirada de largo plazo con el país. Tiene un montón de negocios en el país. Somos uno de los principales bancos, con una cantidad de clientes enorme y tenemos mirada de largo plazo.
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El nuevo CEO de Banco Itaú Uruguay
Javier Calvelo-adhocFOTOS
—Antes dijo que han sido buenos años para el sistema financiero en general. La ganancia de Itaú ronda los US$ 215 millones en lo que va del año. ¿Ese es un buen número en términos de rentabilidad? ¿Están conformes?
—Es un muy buen número que tiene Itaú en Uruguay, sí.
—Gerentes de otros bancos dicen que la rentabilidad del negocio en Uruguay es baja. ¿No está de acuerdo?
—En Itaú tenemos un muy buen retorno.
También tenemos que mirar con los costos que estamos lidiando, y ahí es donde se ajusta ese comentario. Estamos en un sistema que tiene costos enormes en comparación con otros mercados. Acabo de mencionar que venimos de años de tasa cero (a nivel internacional) donde parte de esos resultados obedecen a una suba de la tasa, pero la tasa es circunstancial. Mientras tanto, Itaú está haciendo un montón de cambios y transformaciones hacia adentro para servir mejor a nuestros clientes y tener niveles de rentabilidad sostenibles.
Es un desafío grande, que en algún momento se le va a tener que dar una vuelta para hacer las cosas más sostenibles, porque hoy la Caja Bancaria está en una situación complicada Es un desafío grande, que en algún momento se le va a tener que dar una vuelta para hacer las cosas más sostenibles, porque hoy la Caja Bancaria está en una situación complicada
—Por el lado de los costos, ¿dónde identifica los mayores problemas? ¿Son los costos laborales o también los regulatorios?
—Los costos laborales son importantes. Estamos en una economía con una parte laboral rígida, que me gustaría que sea bastante más flexible. Pasa mucho más por ahí.
En lo interno, para nosotros la meritocracia es clave, el pago por la performance y no porque estás hace un montón de años. Para nosotros esa mirada es clave de cara al futuro.
Después, a nivel regulatorio entiendo que se han hecho cosas en los últimos años donde se ha mejorado, pero queda bastante por hacer.
—La digitalización es una apuesta fuerte de todos los bancos que baja costos. ¿También los fortalece frente al gremio bancario?
—La digitalización lo que hace es darles herramientas mucho más ágiles a nuestros clientes. Eso es lo que nosotros miramos: mejores formas de acceder, más rápido, en cualquier lugar del país. Somos una institución con agencias a lo largo del país, pero tenemos clientes incluso en departamentos donde no tenemos agencias físicas. Eso obedece a tener una fuerte oferta digital con productos muy buenos y ágiles.
—Las medidas tomadas ante la situación de la Caja Bancaria también incorporó costos a las instituciones. ¿Cómo los procesaron?
—La Caja Bancaria es un tema importante, sensible, sobre todo mirando la proyección para los próximos años. Se está trabajando fuertemente desde la Asociación de Bancos Privados. Es un desafío grande, que en algún momento se le va a tener que dar una vuelta para hacer las cosas más sostenibles, porque hoy la Caja Bancaria está en una situación complicada.
—¿No alcanza con las medidas tomadas hasta ahora?
—Son paliativas, para ir atravesando los próximos años. Pero si uno escucha a los técnicos, que hay miles de entrevistas por ahí, lo que dicen es que no es sostenible.
—Frente al plebiscito de la seguridad social, ¿desde la AFAP se está manejando un plan de contingencia ante una eventual aprobación?
—Estamos atentos a lo que eventualmente pueda pasar. Tenemos trabajos y evaluamos distintas situaciones, pero la realidad es que debemos esperar a ver cómo sale la votación.
—Otro eventual plebiscito es el que impulsa Cabildo Abierto por la “deuda justa”. ¿Cómo lo analizan?
—Desde la Asociación de Bancos hemos hecho un trabajo enorme con avanzar en esta posibilidad de que la gente que estaba en situación de impago y categoría 5 tenga su posibilidad de regularizar su situación. Nos enfocamos en eso. En lo que es la banca (el programa) ha evolucionado muy bien.
—¿Tiene datos de cómo viene siendo su aplicación en OCA?
—No.
—¿Este programa soluciona el problema del endeudamiento?
—Fue bueno tomar esta medida; es importante dar la señal y darle la posibilidad a quien está en esa situación de que la corrija.
—¿Hay un sobreendeudamiento generalizado o es un problema acotado a un sector de la población?
—Es más un tema acotado.
—Destacó el crecimiento del crédito que tuvo el banco. ¿Qué sectores fueron los que más empujaron? ¿El agro?
—Hubo varias verticales, la del agro y los proyectos de riego, de infraestructura, y todo lo que es real estate o desarrollos inmobiliarios. También crecieron bastante lo que son los créditos hipotecarios a personas físicas, a familias.
Estos crecimientos superimportantes de la cartera se dieron con niveles de morosidad muy estables, en el torno al 1%.
Hay un fuerte componente de clientes jóvenes de miradas modernas del negocio, sobre todo de la utilización del banco, sea para productos o para sus empresas.
Tenemos una mirada de relacionamiento de largo plazo con nuestros clientes, no de dos o tres años. Como dice el eslogan del banco: “Estamos hechos de futuro”.