—¿Qué perspectivas ve en materia de inflación tras el cambio de gobierno?
El director del Ceres señala que, entre la inflación y el valor del dólar se planteará “un dilema y será importante no generar falsas expectativas”
—¿Qué perspectivas ve en materia de inflación tras el cambio de gobierno?
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá—Si tenemos un régimen monetario —con la tasa de interés como instrumento, que es mucho más claro que el anterior— basado en un objetivo de inflación establecido, es bueno que se cumpla. El gobierno saliente tuvo el récord de cantidad de meses dentro del rango establecido por el Banco Central y es algo muy valioso. Eso es un avance y hay que mantenerlo, lo cual, obviamente, va a generar tensiones, tengamos claro, con el valor del dólar. Hay que saber que lo que se logró fue a costa de mantener un dólar y a costa de las posibilidades de competir de empresas que dependen de su relación de precios con el exterior. No estoy diciendo que la solución a la competitividad venga por el dólar; digo que el dólar bajo, como instrumento, afecta. Es una decisión política decir, “bueno, queremos que la inflación se mantenga a costa de esto”. Me parece que va a haber un dilema y será importante no generar falsas expectativas. No se le puede pedir al Banco Central que haga lo que no puede hacer.
Lo digo porque he estado en eventos internacionales donde se habla de nuestra institucionalidad monetaria como algo valioso. Entonces, si la rompemos, vamos a tener que decir por qué razón ya no la tenemos.
—¿La ronda de Consejos de Salarios puede ser otro factor de tensión?
—Hace por lo menos una década que insistimos en que hay que revisar la forma en que funcionan los Consejos de Salarios. Hay que modernizarlos, porque están hechos de una forma tal que no logran los objetivos finales para los cuales están creados, que es generar mejores condiciones laborales para todos.
La regulación laboral no ayuda ni a la inversión ni a los trabajadores, que necesitan una movilidad mucho mayor a la que asegura esto, que es aumentar el salario real de los empleados. Básicamente eso es lo que se pelea hoy en Uruguay.
—¿Cómo ve la situación fiscal?
—Hay que mirar para adelante y no estar discutiendo la herencia. Hay una situación que es clara: hay un déficit fiscal que es elevado, un gasto público demasiado alto y que va a condicionar toda la agenda de promesas que se hicieron en la campaña y que ahora la gente tiene su derecho a reclamar.
En el Ceres, con la inteligencia artificial, analizamos todo el gasto público de Uruguay para poder decir dónde hay duplicaciones y triplicaciones de oficinas que tienen el mismo objetivo, a pesar de que tienen distintos nombres. El país debería avanzar hacia un presupuesto mucho más revisado, ir tendiendo un presupuesto basado en resultados.