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Las habilidades socioemocionales de los estudiantes son uno de los nudos de la miniserie más comentada por estos días, la británica Adolescencia. También son el asunto central del último reporte del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), que concluye que en ellas “los estudiantes de educación media básica empeoran entre 2018 y 2022” en Uruguay, especialmente las mujeres y quienes concurren a centros educativos de contextos socioeconómicos más desfavorables. La desigualdad entre contextos se observa también en los desempeños en lectura y matemática.
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El reporte, al que accedió Búsqueda, va en línea con los resultados de un estudio realizado en España en centros educativos, que indica que la pandemia produjo un retroceso en las habilidades socioemocionales de los estudiantes y el confinamiento los afectó de forma desigual, “ensanchando las brechas”.
El reporte de Aristas 16, titulado La evolución de las habilidades socioemocionales de los estudiantes de educación media y su vínculo con los desempeños, asocia la reducción de estas habilidades con la pandemia porque “el hecho de no poder interactuar cara a cara con personas ajenas a su núcleo familiar durante meses puede ser entendido como un causante de deterioro en la habilidad para relacionarse de forma asertiva con las personas”.
De todas maneras, las autoras del reporte del Ineed publicado este miércoles —Mariana Castaings y Joana Urraburu—, bajo la dirección técnica de Carmen Haretche, marcan excepciones. Por ejemplo, del 2018 al 2022, entre los estudiantes de centros educativos de contextos socioeconómicos más favorables mejoraron dos habilidades: la autoeficacia y la valoración de la tarea en Idioma Español/Literatura. En cambio, “la valoración de la tarea en Matemática desciende en todos los contextos”, expresa el reporte, y plantea “una posible hipótesis” al respecto: “Que en los hogares donde hay hábitos de lectura, así como capital cultural, esta práctica se haya desarrollado e inculcado más en pandemia, siendo matemática algo más específico y difícil de transmitir si no hay un gusto particular por esta área”.
El informe destaca que, “a medida que aumentan las habilidades (socioemocionales), aumentan los desempeños y, en cambio, a medida que aumentan las conductas de riesgo, disminuyen los desempeños, lo cual significa que una mejora en estas capacidades repercute en mejores resultados en las pruebas, tanto de matemática como de lectura”. Existe una excepción: las habilidades interpersonales —empatía y habilidades de relacionamiento— “no resultan significativas o incluso se ve un efecto negativo” en los resultados académicos. En este sentido, el reporte explica que a medida que ambas crecen “se observa primero una mejora de los desempeños, pero si siguen creciendo el efecto en los desempeños pasa a ser negativo”, lo que podría “vincularse a que estudiantes con niveles muy altos de habilidades interpersonales podrían mostrar comportamientos de dispersión en el aula o descuidar su propia tarea por ocuparse en demasía de sus compañeros”.
Por otra parte, las autoras consignan en las reflexiones finales que entre 2018 y 2022 “la percepción de inseguridad” de los alumnos “aumentó”, sobre todo entre quienes asisten a centros de contexto muy desfavorable y a formación profesional básica. A su vez, comentan que “esto refuerza la idea de que existe una relación entre esas dos dimensiones”, las habilidades socioemocionales y la percepción de inseguridad, “que podría estar mediada por el clima de aula”.
Las autoras sostienen además que “las mujeres fueron las que se vieron más perjudicadas en dos tipos de habilidades”: las interpersonales y las intrapersonales. Las habilidades interpersonales refieren a “las capacidades de empatía de los adolescentes, de comunicación y de cooperación”, mientras que las intrapersonales, a “las capacidades de reflexionar y de regular sus emociones”.
Las habilidades intrapersonales medidas —autocontrol y regulación emocional— presentan “caídas significativas” entre 2018 y 2022, “aunque el descenso en el autocontrol es mayor”. El reporte agrega que “las estudiantes mujeres, que ya presentaban valores más bajos de regulación emocional en 2018 con relación a los varones, en 2022 sufren una reducción mayor en sus habilidades de regulación emocional que sus pares varones, ampliándose la diferencia”.
Aumento de conductas de riesgo
El Ineed se propuso en 2014 “la construcción de un instrumento propio de evaluación de habilidades socioemocionales” y para realizarlo recibió apoyo de Unicef. Luego, el instituto hizo dos ediciones de la evaluación Aristas Media enfocadas en logros educativos y aplicadas en 2018 y 2022 a estudiantes de tercero de educación media (secundaria y técnica), lo que desde 2023 corresponde a noveno grado de educación básica integrada. La próxima evaluación comenzará hacia fines del actual año lectivo en noveno grado y se publicará en 2026.
El reporte Aristas 16 consigna que “Uruguay se encuentra implementando un proceso de transformación educativa que pone el foco en el estudiante como actor central del sistema educativo y lo concibe como un ser integral”, y, “para ello, se plantea estimular el desarrollo de las competencias vinculadas al pensamiento, la comunicación, el relacionamiento y la acción de los estudiantes”.
El instituto define las habilidades socioemocionales como “una serie de herramientas cognitivas, emocionales y sociales que tienen como función la adaptación del individuo al entorno, y que facilitan el desarrollo personal, el relacionamiento social, el aprendizaje y el bienestar”. Estas habilidades “funcionan también como factores protectores ante conductas de riesgo, entre otros resultados que definen al desempeño del estudiante en la institución educativa y a lo largo de toda la vida”.
En 2022 se registra “un aumento significativo” de “conductas de riesgo” en comparación con 2018, lo que se traduce en que “los estudiantes muestran mayores problemas de conducta”. El reporte clasifica en dos las conductas de este tipo: las internalizantes, relacionadas a comportamientos ansiosos y depresivos, y las externalizantes, vinculadas a hiperactividad, agresividad y conductas oposicionistas.