En los últimos años y tras la pandemia de Covid-19, según la declaración de los docentes, “empeoró” la conducta de los escolares en clase. Por su parte, los alumnos declararon que también empeoró el vínculo entre ellos y con sus maestros, a la vez que cayó “el sentido de pertenencia” de los estudiantes con relación al centro educativo. Todo esto está reflejado en el último informe de Aristas Primaria 2023 del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed).
Además de identificar que los desempeños de los alumnos de tercero y sexto de escuela en Uruguay se mantuvieron estables, con puntajes promedios “bajos”, tanto en lectura como en matemática entre 2017 y 2023, el estudio del Ineed, divulgado días atrás, constató que en ese lapso la conducta en el aula “empeoró”. Este fenómeno se da en particular en los centros de Montevideo y en las escuelas Aprender —de entornos urbanos de contextos socioeconómicos y culturales desfavorables—, y mejora a medida que el contexto de los centros es más favorable.
El informe Aristas Primaria detalla los resultados de la evaluación aplicada en tercero y sexto de escuela a una muestra representativa a nivel nacional que abarca centros públicos y privados. Los vínculos y el clima de aula se relevan en ambos grados, mientras que las habilidades socioemocionales solo entre los alumnos de sexto.
Del trabajo del Ineed surge que “en 2023 empeora cómo se comportan los alumnos en la clase, empeora el vínculo entre los alumnos de sexto de escuela y entre ellos y los maestros, al tiempo que baja el sentido de pertenencia” al centro, contó a Búsqueda la directora del Área Técnica del instituto evaluador, Carmen Haretche.
La experta opinó que este cúmulo de hallazgos es “muy preocupante”, porque “un mal clima de aula, así como el sentirse inseguro en la escuela también se asocia con los bajos desempeños” de los alumnos. Si bien la sensación de inseguridad no cambia con relación a mediciones previas, casi un 40% de los alumnos de sexto no se sienten seguros en los baños de la escuela.
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Primer día de clases de 2025 en la Escuela Nº 142 de tiempo completo, en Montevideo
Daniel Rodriguez /adhocFOTOS
Según el instituto evaluador, el clima escolar es uno de los factores reconocidos por la literatura especializada por su importancia en los logros académicos. Los autores lo definen como un concepto global compuesto por el clima profesional, el institucional y el de aprendizaje en el aula.
Los datos principales del informe reflejan que, en este período, empeoraron el clima de aula y los vínculos, mientras que los desempeños y la inequidad se mantuvieron estables. En tanto, se deterioraron las habilidades socioemocionales y culturales, y también aumentó el porcentaje de alumnos que dejaron de asistir a clase, con niveles sensiblemente más altos graves entre los sectores más desfavorecidos.
Bajas habilidades en sexto
Al comentar los resultados del informe, de 425 páginas, Haretche observó que las habilidades socioemocionales de los escolares de sexto año también “bajaron en todos los contextos socioeconómicos”. En 2023, las niñas mostraron mayores niveles de motivación y autorregulación escolar que los varones, como ya ocurría en 2017 y 2020.
Los alumnos de los contextos más favorables —sean públicos o privados— presentan mayores niveles de motivación y autorregulación, así como de habilidades inter e intrapersonales.
Haretche explicó que las habilidades socioemocionales también están vinculadas a los desempeños. “A mayor motivación, autorregulación hacia el aprendizaje y habilidades intrapersonales en clase, mejor desempeño”, resumió la responsable del Área Técnica del Ineed desde fines de 2015.
El tipo de vínculo entre los alumnos de sexto surge de la declaración de los escolares sobre la frecuencia con la que se ayudan entre compañeros ante eventuales problemas, y si “se preocupan, se cuidan, se tratan con respeto unos a otros y la pasan bien” entre ellos.
Inseguridad y clima educativo del hogar
En los últimos tiempos, la inseguridad en los centros educativos y sus alrededores ha sido uno de los temas de mayor preocupación entre docentes, directores, alumnos y familias. En el último quinquenio aumentaron todos los valores de inseguridad en todos los tipos de institución, ya sea en escuelas, enseñanza media pública, liceos y centros de UTU.
Al igual que en 2017, en 2023 los alumnos que asisten a escuelas de contextos más desfavorables, como quienes estudian en escuelas Aprender, declaran sentirse menos seguros que el resto de la población escolar. Independientemente de las características de cada escuela, es en los baños donde los niños dicen sentirse menos seguros, y luego mencionan, en menor medida, los pasillos, el recreo y, por último, el salón de clase.
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Primer día de clases de 2025 en la Escuela Nº 142 de tiempo completo, en Montevideo
Daniel Rodriguez /adhocFOTOS
La sensación de seguridad aumenta conforme mejora el contexto de los centros. A diferencia de lo constatado en educación media, donde las mujeres reportaban sentirse menos seguras que los varones, en primaria no se aprecian diferencias entre niñas y niños.
Entretanto, en 2023 también se verifica un descenso en el índice de recursos educativos del hogar con respecto a 2017. Estos recursos, así como la supervisión parental, aumentan a medida que mejora el contexto y presentan cifras más altas en los centros privados que en los públicos.
La escuela como “factor protector”
Consultada por Búsqueda sobre el panorama descrito, Haretche vinculó el aumento de las inasistencias con el deterioro de vínculos y clima escolar. Según un informe previo del Ineed, a agosto de 2024, el 66% de los alumnos de educación primaria pública registraba “ausentismo crónico”, ya que faltaron al 10% o más de los días de clase lectivos. En los centros de contexto socioeconómico “muy desfavorable”, el ausentismo crónico trepa al 78%.
La cifra es más alta que la de 2023, lo cual refuerza la importancia de aumentar los esfuerzos para revertir la situación y monitorear este indicador, comentó la especialista. “¿Por qué aludo a las inasistencias cuando estamos hablando del clima de aula y de las habilidades socioemocionales? Porque estamos viendo que a medida que las inasistencias aumentan, empeoran estos otros aspectos”, indicó.
Haretche subrayó, por eso, que “el ir a la escuela de manera continua a lo largo del tiempo contribuye a fortalecer la situación de los propios alumnos, a que mejoren los vínculos con sus compañeros y con sus maestros, y a controlar mejor sus emociones” en clase. Y apuntó: “Ya en Aristas Primaria 2017 vimos que el ir a la escuela es un factor protector, más allá del aprendizaje, y que es clarísima la relación inversa: a mayor inasistencia, peores habilidades socioemocionales”.
“Allí hay un pendiente de trabajo importante” para el sistema educativo, siguió Haretche, para quien esta situación requiere “una articulación entre diversas políticas públicas orientadas principalmente al apoyo a los niños de contextos más desfavorables para evitar que se perpetúe la inequidad”, reflejada en los resultados de todos los niveles educativos, así como en estudios del Ineed y evaluaciones internacionales en las que participa Uruguay.