A fines de 2021 el Ministerio de Ambiente presentó el Plan Nacional de Gestión de Residuos (PNGR) que por primera vez hizo un diseño para el manejo de los desechos en el país con un horizonte temporal de diez años (2022-2032). Sin embargo, a dos años de su puesta en marcha, todavía persisten atrasos en temas clave.
La semana pasada la cartera presentó un informe que recoge los principales avances de la implementación de las líneas estratégicas del PNGR, desde 2022 hasta diciembre de 2024. El documento señala los puntos críticos que requieren “especial atención” por no haber contado con un avance suficiente o “porque su abordaje permitiría destrabar alguna línea estratégica”.
El primer resultado global refiere a la generación de residuos. En relación a los plásticos de un solo uso, el informe señala que aún es necesario “fortalecer la eliminación gradual del plástico de un solo uso con foco en la administración pública”, así como elaborar una hoja de ruta “para prohibir, eliminar, reducir y/o controlar” los aditivos químicos utilizados comercialmente en los plásticos que puedan resultar de “extrema preocupación” por su posible impacto en la salud humana o el ambiente. Asimismo, indica que el país debe abordar la problemática de microplásticos a lo largo de toda la cadena de valor, generar instrumentos nacionales para avanzar en la línea del tratado internacional para combatir la contaminación por plásticos —con el objetivo de que Uruguay pueda ser líder en la región— y desarrollar capacidades nacionales que permitan evaluar la problemática.
En cuanto a los avances en materia de economía circular, el informe destaca la elaboración en 2024 de la Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC) y el establecimiento de su gobernanza. También celebra que el año pasado al menos 75 empresas privadas implementaron algún tipo de iniciativa circular; el 73% de ellas están instaladas en Montevideo y Canelones, y el resto entre San José, Maldonado y Colonia. Sin embargo, el documento señala que es necesario movilizar recursos para el desarrollo y la implantación de la ENEC, desarrollar indicadores nacionales de medición de la circularidad en sectores prioritarios y reforzar la incorporación de hábitos de consumo circulares en la población.
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Ministerio de Ambiente en el barrio Ciudad Vieja en Montevideo.
Mauricio Zina / adhocFOTOS
Avances en materia de residuos
Un segundo resultado global refiere a la recolección, transporte y disposición final. Allí se reseña que en el marco del plan, el Ministerio de Ambiente firmó 15 convenios de cooperación con intendencias para la mejora de la gestión de residuos domiciliarios, como son el cierre de vertederos a cielo abierto, la adecuación ambiental de los sitios de disposición final y el fortalecimiento de capacidades operativas. Hasta la fecha se invirtieron cerca de US$ 36 millones y se busca desarrollar proyectos con las cuatro intendencias restantes.
Otro de los aspectos destacados en el informe es que se avanzó en la centralización de la disposición final de residuos sólidos domiciliarios en cinco departamentos (Colonia, Florida, Flores, Rocha, San José), con lo cual existen hoy ocho departamentos que cuentan con un único sitio para la disposición final. Además, se alcanzaron acuerdos de regionalización entre las intendencias de Durazno y Flores para disponer la totalidad de los residuos de Flores en el futuro relleno sanitario de Durazno, y entre las intendencias de Florida y Lavalleja para dar solución a las localidades más alejadas de las capitales departamentales.
Por otro lado, hay siete nuevos rellenos sanitarios en proceso de construcción, todos con Viabilidad Ambiental de Localización otorgada (Rivera, Soriano, Durazno, Lavalleja, Tacuarembó, Canelones y Artigas).
El reporte detalla que se han clausurado 28 vertederos a cielo abierto, 13 de estas clausuras se dieron por los convenios de apoyo entre el ministerio y las intendencias. Sin embargo, resta clausurar otros 16 vertederos que se encuentran en obras y completar el cierre de los 56 vertederos comprometidos en los convenios, 43 de los cuales prevén cerrar en 2025.
En materia de residuos, el informe menciona que se pusieron en marcha 10 nuevos centros de transferencia (sitios de almacenamiento de deshechos antes de ser trasladados al punto de disposición final) y hay otros siete en proceso de construcción, además del compromiso de crear otros 17 centros en el correr de este año. También destaca la incorporación de 14 camiones eléctricos en el circuito de recolección de residuos reciclables en Canelones y Rocha.
Entre los puntos críticos, en tanto, el informe señala que todavía se deben concretar los cierres de todos los vertederos a cielo abierto restantes, lograr la disminución de sitios de disposición final y asegurar que los sitios de disposición final en operación cumplan con los estándares adecuados. También es necesario impulsar “transformaciones de infraestructura” que permitan disminuir las emisiones asociadas a la disposición final de residuos y reducir el enterramiento de residuos que pueden reciclarse.
El informe señala que desde 2022 Uruguay “avanzó en la implantación de sistemas de segregación en origen” de materiales reciclables en seis departamentos, como son Canelones, Montevideo, Rocha, Flores, Durazno y Soriano. Se estima que hoy unos 140.000 hogares cuentan con un sistema de recolección selectiva de materiales reciclables, una estrategia desarrollada especialmente en Canelones, donde 70% de los hogares cuentan con contenedores intradomiciliarios.
Hay 10 departamentos que avanzaron en programas de compostaje (Canelones, Montevideo, Rocha, Rivera, Flores, Florida, Durazno, Lavalleja, Paysandú y San José) y unos 80.000 hogares cuentan con compostera intradomiciliaria o servicio de recolección de residuos orgánicos puerta a puerta.
Entre los puntos pendientes, sin embargo, el informe señala que Uruguay deberá implantar en 2025 la obligatoriedad de que todos los organismos públicos cuenten con sistema de segregación en origen y promuevan la incorporación de sistemas de compostaje para los residuos orgánicos. Sobre todo, deberá necesariamente establecer el marco normativo para las fracciones de residuos especiales que aún no han sido reglamentadas bajo la modalidad de responsabilidad extendida del productor, como las baterías de movilidad eléctrica, vehículos al final de su vida útil y aceites.
El informe celebra que Uruguay haya logrado desarrollar las capacidades para fabricar resina reciclada de plástico PET, que permite transformar una botella usada en una botella nueva. Según dice, este avance permitirá cumplir con las metas de que al menos un 40% de los envases de bebida no alcohólica contengan material reciclado y así cerrar el círculo para el PET en el país.
En contrapartida, todavía es necesario “fortalecer la infraestructura de recuperación, aumentar la eficiencia en la logística y procesamiento y desarrollar incentivos para la demanda de materiales reciclados nacionales”, agrega el informe, con el fin de sostener un mercado competitivo y “evitar la dependencia de precios externos volátiles”.
También tiene pendiente poner en marcha el Observatorio de Materiales, que permita desarrollar mecanismos para estabilizar los mercados de materiales reciclados.
Planta de reciclaje de envases de la empresa Ecopet en Pando. Foto: Nicolás Celaya, adhocFOTOS
Planta de reciclaje de envases de la empresa Ecopet en Pando.
Nicolás Celaya / adhocFOTOS
Metas no cumplidas y desafíos pendientes
Existen algunos puntos en los que el país no ha logrado cumplir con las metas establecidas. En ese sentido, el informe refiere sobre todo a la valorización energética, un aspecto sobre el que prácticamente “no ha habido avances significativos en el período”. Solo se menciona un proyecto puntual de valorización de residuos sólidos urbanos en Canelones que aún está en etapa de autorización.
Por eso, entre los puntos críticos, el documento indica que es necesario desarrollar un marco normativo específico y guías técnicas para profundizar el uso de combustible derivado de residuos, determinar los flujos de residuos con potencial de valorización energética y desarrollar la hoja de ruta para la transformación en productos energéticos de origen biogénico.
El plan de recuperación de envases (Plan Vale) es otro de los puntos que presenta un “atraso muy significativo”. Si bien se avanzó en la gobernanza y los acuerdos de financiamiento, la cobertura geográfica y los sistemas de trazabilidad todavía están en una etapa inicial.
Por último, la reglamentación de los Residuos de Construcción y Demolición también son un tema pendiente en el país, ya que hasta la actualidad no se ha concretado una normativa nacional para regular la gestión de estos residuos y promover su valorización, a pesar de los esfuerzos por avanzar en propuestas técnicas y proyectos piloto.