• Cotizaciones
    viernes 06 de septiembre de 2024

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Elegir Montevideo de una buena vez

    Hace mucho tiempo que Montevideo se ha transformado en una disputa preliminar, en el preámbulo para en muy poco tiempo poder competir por la presidencia de la República. Desde hace décadas, la contienda capitalina es solo una escala, una última estación antes de llegar a la terminal, que son las elecciones nacionales

    Director Periodístico de Búsqueda

    Poner a Montevideo en el centro. Lograr separar la competencia a nivel nacional, por el gobierno de todo Uruguay, con lo que ocurre solo en la capital y que está vinculado a sus problemas de organización, funcionamiento, limpieza, infraestructura y urbanismo. Tomar en serio cada uno de los rincones montevideanos y especializarse en posibles soluciones solo para ellos. Profesionalizar la tarea. Aunque sea política, que lo técnico sea el cimiento y no solo enduido en algunas paredes.

    Hace falta. Hace mucho tiempo que Montevideo se ha transformado en una disputa preliminar, en el preámbulo para en muy poco tiempo poder competir por la presidencia de la República. Desde hace décadas la contienda capitalina es solo una escala, una última estación antes de llegar a la terminal, que son las elecciones nacionales.

    La historia reciente es por demás elocuente. El Frente Amplio gobierna la capital uruguaya desde 1990, esto es durante los últimos 35 años. Siete administraciones distintas, muchísimo tiempo. Pues en todos esos años solo una vez un intendente resolvió ir por la reelección y gobernar la principal ciudad del país más de cinco años. Por más que la Constitución de la República lo habilita, solo Mariano Arana fue elegido por dos períodos consecutivos, entre 1995 y 2005. Ninguno de los demás optó por alargar su gestión, aunque pudiera contar con los votos. Las prioridades eran otras.

    El primer frenteamplista en ganar la competencia por la Intendencia de Montevideo fue Tabaré Vázquez. Gobernó un período y luego dio el paso hacia la competencia nacional, como candidato presidencial de su fuerza política. Los de Vázquez fueron años muy transformadores, de mucha acción desde el palacio municipal, en la calle Ejido, porque era la primera vez que el Frente Amplio accedía a un gobierno departamental, nada menos que en la capital. Era bastante evidente que los intereses municipales de Vázquez iban a virar de inmediato a los nacionales.

    Luego vinieron los 10 años de Arana, un arquitecto obsesionado con su ciudad y los temas urbanísticos. Fue el intendente que más quiso ser intendente y que centró todas sus fuerzas exclusivamente en Montevideo porque era lo que realmente le interesaba. Su sucesor, Ricardo Ehrlich, fue elegido como representante del Movimiento de Participación Popular (MPP) en momentos en los que ese sector político se transformó en mayoritario en el Frente Amplio, pero no ocupaba los principales lugares del primer gobierno nacional de esa colectividad política. Algo similar ocurrió con Ana Olivera, que llegó como candidata única gracias al Partido Comunista, luego de un pacto con el MPP que terminó con José Mujica en la Presidencia de la República. Fue producto de un acuerdo político previo, exitoso en lo nacional.

    Los dos posteriores sí llegaron no apadrinados por acuerdos políticos previos, sino por campañas en las que se posicionaron como figuras de renovación dentro del Frente Amplio. El primero de esta nueva etapa fue Daniel Martínez, que ya había intentado ocupar el sillón principal del palacio municipal capitalino cuando ganó Olivera, pero fue bloqueado por varios sectores del Frente Amplio. Se quedó un período y luego compitió en representación del Frente Amplio por la presidencia de la República.

    Carolina Cosse hizo el camino inverso. Primero compitió como precandidata presidencial en la interna del Frente Amplio en 2019. Perdió y después fue por la Intendencia de Montevideo. Ganó y, cuatro años después, decidió no repetir y volver a competir como precandidata presidencial. Ahora integra como segunda la fórmula presidencial del Frente Amplio. Otro caso en el que la jefatura capitalina duró solo un período y funcionó como escalón para intentar seguir subiendo.

    Del otro lado la situación ha sido bastante similar. Todas las apuestas a Montevideo de dirigentes de la actual Coalición Republicana y antes denominada Concertación duran poco. La dinámica siempre es la misma. Una figura emergente que compite por el gobierno de la capital, una muy buena votación aunque no lo suficiente para ganar las elecciones y un salto en el siguiente período electoral a lo nacional, dejando de lado todo lo construido en Montevideo.

    El primero en hacerlo fue Pedro Bordaberry. Luego de que los colorados sufrieran la peor derrota de su historia en las elecciones nacionales de 2004, Bordaberry surgió como un candidato con mucha fuerza por ese partido para Montevideo en las elecciones municipales de 2005. Obtuvo una excelente votación, transformándose en el segundo postulante con más apoyo y quedando como líder emergente de una colectividad política que necesitaba una renovación urgente. En las elecciones siguientes compitió como candidato a presidente.

    En las municipales de 2015 fue el turno de Edgardo Novick. Para esa oportunidad, se formó el Partido de la Concertación entre blancos, colorados e independientes y Novick fue el más apoyado, quedando segundo en votos y por encima incluso de otros candidatos del Frente Amplio, como la exvicepresidenta Lucía Topolansky. Pocos años después, resolvió agrandar la cancha, creó el Partido de la Gente y compitió como candidato presidencial.

    En 2020 ese papel fue ocupado por la nacionalista Laura Raffo. Ya con la Coalición Republicana en marcha y ahora a cargo del gobierno nacional, Raffo fue la desafiante del Frente Amplio en Montevideo. No ganó, pero sí obtuvo una buena votación y pasó a presidir un organismo enfocado solo en el estudio de la capital. Pero este año también resolvió que su competencia fuera la presidencial, en la interna del Partido Nacional.

    Falta menos de un año para las elecciones departamentales de 2025. Este período electoral en lo nacional ha sido de renovación de liderazgos y parece que así será también en Montevideo. En el caso de la Coalición Republicana, la figura que surgió para esa competencia tan trascendente es el diputado blanco Martín Lema, un dirigente importante de la actual administración y muy allegado al presidente Luis Lacalle Pou. Es una buena noticia. Porque Lema parece estar enfocado solo en la capital y porque, al ser Lacalle Pou el más probable candidato presidencial de los blancos para 2029, da la sensación de que la elección por Lema de Montevideo como principal escenario viene para largo.

    Del otro lado hay varios nombres que empezaron a circular entre los principales dirigentes del Frente Amplio. Algunos hablan de Mario Bergara y de un acuerdo con el MPP, otros de María Inés Obaldía y otros del presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, aunque él lo ha descartado.

    Ya llegará el momento de poner los nombres arriba de la mesa. Pero lo importante es, de una buena vez por todas, asumir a Montevideo como la prioridad y no tenerlo como un banco de pruebas. Que los que se dediquen a gobernar la capital concentren todas sus energías en ella y que también lo hagan sus principales adversarios. Que ese sea el cambio y que sea ahora.