Las pérdidas de Ancap

Ancap desarrolla ese negocio a través de su sociedad Cementos del Plata, que comercializa y distribuye cemento y clínker en las plantas de Minas y Paysandú, a la vez que produce y vende cal en la de Treinta y Tres. El gobierno anterior pretendió incorporar a un socio privado, pero la licitación convocada quedó desierta en un sector que depende de manera crucial de las condiciones del mercado internas y de la región. Ese plan de asociación, finalmente frustrado, era cuestionado tanto por el Frente Amplio como por el sindicato de Ancap.

Cuál será el camino que propondrá el gobierno del Frente Amplio no está claro; todavía falta que termine de integrarse el Directorio de Ancap, que el ente rearme su estructura gerencial y, luego, que diseñe su plan estratégico para los próximos años.

Se podrá explorar una diversificación del negocio de Cementos del Plata incorporando más productos, pensar en usar cemento para hacer las rutas o en exportar clínker para tratar de revertir los números negativos, como planteó en su momento el director de esa fuerza política en Ancap. En cualquier caso, las decisiones deberían tomarse pensando en los intereses generales del país, sin eludir la realidad de un mercado complejo ni ceder ante los lobbies sindicales o de otro tipo, para no derrochar más dinero público en inversiones que pueden resultar infructuosas.

Lo que espera la ciudadanía es que el sistema político deje de pasarse facturas y que actúe.