¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
$ Al año*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
$ por 3 meses*
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
stopper description + stopper description

Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

Suscribite a Búsqueda
DESDE

UYU

299

/mes*

* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

¡Hola !

El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

Mery Bernardi: “Todo parte de la cabeza; si no está alineada, se te va todo al pasto”

Edad: 35 Ocupación: cocinera, comunicadora Señas Particulares: necesita dormir con ruido a ventilador, en invierno usa una app de ruido blanco; hizo tortas para despedidas de soltero; se baña seguido con agua fría; le gustan los masajes fuertes en manos y pies

Redactora de Galería

¿ Cómo fue crecer en Nueva Helvecia?

Tuve una infancia preciosa, obviamente­ no existían las computadoras, no había nada de lo que hoy nos saca tanto de foco. Me crie corriendo afuera, jugando con plantas, mi perra, mis hermanos. Fue una infancia muy feliz.

Ahora vive en Montevideo, ¿intenta que Bianca (7 años), su hija, tenga el mismo contacto con la naturaleza?

Sí, trato de que juegue y esté mucho afuera. El otro día, volviendo del colegio, me dijo: “Mirá esa plaza”, era la del Molino de Pérez y nunca habíamos ido. Paramos y nos quedamos una hora jugando. Hoy, ella no toca mi celular, nunca ha visto un video en él. Me llevó tiempo, pero fue una inversión. Ahora es supercreativa. Tiene una mesada gigante, siempre llena de cosas para manualidades. Pintamos, cocinamos, jugamos. No miramos tele ni tenemos cable, de vez en cuando vemos alguna película juntas.

La relación con su abuela paterna la marcó mucho, ¿por qué?

Mis papás trabajaban, mi abuela me cuidaba y pasaba mucho tiempo en su casa después del colegio. Era tana, tenía siete hijos, un montón de nietos, y siempre cocinaba. Decía: “Voy a hacer algo rapidito y vengo”, y se ponía a hacer pasta casera, colgando los tallarines en los palos de escoba. Me crie comiendo chorizos caseros, yendo a comprar quesos a las queserías. En casa no comprábamos 200 gramos de queso, traíamos las hormas enteras. Esos aromas y el contacto con la comida bien hecha, lo que yo llamo saludable, siempre fueron parte de mi vida. Ella ya me conocía, me ponía un bowl con harina y agua para jugar, y cuando me dejaba romper un huevo y agregarlo a mi receta, era lo mejor.

¿La Navidad es una época especial?

La Navidad es hermosa, me da paz, amor, tranquilidad. Entre el clima y todo lo que sucede alrededor, que nos juntamos, compartimos, cocinamos, que es época de turrones, me encanta. Influye mucho el clima, porque soy del calor. Si me vas a dar frío, que sea con nieve y montaña para hacer snowboard; si no, para mí no tiene sentido.

¿Qué recuerdos tiene de las Navidades cuando era niña?

En casa no había mucha plata, entonces tampoco había muchos regalos. Me las ingeniaba para hacer regalitos para cada uno de los integrantes de mi familia. Una típica era hacer cuadritos con fotos: las recortaba, las pegaba en un cartón y, después, usaba cortezas de árboles para darles forma. Toda la vida hice el arbolito en casa; al principio con mamá y mi hermana, pero con el tiempo ellas dejaron de hacerlo y yo seguí porque es algo que disfruto hasta el día de hoy.

¿Medita?

Todas las noches me duermo meditando. Hago terapia desde los 18 años, no de manera continua, pero desde entonces fui muy consciente de quién soy, a dónde quiero ir, qué está bien, qué está mal. Todo esto que está de moda del mindfulness, yo, capaz, lo hacía desde que tengo 18 años, pero sin ponerle nombre. Amo las meditaciones guiadas, el yoga nidra. Todo parte de la cabeza, eso nos regula y nos maneja. Entonces, si eso no lo tenés en paz y alineado, se te va todo al pasto, no hay manera. Obviamente muchas veces se me van las cosas al pasto, pero lo bueno es darse cuenta y volver a encarrilarse.

¿Madrugadora o dormilona?

Me encanta madrugar, me despierto con todas las luces prendidas, se me empiezan a ocurrir ideas y las anoto. Después, a medida que va pasando el día, me voy cansando y a la noche no me preguntes una idea porque no la tengo.

¿Cuáles son sus hobbies?

Amo el yoga con toda mi alma, también el paddle surf, que empecé hace poco, el trekking y el snowboard­. Me encanta leer, y desde los seis meses le leo una historia a Bianca todas las noches. Ahora, que está más grande, a veces ella me lee a mí.

¿Cómo maneja la exposición en redes?

Hago y vendo todo a través de mis redes. No tengo estrategia, pero las marcas empezaron a acercarse. Soy la misma persona en todos lados. Cuando tengo una buena receta, la comparto. No me considero influencer ni famosa, solo una cocinera con seguidores.

¿Cómo surgió la posibilidad de hacer un libro?

Me llamó Planeta y fue uno de los momentos más felices de mi vida. Lo primero que pensé fue en mi abuela, porque ella inspiró todo. No había reglas claras, pero fluyó hermosamente. Me dejaron expresar todo lo que quería decir, y al día de hoy lo veo como algo que nace de las entrañas y queda para siempre. Es algo invaluable.

Al ser emprendedora, ¿le da miedo no tener un sueldo fijo?

Es cierto, no tengo un sueldo fijo, pero tampoco tengo techo, y eso me da tranquilidad. Depende de mí, de lo que creé, de lo que ponga en práctica y de cuán inteligente sea para generar oportunidades. Mi objetivo es avanzar, vivir cada vez mejor, más tranquila y disfrutar.

¿Es de plantearse metas y objetivos?

No sé vivir de otra manera. Hay veces que digo: “Qué me manda a meterme acá”, pero no puedo con mi condición. Aprendí a vivir como en la incomodidad, por ejemplo, cuando arranqué la tele, cuando se planeó el libro, cuando fui como delegada uruguaya a Italia por Slow Food Uruguay a dar una charla para no sé cuántas personas en inglés. Pero me encanta, porque aprendí en todo ese camino a disfrutar del proceso, no solamente cuando consigo el objetivo.

¿Tiene alguna frase de cabecera?

Amo a Drexler, y una frase suya que me encanta es: “Uno solo conserva lo que no amarra”. Si quieres conservar algo, no hay que forzarlo; es al revés.