José Mujica decía, y lo repitió con insistencia en el último tiempo, que los mejores dirigentes políticos son los que logran dejar “una barra que los supera con ventaja”.
El legado del expresidente como una persona de diálogo y capaz de transformarse en mito fue reconocido por compañeros y rivales políticos
José Mujica decía, y lo repitió con insistencia en el último tiempo, que los mejores dirigentes políticos son los que logran dejar “una barra que los supera con ventaja”.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa votación del Movimiento de Participación Popular (MPP) en las últimas elecciones, la mejor de la historia de un sector que ya se había acostumbrado a ser el más votado del partido más votado, fue interpretada como un paso en dirección a esa idea que lo desvelaba. Sin embargo, y aunque es temprano para balances, las repercusiones tras su muerte dejan claro que donde su compleja y atractiva figura se desplegaba queda un “vacío” difícil de llenar.
Con esas mismas palabras lo definió Sebastián Valdomir, presidente de la Cámara de Diputados: “Deja un vacío enorme”. En declaraciones al programa Desayunos informales dijo que ahora quienes conforman el MPP tienen el “desafío enorme” de “levantar” lo que Mujica “proponía y postulaba” y “llevarlo a la actividad política”, tanto en las responsabilidades de gobierno como en el relacionamiento con los otros dirigentes políticos y partidos.
En lo electoral eso quedó plasmado. La lista 609, que desde el inicio fue un sinónimo del MPP, del que Mujica fue fundador, participó por primera vez en las elecciones de 1989, obteniendo dos diputados. En 2024 la cosecha fue de ocho senadores y 34 diputados. “La siembra del viejo ahora se transformó en miles. Ahora hay miles de Pepe Mujica. Gracias, viejo”, dijo este miércoles Alejandro Pacha Sánchez, secretario de Presidencia, cuando el cortejo fúnebre pasó por la sede central del sector.
El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, también se refirió a Mujica como una figura difícil de reemplazar, lo que será un desafío para la fuerza política. Aunque opinó que existen otros liderazgos con potencia, dijo que apunta en esta nueva etapa a construir liderazgo colectivo. “No hay Pepe Mujica, no hay Tabaré Vazquez, pero hay comunidad frenteamplista”, sostuvo. También aprovechó para realzar la figura de Lucía Topolansky, su viuda, quien “también tiene pensamiento político profundo” para aportar.
Además de los mensajes publicados por numerosos dirigentes de todo el espectro político que dan cuenta del peso de la figura de Mujica, en algunas de las numerosas entrevistas realizadas por estas horas varios de quienes fueron sus contrincantes hicieron análisis sobre el particular perfil político del expresidente.
“Él fue una cabeza muy libre en la izquierda. La cabeza más libre en la izquierda uruguaya. Situación que es un poco anómala o curiosa, porque la izquierda valora más otros elementos, como la disciplina, la ortodoxia y la regimentación. Es raro que una persona se destaque ahí por la libertad. Creo que la cabeza libre de Mujica es una cosa digna de destacarse y que no ha sido tan recogida en el propio seno de la izquierda”, destacó Juan Martín Posadas en Desayunos informales el miércoles 14.
Su origen blanco, su periplo guerrillero, su reivindicación de José Batlle y Ordóñez, su afición a la lectura —desde biología a filosofía— combinada con una gran llegada popular, su capacidad de diálogo con sectores opositores, son parte del particular cóctel que componía y que fue destacado por estas horas.
“Es una figura fuera de las líneas políticas normales de nuestra historia”, valoró el expresidente colorado Julio María Sanguinetti en una rueda de prensa tras conocerse el fallecimiento. Y, agregó, no era una “figura extraña” solo para los partidos tradicionales, sino también para los propios referentes frenteamplistas, que en los 80 y 90 eran “señores de corbata”.
Sanguinetti destacó como uno de los legados de Mujica su “capacidad de cambiar, transformarse, renovarse”. La relación entre ambos es parte de ese trayecto. De ser “enemigos” políticos, llegaron en el último tiempo a mantener una relación cercana y decidir retirarse juntos del Senado como forma de dar “un mensaje republicano”.
El general retirado Guido Manini Ríos, exsenador de Cabildo Abierto, quien a priori se ubicaba en las antípodas ideológicas del expresidente fallecido, tuvo palabras por demás elogiosas hacia él luego de despedirlo en el Palacio. “Mujica es una persona que tenía sentido común, que bajaba la pelota al piso. Solo por eso ya se lo va a extrañar”, dijo a Búsqueda. “Los que hacen discursos apologéticos de Mujica deberían considerar esa faceta conciliadora de él, la capacidad de dar vuelta la página”, agregó.
Sobre la proyección internacional de Mujica, Sanguinetti desarrolló también algunas ideas que dan cuenta de la capacidad política y de comunicación del líder del MPP. “Es un motivo de estudio Mujica. ¿Cómo se instala Mujica en el mundo? ¿Cómo se transforma el hombre en mito? Porque entendámonos, es un mito. Ven la imagen, hay una imagen mitológica de Mujica. ¿Cómo se va configurando eso? Eso habrá que mirarlo con el tiempo”, dijo. A continuación, se animó a aventurar una de las claves para lograr ese alcance: “Las imágenes. Sobre todo las imágenes. ¿Qué puede saber un colombiano de Mujica? Es la imagen de su austeridad, de su vida, de su casa, del guerrillero que se pasa a la paz. ¿Desde lejos qué se ve? Los colores básicos de la paleta”.
El historiador Gerardo Caetano también analizó las particularidades de la trayectoria nada lineal de Mujica. En Desayunos informales recordó la definición que hacía de él Daniel Vidart: “Un Quijote disfrazado de Sancho Panza”. También sostuvo que “el don de la palabra” explica buena parte de su éxito político. Este don también es una buena introducción al perfil contradictorio de Mujica. “El MLN (Movimiento de Liberación Nacional, los tupamaros) había dicho: las palabras nos separan, los hechos nos juntan. Y Mujica fue, en el momento de construcción de su liderazgo, exactamente lo contrario: las palabras fueron su gran instrumento”.
Para dar cuenta de su capacidad de comunicación, señaló que fue “el uruguayo más viral” sin tener ni siquiera casilla de email. Entre sus virtudes políticas —que tenían como contrapeso debilidades para la gestión—, Caetano resaltó que Mujica “tenía marcha atrás, tenía capacidad de cambiar y pragmatismo. Terminó siendo eso que cualquier demócrata cabal tiene que ser: un moderado”.
El diputado nacional argentino Hugo Yasky, uno de los asistentes extranjeros al velorio, representante del izquierdista Frente de Todos y secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), dijo que Mujica “es un hombre que supo sembrar la semilla de la Patria Grande”. También destacó su filosofía de vida: “En momentos en que la política está en la picota por culpa de las nuevas derechas”, añadió en alusión inequívoca al presidente argentino, Javier Milei, “él, con su forma de vida, rompió el imaginario de que se trata de una casta de gente que se enriquece”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se enteró de la muerte de Mujica en China y se aguarda su presencia este jueves en Uruguay para despedirse de quien fue su colega y amigo. Eso era “lo mínimo” que podía hacer con alguien que fue “un modelo a seguir”, dijo en una rueda de prensa en Beijing.
“Pepe Mujica no fue solo un militante de izquierda, senador, diputado o presidente de la República Oriental del Uruguay. Pepe Mujica fue un ser humano muy muy importante para la democracia, para los sectores progresistas de la sociedad, para la izquierda. Porque creo que si no hubiera nacido, habría necesitado volver a nacer, para que tuviéramos un ejemplo de ser humano, con mucha dignidad, con mucho respeto, con mucha solidaridad y con mucho coraje. Es difícil encontrar dos o tres personas en el mundo con su carácter y dignidad”, añadió el presidente de Brasil.
Los jefes de gobierno de México y España, Claudia Sheinbaum y Pedro Sánchez, apelaron a sus redes para reflejar su pesar. “Lamentamos profundamente la muerte de nuestro querido Pepe Mujica, ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron”, indicó la primera mujer en gobernar México. “Un mundo mejor. En eso creyó, militó y vivió Pepe Mujica. La política cobra sentido cuando se vive así, desde el corazón”, resumió el español.