Habían pasado tan solo dos días de las elecciones internas, cuando el vencedor en el Frente Amplio, Yamandú Orsi, tuvo su primera reunión con su antes contrincante y ahora compañera de fórmula, Carolina Cosse. El encuentro fue en la sede del Frente Amplio y uno de los asesores más allegados a Orsi destacó varias veces ante los periodistas que cubrían la reunión que el comando de campaña se instalaría allí mismo, en La Huella de Seregni.
Los errores cometidos durante la campaña de 2019 —que terminó con la derrota del Frente Amplio— calaron hondo en la izquierda, que, tras un proceso de revisión y autocrítica, incorporó los aprendizajes para su estrategia en el 2024. Es que la campaña pasada, según reconocen varios dirigentes frenteamplistas, dejó varias enseñanzas sobre lo que no debe hacerse en una elección.
Una de ellas fue la elección de la fórmula: para evitar el desfile de nombres que hizo Daniel Martínez tras ganar las internas en 2019, esta vez el Frente Amplio definió previamente que la fórmula sería integrada por quienes salieran primero y segundo en la elección.
Otro inconveniente, cinco años, atrás fue el divorcio entre el comando del excandidato frenteamplista y la conducción de la fuerza política. Ahora, en contraste, el comando se instaló en la propia sede del Frente Amplio. Además, hay reuniones de una periodicidad casi semanal entre el Secretariado Ejecutivo del FA e integrantes del comando, en las que se realiza una evaluación permanente de la evolución de la campaña.
Esa coordinación permanente no impide al candidato tener un equipo más cercano, una “mesa chica”. Se trata de un grupo que delinea los principales trazos de la campaña, aunque no se reúne de forma regular, sino que mantiene encuentros esporádicos en los que se fijan los énfasis y la planificación general.
Este equipo pequeño está integrado por Orsi —quien, aseguran en su entorno, tiene la última palabra en todas las decisiones—, y es coordinado por quien oficia como jefe de campaña del candidato, el senador del MPP Alejandro Sánchez.
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Alejandro Sánchez, Yamandú Orsi y José Mujica durante el acto de cierre de campaña de la lista 609, en el Teatro El Galpón.
Javier Calvelo / adhocFOTOS
El rol preponderante del legislador en la campaña de Orsi es muy destacado en la interna frenteamplista, ya desde la carrera hacia el 30 de junio. Sánchez no solo ha sido parte de la planificación de la campaña, sino que hoy es el principal articulador político de Orsi y del MPP —aparte del expresidente José Mujica, recluido por sus problemas de salud, y de la exvicepresidenta Lucía Topolansky.
Sánchez fue clave en la negociación que llevó al senador Mario Bergara a bajar su precandidatura y también en el arribo a la actividad política de la exconductora de Subrayado Blanca Rodríguez, quien hoy lo secunda en la lista del MPP al Senado. También ha confrontado con quienes en la interna cuestionaron al posible ministro de Economía de Orsi, Gabriel Oddone, como el secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo o el propio presidente de la fuerza política, Fernando Pereira.
Pero el papel de Sánchez no está exento de polémica en la interna frentista. Dirigentes de otros sectores de la coalición de izquierdas cuestionan que el senador ha acumulado varios roles y, en los hechos, “poder”: como cabeza de lista del MPP, el grupo por lejos más grande dentro del Frente Amplio, como jefe de campaña de Orsi, y también como nexo principal entre el comando y el Secretariado Ejecutivo. Esa “concentración”, señalaron varios dirigentes a Búsqueda, también es vista como un claro crecimiento de un liderazgo interno dentro del sector del propio candidato.
Otro dirigente que integra la mesa chica del comando es Camilo Cejas, una figura muy cercana a Sánchez, con quien trabajó en el Parlamento. Cejas integra, al igual que el senador, la Dirección Nacional del MPP. Además, fue responsable de la Unidad de Comunicación de ese sector y ha integrado los círculos más cercanos a Orsi desde que comenzó su campaña como precandidato.
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Camilo Cejas fue responsable de la Unidad de Comunicación del MPP.
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En el grupo está, además, el consultor argentino Mario Riorda, quien participa como asesor, muchas veces de forma online. Riorda lidera la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales. Politólogo y profesor de Comunicación Política en la vecina orilla, no es la primera vez que Riorda trabaja en Uruguay. Durante una entrevista con El Observador en 2020, el excandidato Martínez reconoció que “sabía que iba a perder” las elecciones de 2019, y se explicó: “Apenas empezamos la campaña, un asesor comunicacional externo (Riorda), estudioso de las encuestas, me dijo que prácticamente me olvidara, que era casi imposible ganar, que la posibilidad de éxito era del 10%”.
Meses antes, Riorda había aparecido en varios medios por sus comentarios sobre la gestión que venían haciendo los gobiernos durante la pandemia de Covid-19. Y en 2022, opinó en una entrevista en Radio Sarandí que el sistema de partidos políticos uruguayo era excepcionalmente estable en relación con el resto de la región, pero también dijo que la aparición de la coalición de gobierno había hecho “tambalear esa estabilidad”.
Por último, dos experiodistas también son muy cercanos al candidato. Uno es el experiodista de Subrayado Martín Lees, quien ha participado de algunas de las reuniones de la mesa chica. Lees se jubiló el pasado marzo tras una extensa carrera en medios de comunicación, que incluyó la cobertura parlamentaria durante los últimos años y el seguimiento de Mujica durante su mandato. Lees ya había hecho una pausa en su trabajo como periodista durante la primera administración del antecesor de Orsi en Canelones, Marcos Carámbula, para desempeñarse allí como director de Comunicación. El otro es el experiodista de Búsqueda Ernesto Tulbovitz, quien se incorporó al equipo de Orsi en la Intendencia de Canelones, cuando el candidato ganó por primera vez el gobierno de la comuna en 2015.
Otros espacios de coordinación
Además de la mesa chica, hay otro grupo de dirigentes que representan a la mayoría de los sectores políticos del Frente Amplio que realiza un seguimiento y evaluación de la campaña. Allí están, además de Orsi, Sánchez y Cejas, la candidata a vicepresidenta, Carolina Cosse; el presidente del Frente, Pereira; Castillo, por el Partido Comunista; Topolansky o el senador Charles Carrera, por el MPP; el expresidente del Banco Hipotecario Jorge Polgar, por Seregnistas; Marcelo Melo, por la Vertiente Artiguista, y Gonzalo Civila, secretario general del Partido Socialista.
Este grupo mantiene reuniones de seguimiento de la campaña pero no funciona de manera periódica. Se trata de un conjunto de dirigentes de confianza en la interna frenteamplista que han tenido roles destacados en la articulación interna durante los últimos años.
Finalmente, el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio hace un seguimiento permanente de la campaña, con frecuentes informes del comando y en ocasiones también del politólogo Agustín Canzani, que regularmente informa a este ámbito o a la Mesa Política acerca de los resultados de encuestas de opinión pública.
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Politólogo Agustín Canzani
Javier Calvelo / adhocFOTOS
El comando, según relataron dirigentes del Frente Amplio a Búsqueda, hace un análisis minucioso de las encuestas, algunas de difusión pública y otra privadas, que son tenidas en cuenta para adoptar varias decisiones de campaña.
Con el lanzamiento del jingle y el anuncio de algunas medidas del plan de gobierno, el pasado lunes 16, el Frente Amplio ingresó en una nueva etapa de su campaña. El eje hasta ahora estaba puesto en la “honestidad” de la figura de Orsi y sus atributos personales. De ahora en más, se enfocará en el concepto de unidad.
“Nos unen las ideas. Nos une la esperanza. Venimos a unir”, decían tres letreros ubicados detrás del escenario instalado en la plaza de Toros de Colonia. “Es por eso que mi rol como presidente será el de unir. Vinimos a unir. Que nadie tenga dudas de eso”, dijo Orsi al cerrar su discurso. La última fase, como suele ocurrir en todas las campañas, apostará a la “emoción”, aunque todavía no está decidido cuándo empezará a implementarse. A fines de setiembre, el comando hará una evaluación de la campaña para definir la estrategia final.