El precandidato frenteamplista Yamandú Orsi se impuso con distancia a su principal rival, Carolina Cosse, y se convirtió en la noche de este domingo 30 en el candidato de la fuerza política para las elecciones nacionales.
En la coalición de izquierda hubo sorpresa por la alta votación de la jornada, que lo posicionó como el partido con más adhesiones en la interna
El precandidato frenteamplista Yamandú Orsi se impuso con distancia a su principal rival, Carolina Cosse, y se convirtió en la noche de este domingo 30 en el candidato de la fuerza política para las elecciones nacionales.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl festejo en la sede de Orsi, ubicada en 18 de Julio y Martín C. Martínez, fue por partida doble. Primero, por una victoria mucho más holgada de la que se esperaba ante su competidora. Segundo, por la alta votación registrada por el Frente Amplio en las elecciones, que desde 2004 no era la fuerza política más votada del país en unas elecciones internas.
La sede, atiborrada de dirigentes y militantes, festejó minutos pasados las 20.30 los resultados presentados en TV Ciudad por la Usina de Percepción Ciudadana (integrada por la Universidad de la República y la diaria), que le daba una victoria por un margen de 24 puntos sobre su rival: 60% a 36%. Enseguida Orsi y los dirigentes que lo apoyaban partieron para la sede del Frente Amplio. Sobre las 23 del domingo, con 55,78% de los votos escrutados, la diferencia se mantenía en cifras similares.
En el otro bando, el clima inicial era de expectativa y hasta de cierto optimismo. Los pronósticos de una supuesta baja votación daban esperanza a dirigentes y militantes. Es que los análisis coincidían en que un escenario de menor participación era más favorable a Cosse. Y aunque ganar era difícil, sí había expectativas de un resultado parejo, “peleado”. Y así lo repitieron a lo largo del día y hasta poco rato antes de las 20. Primaba la idea de que la precandidatura de Cosse se había fortalecido en el último tramo.
Cuando llegó a su sede minutos antes de las 20, Cosse fue recibida con fervor por los militantes. Hizo una rueda de prensa con los medios y después subió al segundo piso de la sede, donde la esperaban los principales dirigentes detrás de su precandidatura. Allí esperó las primeras proyecciones. Y de pronto, sobre las 20.30 se publicaron los números de la Usina y el silencio se apoderó de la sede: eran proyecciones iniciales, pero la diferencia era demasiado amplia. Cuando a la media hora los dirigentes comenzaron a salir de la sede para dirigirse a la casa del Frente Amplio, los rostros serios evidenciaban el golpe. Cosse no hizo declaraciones y subió rápidamente a su auto.
La alta votación fue el condimento adicional de la noche en la interna frentista, que desde el entorno de Cosse sostienen que fue determinante para que la diferencia fuera tan amplia en favor de Orsi. El Frente Amplio se había planteado como objetivo superar los 400.000 votos, pero luego moderó sus aspiraciones a conseguir más de 350.000.
La cifra de la Usina de Percepción Ciudadana, que proyectó que el Frente Amplio superaría los 440.000 votos, fue recibida como un triunfo adicional y un inmejorable augurio de cara a octubre: la fuerza política no solo logró su objetivo principal sino que se posicionó en un escenario similar al de 2004, la última vez que había sido el partido más votado en esta instancia.
Ya en la sede del Frente Amplio, y una vez que la Mesa Política confirmó la fórmula, el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, salió al escenario montado sobre la calle Colonia y saludó a los militantes: resaltó que el Frente Amplio era la principal fuerza del país y que había ganado la interna con más de 440.000 votos.
Sobre la medianoche, con el 89,57% de los votos escrutados, la fuerza política alcanzaba las 363.950 adhesiones, superando largamente su votación en la interna de 2019, cuando votó 255.000.
Luego tomó la palabra Cosse, quien dijo que tras el desempeño en la instancia interna el Frente Amplio “empezó a volver” y que a partir del 1º de julio había que “militar con todo”.
Cerró la noche quien se impuso en la contienda. Orsi dijo que la alta votación del Frente Amplio solo tiene “una explicación: la convicción, el alma frenteamplista, la voluntad de trabajo, la voluntad de cada uno de los compañeros y compañeras militantes”. Finalmente, concluyó: “Venimos a ganar y vamos a ganar porque vamos a gobernar. Y unidos nosotros vamos a gobernar para cambiar la realidad en beneficio de la pública felicidad”.