‘Fantasmas’: la serie de HBO que combate la burocracia con surrealismo

Fantasmas es una serie de comedia creada, escrita, dirigida y protagonizada por el comediante salvadoreño Julio Torres. Se estrenó en HBO Max en junio y sus seis episodios están disponibles en Max, la plataforma de streaming de la señal. Como un heredero delirante, jocoso y tierno de Michel Gondry, David Lynch y Pedro Almodóvar, Torres demuestra cuánto puede lograrse cuando las ideas son más fuertes que un presupuesto.

Ese mismo año creó y protagonizó, también para HBO, la serie de comedia Los Espookys, sobre un grupo de amigos con un negocio extraño: se dedican a crear escenarios sobrenaturales falsos, como si Los simuladores fueran fanáticos perdidos de los Cuentos de la cripta. Los Espookys fue cancelada en 2022, pero estableció el interés de Torres por combinar lo extraño con lo mundano.

Para 2023, su nombre ya era presentado como una voz renovadora dentro la comedia queer gracias a su uso de lo absurdo como disparador del humor y a una estética visual de una naturaleza artesanal, como si el artista metiese mano en todo artilugio que aparece a su lado en la pantalla. Con esa combinación, Torres hizo su debut como director de cine con Problemista, la historia de un joven salvadoreño que sueña con convertirse en diseñador de juguetes y se enfrenta al inminente vencimiento de su visa de trabajo.

En las producciones nombradas, no hay objeto cotidiano que Torres no pueda convertir en algo estrafalario. En su especial de comedia, por ejemplo, presenta una pirámide que, a pesar de ser parte de un set de otras formas geométricas, se siente insignificante junto a los cubos y otras formas “más importantes”. En Los Espookys, los personajes descubren que un satélite puede predecir el futuro a través de las señales que emite, pero en lugar de grandes profecías, las predicciones son sobre hechos triviales. Incluso en Problemista, Torres introduce un simbolismo con la imagen recurrente de los huevos, usándolos como una metáfora visual sobre el crecimiento personal y las limitaciones impuestas por el sistema migratorio estadounidense.

La caravana mágica

Mientras intentaba escribir la segunda temporada de Los Espookys, la pandemia lo obligó a frenar su trabajo. En medio de esa incertidumbre, encontró una idea dentro de un pequeño infortunio: perdió una caravana durante una fiesta de Año Nuevo. El hecho, aparentemente trivial, lo llevó a concebir la idea de una serie centrada en la búsqueda de un objeto perdido.

Fantasmas no se trata de la búsqueda de una caravana, aunque ese es su punto de partida. A través de la mente surrealista y humorística de Torres, varias estrellas invitadas y una serie de sketches que se insertan dentro de la narrativa principal, la serie explora la frustración con la burocracia moderna y la búsqueda de autenticidad en un mundo obsesionado con la conformidad.

En el centro de la trama está Julio, un personaje inspirado y encarnado por el propio Torres, quien se embarca en una odisea por la ciudad de Nueva York para encontrar una caravana de oro en forma de ostra. La búsqueda, aparentemente simple, se convierte en un catalizador para explorar cuestiones más existenciales. Al igual que la caravana, única en su especie según lo explicita la serie, la individualidad de Julio se ve amenazada por las presiones de la sociedad moderna, aquí representadas por la necesidad que el protagonista obtenga una “prueba de existencia”.

Esta prueba de existencia, una suerte de identificación absoluta dentro del universo construido en Fantasmas que los personajes deben tener si desean alquilar un apartamento u obtener una tarjeta de crédito, representa la crítica de Torres a los laberintos burocráticos a los que los inmigrantes como él deben someterse en pos de avanzar.

En lugar de optar por locaciones reales, Torres utiliza sets elaborados que evocan una sensación de irrealidad y artificialidad. En lugar de filmar en un restaurante, con un mobiliario acotado le es suficiente para representar el espacio y así la serie se permite construir una Nueva York artificial, de colores vibrantes y una iluminación irreal, donde lo teatral se dispone al servicio de lo televisivo.

A través de personajes extravagantes que Julio encuentra en su viaje, la serie satiriza las estructuras de poder con las que se ha topado como artista. En un capítulo, Julio se enfrenta a ejecutivos de televisión interesados solo en explotar su trauma personal. En otro, intenta darle una mano a un repartidor que no puede acceder al transporte público, que se ha vuelto inaccesible para quienes no tienen la “prueba de existencia”.

Si algo habla del interés reciente en la industria por el trabajo de Torres es la cantidad de celebridades que se prestan aquí para las situaciones más insólitas. Entre ellas se lo ve a Steve Buscemi, quien encarna a una personificación de la letra Q, aquí retratada como una estrella de rock amargada. El actor Paul Dano, por su parte, termina envuelto románticamente con Melf, un extraterrestre que satiriza a Alf. Emma Stone se suma al delirio de Torres personificando a un ama de casa de reality show en uno de los mejores episodios de la temporada.

Repleta de situaciones inesperadas, personajes extravagantes y diálogos ingeniosos, la mezcla de fantasía y la crítica social de Fantasmas la convierten en un hallazgo. A través del viaje de Julio en busca de su caravana, sus colores vibrantes y vestuarios y escenarios elaborados, la serie recuerda la importancia de buscar lo auténtico dentro de un mercado masivo repleto de fórmulas repetitivas.