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Hannah Einbinder y Jean Smart en la tercera temporada de Hacks
Max
Mayo de 2021. HBO Max, aún bajo el nombre de su señal insignia, daba pelea en el sector del streaming. En la era de la sobreabundancia de contenido, la plataforma buscaba mantener su relevancia y prestigio histórico en la programación dominical.
Con plataformas como Disney+ y Prime Video pisándole los talones, HBO Max apuesta así por la comedia Hacks, protagonizada por Jean Smart, quien ese año aparecía también en un papel en la serie policial Mare of Easttown, protagonizada por Kate Winslet. En un mar saturado de series, Hacks era la nueva carnada de un anzuelo en busca de ojos.
La primera temporada presenta a Deborah Vance (Smart), una comediante veterana de Las Vegas cuya carrera está en declive. Para revitalizarla, su agente la obliga a trabajar con Ava (papel debut de la genial Hannah Einbinder), una joven guionista de Los Ángeles que se quedó sin trabajo por un tuit. La serie explora, y explota, la dinámica entre estas dos mujeres: Deborah, una leyenda de la comedia cuyo humor ha quedado anticuado, y Ava, una escritora talentosa pero sabelotodo. Mientras forjan una relación compleja, juntas intentan reinventar el humor de Deborah que pueda conectar con una nueva generación.
Los creadoras de Hacks, Lucia Aniello y Paul W. Downs, quisieron retratar lo que enfrentan las mujeres en la industria del entretenimiento. Buscaron ahondar en las paradojas de la comedia en vivo, un sector de apariencia alegre. Con la corrección política y la cultura de la cancelación como el centro de varios de sus chistes, rápidamente se posicionó como una serie muy actual.
La química innegable entre Smart y Einbinder es el corazón de la primera temporada. Con un manejo impecable de los tiempos cómicos, las actrices logran construir una relación compleja que va desde lo profesional hasta lo casi maternal. Ese desarrollo ejecutado con humor y profundidad emocional hizo de Hacks una propuesta que se distinguió rápido del resto.
Las interpretaciones de las actrices lideran una dinámica generacional y profesional irresistible. En el papel de Deborah, Smart es atrevida, altanera y egoísta. Por su parte, Ava, representante de la nueva ola de comediantes en busca de su lugar en el mundo del humor, peca una y otra vez de pedante. Así se van sacando chispas hasta que, después de las burlas y la jarana, empieza a aparecer el respeto y admiración mutua. La relación, inicialmente jerárquica, se transforma en un aprendizaje recíproco y mentora y aprendiz comienzan a nutrirse mutuamente.
En el camino
En la segunda temporada, Hacks ingeniosamente puso a prueba el vínculo entre Deborah y Ava a través de un viaje en carretera. La decisión le permitió a Deborah ejercitar su comedia en diferentes rincones de Estados Unidos antes de grabar un especial televisivo, cimentando así su regreso de una vez por todas. El cambio de locaciones añadió dinamismo a la narrativa, ofreciendo pequeñas aventuras secundarias para el elenco de personajes de reparto, y mantuvo al público intrigado y entretenido.
La segunda temporada también profundiza en el crecimiento profesional de Ava. Sus inquietudes creativas la impulsan a redescubrirse más allá de la influencia de Deborah y su evolución culmina en un final contundente e inevitable: Deborah despide a Ava, argumentando que es un paso necesario para su desarrollo personal. Es un golpe duro, pero la ruptura significa un punto de inflexión para ambas. Aunque su relación fue fundamental para un crecimiento mutuo, la separación es el camino para que sigan avanzando.
El desenlace de la temporada subraya la independencia de Ava y muestra cierta generosidad de Deborah al dejarla ir. Aunque dolorosa, la separación refleja la madurez de los personajes y el respeto que fueron desarrollando una hacia la otra. Con lazos emocionales más fortalecidos entre las protagonistas, la serie también se permitió adentrarse en el drama sin tener que recurrir a golpes bajos.
Una vez más
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Para su tercera temporada, estrenada en mayo, Hacks regresa a Las Vegas, donde Deborah, tras alcanzar el éxito deseado con su especial, disfruta del respeto y prestigio que largamente esperó en su carrera de comediante en un sector dominado por hombres. Su especial, que revela tanto los desafíos profesionales como personales, se convierte en un éxito rotundo.
Mientras tanto, Ava navega en su propia carrera y encuentra cierta estabilidad amorosa con una actriz y una oportunidad como guionista de un programa de comedia política al estilo Last Week Tonight With John Oliver. Sin embargo, la sombra de Deborah en Los Ángeles es grande y su creciente éxito genera cierta incomodidad y hasta escalofríos en Ava, quien aún sigue dolida por cómo su exjefa se deshizo de ella.
El inevitable reencuentro entre Ava y Deborah, que sucede en el primer episodio, revela que las chispas no se han ido a ningún lado. Basta con un intercambio en un ascensor para darse cuenta de que en ellas conviven varias conexiones: la de una madre e hija, una jefa y empleada, compinches de por vida y hasta rivales.
A medida que la temporada avanza, surgen nuevos desafíos y objetivos, como el deseo de Deborah de convertirse en la primera conductora mujer de un late night show, un programa de variedades que incluye monólogos cómicos, entrevistas a celebridades y actuaciones musicales. Este nuevo propósito revitaliza la pasión de Deborah y empuja la trama hacia nuevos territorios. Así se adentra, poco a poco y con ironía, en la industria del entretenimiento televisivo. Y para ello Deborah querrá contar con Ava a su lado, una vez más.
Con dos mujeres de distintas generaciones y experiencias, el corazón de Hacks se encuentra en cómo Deborah y Ava hacen de esas diferencias sus fortalezas. A través de intercambios verbales afilados y momentos emotivos, la serie explora más en profundidad temas como el envejecimiento y el sexismo en Hollywood, sin perder nunca su sentido del humor.
Uno de los momentos destacados de esta temporada es el episodio en el que Deborah y Ava se pierden en un bosque tras una caminata con el objetivo de despejar sus mentes. Su hilarante enfrentamiento con la mortalidad, una vez que pierden toda esperanza de ser rescatadas, da lugar a un conmovedor intercambio en el que Deborah expresa su preocupación ante la posibilidad de que todas sus próximas vivencias se conviertan en las últimas. La forma en que Deborah aborda la situación con calma y compasión muestra su crecimiento como personaje.
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Jean Smart y Hannah Einbinder en la tercera temporada de Hacks
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La serie se enriquece con la incorporación de talentosas actrices como Helen Hunt, quien interpreta a una ejecutiva televisiva despiadada, Christina Hendricks (Mad Men), que se convierte en el interés romántico de Ava, y J. Smith-Cameron (Succession), quien da vida a la hermana de Deborah en su búsqueda por reconstruir su relación.
Aunque la serie logra un equilibrio mejorado en la exploración de sus personajes secundarios, estos aún no alcanzan su pleno potencial. Si bien algunos, como los asistentes Jimmy (interpretado por el creador de la serie, Paul W. Downs) y Kayla, proporcionan momentos de comedia, el atractivo principal sigue siendo la dinámica entre Deborah y Ava. Cada escena con ellas juntas deja al espectador ansioso por más.
Así, Hacks se consolida como una serie que va mucho más allá de ser simplemente una comedia sobre la comedia. El trabajo interpretativo de Smart y Einbinder sigue siendo sobresaliente, gracias a esa combinación única de comicidad y madurez, así como la exploración que los guionistas hacen de temas como la discriminación que enfrentan las personas mayores en el entretenimiento o la búsqueda de una identidad más allá de la mera profesión.
La evolución de los personajes a lo largo de la serie y el sorprendente final de temporada, que cambia por completo la dinámica entre sus protagonistas, crean expectativas auspiciosas hacia adelante. La segura anticipación por la cuarta temporada, que ya ha sido confirmada, es reflejo de la admiración que la serie merece.