Aeropuertos Uruguay sumó su tercer aeropuerto, tras aumentar tráfico en Carmelo y Rivera

El proyecto de ley del Frente Amplio no incluyó un aeropuerto en Paysandú. La red nacional que establecía el texto proponía terminales para Rivera, Salto, Colonia y Carmelo. Pero la norma finalmente aprobada tuvo modificaciones y algunos cambios en los sitios elegidos. Fue el resultado de “frondosas” negociaciones, como reconoció el presidente Luis Lacalle Pou en su discurso en el acto del viernes 23 en Salto.

En su primer mes operativo, Rivera aumentó sus movimientos respecto al año anterior: fueron 64 los ingresos y salidas, por encima de los 42 de diciembre de 2022, informaron a Búsqueda desde Aeropuertos Uruguay. Para el segundo semestre del año está previsto que quede operativa la binancionalidad de la terminal aérea.

En Carmelo hubo más de 1.900 aterrizajes o despegues en 2023, y llegaron casi 3.000 pasajeros. Estos números muestran que el aeropuerto “cumplió las expectativas”, informó la empresa. La mayor cantidad de los movimientos se dio con pasajeros provenientes o que tenían como destino al aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires.

Convertido en “acto”

El intendente de Salto, el frenteamplista Andrés Lima, comenzó su discurso con un reconocimiento al gobierno de Lacalle Pou y destacó el “rol” que tuvo, junto con Aeropuertos Uruguay, para que el departamento tuviera una terminal aérea remodelada. Pero esa leve concesión siguió con una larga lista de recuerdos de lo que considera promesas incumplidas de la administración nacional: el puerto de barcazas, al norte de Salto Grande; un puerto seco, en la frontera entre Salto y Concordia; un ferrocarril binacional; un free shop; cinco polideportivos.

En primera fila, Lacalle Pou lo observaba atento. El senador salteño Germán Coutinho (Partido Colorado) se acercó, desde la segunda línea, a decirle algo por lo bajo al mandatario y, desde el fondo, Sergio Herrera, director del Portal de América, gritó: “¡Estamos inaugurando el aeropuerto, señor!”. Su comentario fue festejado con aplausos. Lima se haría el tiempo de recordar el cierre de la empresa de cannabis medicinal Boreal en el departamento para luego volver a agradecer al gobierno por el aeropuerto. Pero ya era tarde: la inauguración del viernes 23 se había transformado en un acto político.

Lima recibió aplausos protocolares —algunos, como el precandidato Álvaro Delgado, no movieron sus manos— y luego habló por lo bajo con Lacalle Pou, una conversación en la que se notaban los reproches y de la que solo fue testigo el CEO de Aeropuertos Uruguay, Diego Arrosa.

En su discurso, el mandatario respondió. Recordó que el dirigente blanco Carlos Albisu —quien compitió contra Lima por la Intendencia de Salto— fue clave para que el departamento tuviera un aeropuerto. Y pasó un reto: “Casi todo el mundo estuvo fuera de tema hoy. Si fuera un escrito en el liceo, vuelva en febrero”.

“Cuando escuchaba al intendente Lima pensaba qué linda es la democracia de mi país. Porque no estoy de acuerdo en casi nada, pero qué bueno que esté hablando el intendente Lima y que esté diciendo esto en un acto. Porque, cuando uno se sube al ring, se sube al ring, pero hay que ver la perspectiva de lo que es nuestro país”, destacó el presidente. Pero más allá de sus comentarios políticos Lacalle Pou expresó su “bronca, frustración e impotencia” por el asesinato de un niño de dos años en Pinar Norte en la noche anterior. “Se me complica disociar el estado de ánimo. Por lo general lo logro. Hoy no puedo”, aseguró.

En su discurso el mandatario destacó que había tres precandidatos a presidente (en realidad eran cinco: además de Lima y Delgado, estaban presentes Tabaré Viera, Gabriel Gurméndez y Jorge Gandini) y contó un comentario que les hizo a los ejecutivos del grupo que llevó adelante la inversión en la remodelación: “Se te convirtió en un acto político el lanzamiento del aeropuerto. Capaz que pagaba un peso esta posibilidad”.

En las conversaciones con Gurméndez había un tema que era inevitable: el archivo de la denuncia por supuestas irregularidades en la construcción del Antel Arena. El precandidato colorado explicaba en charlas informales que tiene “el derecho de discrepar” con los fiscales y criticó que en este caso Alejandro Machado “no pidió una sola prueba”. Y, ante sus interlocutores, comparó la obra de Antel con la construcción de un “hipódromo” en otra empresa pública.

En otro momento del caluroso mediodía del viernes, el presidente de la Administración Nacional de Puertos, Juan Curbelo, se refirió a la situación del Ministerio Público. “Dentro de un par de años voy a escribir un libro de la Fiscalía”, le dijo a Gurméndez.

Cuando este expresidente de Antel y hoy aspirante presidencial se encontró con Coutinho, el senador le reconoció que estaba viajando “poco” a Salto, su ciudad de nacimiento. “Te dedicás a hablar con Pedro (Bordaberry)”, le respondió Gurméndez. El diálogo se interrumpió y, luego, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, apartó al dirigente salteño. “Che, vení”, le ordenó a Coutinho y hablaron algunos segundos por lo bajo.

La semana también fue agitada para Viera. El miércoles 21 la sucesión en Turismo evidenció diferencias entre los integrantes del Partido Colorado: el expresidente Julio María Sanguinetti impulsaba a su hijo, Julio Luis, un nombre que convencía a pocos en la colectividad política. Finalmente, el asesor de Viera Eduardo Sanguinetti fue confirmado como el próximo ministro. “Las crisis pasan”, dijo Viera a Búsqueda tras el breve diálogo con Coutinho.

El senador salteño luego tendría otro contacto mano a mano con Lacalle Pou, en el que el mandatario le reconoció estar “quemado” por algo que sucedió el día anterior. Coutinho lo felicitó por su discurso: “La sacaste del estadio. Por algo sos el presidente”.