“Hay un cierto espacio para bajar” la tasa de política monetaria, “pero poco”, adelantó el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat, en una entrevista con Búsqueda publicada a comienzos de este mes.
“Hay un cierto espacio para bajar” la tasa de política monetaria, “pero poco”, adelantó el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat, en una entrevista con Búsqueda publicada a comienzos de este mes.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCon esa definición, que tiene por detrás el objetivo de llevar la inflación anual al centro del rango meta —un 4,5%—, el organismo evaluará hoy, jueves 22, los pasos a dar. Analistas consultados por Búsqueda creen que el BCU no innovará tras la reunión de su Comité de Política Monetaria (Copom) y que la tasa será ratificada en 9,0%.
El esquema de metas de inflación basado en tasas de interés vigente tiene como principal variable de referencia la tasa de dinero (pesos) en el mercado interbancario a un día de plazo. El BCU busca, al fijar esa tasa en determinado nivel —desde fines del año pasado en 9% anual—, que esta opere como señal al resto de las tasas de interés de la economía consistente con el objetivo de inflación. En teoría, una tasa alta encarece el crédito en moneda nacional y desalienta la demanda; en ese caso se dice que la política monetaria tiene un propósito contractivo. También suele influir sobre el tipo de cambio, depreciándolo, ya que invertir en pesos se vuelve más atractivo; la divisa negociada en el circuito interbancario operó a valores promedio levemente por encima de los $ 39 en los últimos días ($ 39,097, ayer miércoles).
En el Comité de Coordinación Macroeconómica —integrado también por jerarcas y técnicos del Ministerio de Economía— que sesionó a fin de diciembre, las autoridades del BCU presentaron las proyecciones de inflación para todo el horizonte de política monetaria (los siguientes 24 meses). Informó que espera un alza de precios minoristas de 4,9% en todo 2024 y de 5,3% en 2025, con la expectativa de que se mantenga en el rango de 3%-6% durante todo el período.
Un día después, tras el último Copom de 2023, el BCU redujo la tasa de política monetaria de 9,25% a 9,0%; la proyección es que esa tasa seguirá “un poquito por encima” del nivel de neutralidad —es decir, manteniendo un sesgo contractivo— durante todo el horizonte de 24 meses, dijo Labat.
De cara al Copom de hoy, el director de finanzas del Banco Santander, Gonzalo Bava, dijo a Búsqueda que el BCU mantendrá la tasa o, a lo sumo, la bajará en 25 puntos básicos. Eso, agregó, “a pesar de que nuevamente las Letras de Regulación Monetaria indiquen que no habría movimiento alguno”.
Comentó a su vez que los niveles de inflación han bajado consistentemente, así como las expectativas de inflación. “Ya se han dado señales con las bajas en las reuniones anteriores, por lo que el BCU podría tomar una pausa para reforzar las expectativas” de los agentes, argumentó.
De mantenerse la tasa de política monetaria en su nivel actual, Santander espera que a fin de año la inflación se ubique entre 6% y 6,5%.
Itaú descarta cambios a corto plazo en la tasa de política monetaria. Sin embargo, considera posible que el BCU disponga un relajamiento más adelante —y en ese caso terminaría el año en 8,5%—, si las expectativas de inflación ceden.
Por su lado, el gerente de consultoría económica de KPMG, Marcelo Sibille, opinó que el BCU actuará con “cautela” y ratificará la tasa en 9%. Pero agregó que como “la inflación continúa en el centro del rango meta y las expectativas de los analistas a mediano plazo finalmente convergieron” a ese nivel, “sería viable una reducción de 25 puntos básicos”, llevándola a 8,75%.
Esa consultora espera una inflación de 5,9% para los 12 meses que cerrarán en diciembre próximo, dentro del rango de la autoridad monetaria.
Ayer, la autoridad monetaria divulgó el resultado de su última encuesta de expectativas de inflación, uno de los insumos claves al momento de tomar decisiones. La mediana —el valor central— mostró un aumento del pronóstico para este año, a 6,30% (desde 6,05% en el sondeo de enero). A enero de 2025, los analistas del sector privado esperan una inflación de 6,20%, que luego bajaría a 6,0% al cierre de ese año y en el resto del horizonte de la política monetaria.