Sara Goldring, imputada, pide “rendición de cuentas”; cuestionan su actitud “francamente confrontativa”
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El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa corredora de bolsa Sara Goldring vio que el valor de los títulos de sus clientes se desplomaba y decidió esconder la información. Creía que era algo pasajero y no quería, según sus propias palabras, ponerlos “nerviosos”. Pero, cuando le informó la crisis al Banco Central (BCU), el regulador decidió intervenir sus empresas Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) y United Brokers (UB). Luego, la Justicia la imputaría por apropiación indebida al concluir que le dio otro destino al dinero que le habían confiado los inversionistas.
Decenas de clientes denunciaron a Goldring por estafa y la Fiscalía avanza en una investigación penal, pero ella ha llevado adelante un contraataque. Ante el fiscal Enrique Rodríguez, acusó a la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) de esconder las “podredumbres” de sus competidores y de querer quedarse con sus clientes. En paralelo, y ante la Justicia civil, la empresaria inició una demanda por “rendición de cuentas” a CVM, el BCU, la BVM y la Liga de Defensa del Consumidor (Lideco), que fue designado como el liquidador, según surge de los escritos a los que accedió Búsqueda. La demanda fue presentada por ella, su esposo y sus tres hijos, pero tiene una particularidad: aunque son accionistas de CVM, se presentaron como “clientes (inversores)”, señala el escrito. Reclaman que, desde que la firma fue intervenida, “no han recibido información alguna sobre sus cuentas”. Los demandantes aseguran que algunos de ellos han recibido datos de forma “precaria, incompleta y limitada”.
En su respuesta, el BCU recuerda que resolvió suspender las actividades de CVM y UB y señala que, aunque sean clientes, los demandantes están relacionados con la firma liquidada. El regulador afirma que la liquidación siempre estuvo a “disposición de cada cliente” e indica que sus cuentas están embargadas por la Justicia, lo que impide hacer cualquier movimiento si no tienen autorización judicial.
La Lideco, en tanto, rechaza haberse negado a brindar la información que le solicitaron los inversores y cuestiona la actitud de Goldring y su familia: “Los demandantes han asumido desde el comienzo del proceso de intervención de CVM, y continuado en el actual estado de liquidación, una actitud francamente confrontativa y de manera contraria a los principios de buena fe”.
La liga critica que Goldring le realizó un “sinnúmero de presentaciones” y también ante la Justicia y señala que la empresaria se arroga “derechos y representaciones” que son contrarios a las resoluciones del BCU y a las normas. Además, recuerda que los demandantes recibieron todas las posiciones de las cuentas y los movimientos que tuvieron luego de presentar una acción de amparo ante la Justicia.
La BVM contesta la demanda diciendo que su actuación como interventora terminó el 28 de diciembre pasado y niega tener un vínculo con CVM desde ese momento.
El caso todavía no ha tenido una sentencia de primera instancia. Daniel y Marcos Cukier no asistieron a las últimas audiencias convocadas porque, según argumentaron, estaban fuera del país. El juzgado consideró injustificada la asistencia y la defensa de la familia Goldring apeló esa decisión.
Uno de los abogados que participa en este caso dijo a Búsqueda que “hacer demandas por todos lados, aun sin tener razón”, es parte de la “estrategia” que asumió la defensa de Goldring.