En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Además de vivir una compleja situación financiera, que motivó que el Ministerio de Salud Pública (MSP) le asignara dos veedores para controlar su flujo de caja, el Casmu vive una tensión política interna con un vínculo entre oficialismo y oposición que puede considerarse quebrado. Así al menos quedó expuesto en los descargos del principal directivo por la minoría, el prosecretario Álvaro Niggemeyer, a la resolución unánime de la Comisión Fiscal que sugirió al directorio su exclusión del padrón social.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En la parte final de un duro texto de 10 páginas en la que denuncia “una persecución política” en su contra, le pide al presidente del Casmu, Raúl Rodríguez, a quien no solo acusa de estar al frente de “un procedimiento fraudulento y abusivo de persecución política”, sino también de poner a la institución “al borde del abismo”, de provocar un “deterioro económico, financiero y moral” que es “colosal”, que deje el cargo en el que está desde 2019, con una reelección en 2022.
“Le sugiero que se vaya ahora antes de que sea demasiado tarde, y que se lleve con usted a la banda de acólitos que contribuyeron al caos que creó”, señala en otro pasaje aludiendo a los otros directivos de la mayoría, la vicepresidenta, Andrea Zumar, y el secretario general, Juan José Areosa.
Estos descargos, a los que accedió Búsqueda, fueron entregados el miércoles 27 a la espera de una resolución, cuya fecha aún no está definida.
Si bien la relación entre los tres integrantes de la mayoría, de la agrupación Médicos Unidos, y los dos de la minoría, de El Casmu que Queremos, que también incluye a la tesorera Cristina Rey, fue compleja desde antes de asumir las nuevas autoridades, el detonante de este episodio fue un audio de WhatsApp que Niggemeyer envió a un grupo de médicos capitalizadores del Casmu el 4 de diciembre. En él decía que el “atraso del BPS” y “la situación general” que se vive en el consejo directivo de la institución motivó a los dos representantes por la oposición a “solicitar una entrevista con la ministra (de Salud) Karina Rando”.
Eso estaba enmarcado, agregó, en una serie de acciones que los integrantes por la minoría realizaban “para denunciar la falta de transparencia y la falta de profesionalismo” que percibían en la interna institucional, “pero también paralelamente para buscar soluciones”. La situación interna del Casmu, el tercer mayor prestador privado de salud por número de afiliados del país, “es verdaderamente preocupante (...) y la puede ver cualquiera que lea las actas del consejo directivo”. La reunión con Rando de esta agrupación finalmente no se produjo.
Ese mismo audio provocó que este profesional corra riesgo de ser excluido como asociado. Así lo determinó una resolución por unanimidad de la Comisión Fiscal del Casmu fechada el 8 de diciembre, que señala que este médico y dirigente de la oposición obró “con deslealtad”, ya que “no tiene facultades” para actuar en representación de la institución, que “los hechos constatados y descritos” constituyen “una violación flagrante del estatuto social” y que “ha afectado el prestigio empresarial”, “mediante la difusión de audios” y mensajes “denostando” a la mutualista. El texto también señala que “no existen atrasos” en los pagos al Banco de Previsión Social (BPS) y pide que se le aplique a Niggemeyer el artículo 12 del estatuto, referido a la exclusión del padrón social.
Esta situación se da dos semanas después de que el MSP decidiera el envío de dos veedores más al Casmu, una institución con 180.000 afiliados. Dos años antes, el gobierno le había aprobado a la institución un fideicomiso con garantía estatal por US$ 23 millones. Según dijo entonces a Búsqueda el presidente Rodríguez, estos veedores venían a supervisar “el flujo de caja y el cumplimiento de acuerdos” de ese fideicomiso.
En el gobierno y en todo el sistema médico existe una gran preocupación por la situación financiera de este prestador, aunque Rodríguez dijera que esta mutualista “está en marcha y muy bien” y que “no tiene claro” el porqué de esta decisión del Poder Ejecutivo. Pese a esto último, el fantasma de una intervención sobrevuela constantemente sobre el Casmu, alimentado con el antecedente en 2021 en la luego desaparecida Casa de Galicia.
Los observadores señalan que, pese a la existencia también de graves problemas económicos, el volumen de la masa societaria y laboral del Casmu (con unos siete mil trabajadores), al que entran US$ 30 millones al mes, más el hecho de que no se haya producido un déficit asistencial, hacen difícil esta posibilidad, que, además, le generaría al Poder Ejecutivo un problema de enorme magnitud en un año electoral.
“Persecución”
En los descargos presentados, Niggemeyer amplió y endureció conceptos que había plasmado en una nota fechada el 19 de noviembre y elevada a la secretaría general del Casmu. En ella había indicado que se le atribuyen “supuestas e inexistentes conductas irregulares” que “carecen de más mínimo fundamento”, además de demandar a los directivos de la mayoría “el cese inmediato de sus conductas ilícitas de persecución y de su persistencia en el ocultamiento de la situación del Casmu”, reservándose el “derecho de promover todas las acciones judiciales o extrajudiciales que correspondan”. En otro pasaje, el consejero por la minoría dijo tener “temor” a que “el cúmulo de irregularidades” cometidas por la actual administración “esté impulsando al Casmu a una intervención estatal”.
En sus descargos fue más allá y señaló que la maniobra, cuyo objetivo –dijo– es expulsarlo de la Comisión Directiva para acallarlo, representa “una actitud autoritaria, represiva y antidemocrática, propia de la historia más negra de nuestro país”. Indicó que la mayoría “en connivencia con la Comisión Fiscal” avala imputaciones “falsas” sobre actuaciones que “no son más que el correcto, diligente y puntual ejercicio de control como consejero del Casmu por la minoría”. Afirmó que nunca se atribuyó la representación del Casmu a la hora de pedir una entrevista con la ministra, sino que lo hizo a nombre de la agrupación que Rey y él integran. Al respecto, adjuntó el texto del email que con ese fin y ese contenido le envió a Álvaro Arigón, presidente de la Comisión Fiscal.
Sobre la otra imputación, Niggemeyer dijo que “no constituye ningún invento” la información sobre los atrasos al BPS, adjuntando –indica el texto– resoluciones del Banco. Agregó que “la apropiación indebida de los aportes de los trabajadores es ‘la punta del iceberg’ de una grave situación financiera del Casmu”, la que se les oculta. La gestión liderada por Rodríguez, Zumar y Areosa, según este directivo, ha puesto al Casmu “al borde de su desaparición”.
Consultado por Búsqueda, Rodríguez dijo que al estar la situación de Niggemeyer “en proceso” no le correspondía “prejuzgar”.