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La derrota electoral que recibió el secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, en la elección del Frente Amplio fue el único tema que discutió el Comité Central socialista la noche del 29 de diciembre. En una extensa reunión vía Zoom entre decenas de dirigentes de todo el país, el secretario político de Colonia, Michael Skafar, responsabilizó de la derrota al actual líder de esa colectividad política y pidió su renuncia para adoptar un nuevo rumbo (Búsqueda Nº 2.155).
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La votación de Civila como candidato fue baja. Con el 80,75% de votos escrutados, recibió 10.050 votos —10,02%— lejos de los 67.000 que tuvo Pereira y aun por debajo de los votos en blanco.
La meta de Civila era que su candidatura apalancara una buena votación de la Lista 90 del Partido Socialista. Su apuesta no salió bien y el sector también votó por debajo de sus expectativas, ya que obtuvo 6.013 sufragios —8,04% entre los demás sectores—. El resultado es inferior al que obtuvieron los socialistas en 2016 cuando, apoyando la candidatura de Javier Miranda, superaron el 12% de los votos.
El pedido de renuncia crispó la reunión de fines de diciembre y los dirigentes de la corriente “ortodoxa”, que responde a Civila, salieron al cruce duramente. La exdiputada Alba Cocco retrucó que quienes pedían la renuncia de Civila atentaban contra la institucionalidad y debían ser sometidos a la Comisión de Disciplina del sector, dijeron a Búsqueda fuentes presentes en el encuentro.
Si bien hubo otros dirigentes que respaldaron el planteo de Cocco, la sesión culminó sin una resolución formal de dar paso a la comisión. Sin embargo, el debate interno continuó en diversos ámbitos informales agudizando las diferencias entre “ortodoxos” y “renovadores”. Varios de los planteos de dirigentes cercanos a la “ortodoxia” apuntaron a que se envíe a Skafar a la comisión y que además este es el momento para que sean puestas en consideración las actitudes de otros dirigentes que siendo afiliados al Partido Socialista no acompañaron las resoluciones del sector e hicieron campaña por otro candidato. Entre ellos identifican al exsecretario general socialista Eduardo Fernández y al excandidato a la presidencia por el Frente Amplio Daniel Martínez.
En el entorno de Civila sostienen que hasta el momento no han recibido ninguna denuncia formal, aunque aseguran que están al tanto de que hay molestia en varios dirigentes y evalúan la conveniencia de llevar ante la Comisión de Disciplina a quienes entienden que incumplieron resoluciones. Al mismo tiempo, allegados al secretario general socialista indicaron que “siempre se buscó frenar” este tipo de medidas, pero, sostienen, “si se pusieran a consideración de la comisión varios dirigentes serían expulsados”.
El argumento que manejan quienes promueven evaluar la disciplina de Martínez, Fernández, Skafar y otros es que sus declaraciones tanto públicas como en ámbitos del sector van contra el estatuto.
Daniel Martínez en la sede del Partido Socialista. Foto: Fernando Pena / adhocFOTOS
“Los valores honestidad, austeridad, actitud crítica ante la realidad, compromiso militante para la transformación de la misma, lealtad (...) con los compañeros y con la organización y disciplina en el cumplimiento de los acuerdos democráticamente asumidos son señas de identidad de las socialistas y de los socialistas”, dice.
Por otra parte, el numeral 21 afirma que “la lealtad es un valor permanente” y que “la contraposición de argumentos políticos debe basarse en el rigor de la razón, protegiendo siempre la dignidad personal de los compañeros”.
“La discrepancia debe manifestarse desde la lealtad y debe ser canalizada democráticamente y sin perjudicar al partido, de manera que esta sea la casa donde todos seamos necesarios y donde todos actuemos unidos”, indica.
Martínez causó malestar entre los “ortodoxos” al decidir presentarse como candidato a la Intendencia de Montevideo cuando el partido ya había definido apoyar a Carolina Cosse. En ese momento se evalúo denunciarlo, pero optaron por no hacerlo para evitar un mayor enfrentamiento. Varios dirigentes volvieron a molestarse cuando en octubre Martínez declaró a la diaria que en la disputa por la presidencia del Frente Amplio apoyaría a Fernando Pereira.
Fernández, en tanto, dijo en noviembre que discrepaba con la dirección y que por eso no integraría la Lista 90. Y agregó: “Yo voy a votar a la 90. ¿Voy a votar a Civila? Yo qué sé. El voto es secreto” (Búsqueda Nº 2.147).
Este año el Partido Socialista deberá convocar a su congreso y renovar autoridades. Por eso quienes impulsan denunciarlos pretenden hacerlo a corto plazo, mientras que en el equipo más cercano a Civila buscan que no se genere un nuevo foco de enfrentamiento. “Es cierto que cuando hay agresiones reiteradas uno no siempre puede contener a todos y todas”, aclaró un dirigente cercano al secretario general.
