El PBI se habría contraído en el segundo trimestre y las exportaciones siguieron como un motor apagado en julio

Las autoridades económicas ven ese descenso como una derivación de la menor producción —por ejemplo, de granos— a raíz de la sequía y de precios de exportación más débiles. El Ministerio de Economía (MEF) proyecta que las ventas al exterior de bienes rondarán este año los US$ 15.000 millones, incluidos los envíos desde las zonas francas, 16,4% menos que en el anterior. “Claramente es una disminución frente a 2022, pero sigue siendo un récord en relación con años previos. Hay que tener una mirada del bosque en este tema”, afirmó en julio la directora de Política Económica de esa secretaría de Estado, Marcela Bensión, en una entrevista con Búsqueda. Para el 2024 se prevé una recuperación modesta, de 3,6%.

En línea con eso, el mismo día la Dirección General Impositiva informó que en junio hubo una caída en términos reales —descontada la inflación— de 2,2% en la recaudación bruta al comparar con un año atrás, que siguió a un descenso en abril (–0,6%) y una suba en mayo (2,7%).

Respecto al informe anterior, la variación del PBI tendría una “trayectoria inferior” a partir del segundo trimestre, “recogiendo el mayor impacto negativo esperado de la sequía. Una vez que este efecto va desapareciendo, la proyección converge” a la estimación anterior, de la mano de una recuperación de las exportaciones, añadió el BCU en su reporte.

Mientras, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) informó ayer una segunda baja mensual consecutiva de su índice Líder, que permite predecir cambios en el ciclo económico al estar compuesto por variables que cambian de dirección antes de que lo haga el PBI. Un descenso en agosto señalaría que un escenario contractivo.

Según el BCU, la actividad económica cerraría el 2023 con un crecimiento de alrededor del 1% por el dinamismo del consumo privado —ante el aumento de los salarios pagados en la economía, es decir, la masa salarial— y de la inversión. Ese porcentaje de expansión es menor al previsto por el MEF al presentar la Rendición de Cuentas que discute actualmente el Parlamento. Luego, según el BCU, esos mismos factores “seguirían siendo los principales motores” del crecimiento de la economía en 2024; el organismo estima que el PBI se incrementará cerca de 4% promedio anual en el resto del horizonte de la política monetaria (que abarca un lapso de 24 meses hacia delante).

El BCU puntualizó que el escenario proyectado para Uruguay “está enmarcado en un alto nivel de incertidumbre asociado al desempeño en la región, la que actualmente mantiene desequilibrios macroeconómicos persistentes, y a la eventual prolongación de los efectos de la sequía”. También podrían incidir, en menor medida, los efectos asociados a la continuación del conflicto entre Rusia y Ucrania.