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Mientras las autoridades educativas discuten con representantes docentes el nuevo bachillerato para 2024, una solicitud para que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) analice la implementación de una oferta de bachillerato virtual a nivel nacional para alumnos con extraedad, mayores de 18 años, toma impulso en el Parlamento. La iniciativa es del Partido Colorado y cuenta con el respaldo del presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva.
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Según el documento, al que accedió Búsqueda, el objetivo es “resolver el problema de la deserción, el retraso y el abandono” en la educación media superior, expresado en “bajas tasas de egreso y alta sobreedad”, y en atención a las demandas de “muchos estudiantes y familias” sobre las modalidades de aprendizaje virtual o a distancia. La idea fue avanzada al semanario por el profesor e investigador Claudio Rama, quien trabajó en los últimos meses junto con el diputado colorado Felipe Schipani, con base en la experiencia internacional y la acumulada en los dos años de pandemia de Covid-19.
Los autores entienden que la propuesta amplía la oferta pública y permite resolver problemas de movilidad u otras razones que imposibilitan la asistencia de “muchos alumnos” a las instituciones educativas. Sobre todo, busca incentivar a los estudiantes con extraedad a terminar los estudios.
Según la Encuesta Continua de Hogares de 2022, el 14,3% de la población uruguaya mayor de 25 años tiene educación media superior incompleta. Entre 350.000 y 400.000 personas no han terminado el bachillerato y constituyen el público objetivo de esta propuesta orientada a los estudiantes extraedad, mayores de 18 años, indicó a Búsqueda Schipani, integrante de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados.
El planteo se hará efectivo en la próxima semana a través de una minuta de comunicación parlamentaria —un mensaje de la cámara con la sugerencia directa al ente autónomo, presentado como un proyecto de ley, que requiere mayoría simple— la cual terminó de redactarse este miércoles 27.
“Los liceos nocturnos del siglo XXI”
El objetivo, según el texto de un solo artículo, es la implementación de una oferta de bachillerato virtual a escala nacional para las personas mayores de 18 años que permita una articulación entre la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) y la Dirección General de Educación Técnico Profesional (DGETP/UTU) a fin de garantizar una formación integral adaptada a las necesidades de los estudiantes.
La intención es que los estudiantes puedan transitar entre las diversas modalidades en función de sus necesidades, situaciones y niveles de formación y que estos sean iguales a los del bachillerato común.
“Los bachilleratos virtuales serán los liceos nocturnos del siglo XXI”, graficó Schipani, en alusión a lo que implicó en el siglo pasado la ley que creó los liceos nocturnos, con el mismo estatuto que los diurnos, sin discriminar calidad o niveles formativos. Esta nueva iniciativa “le permitirá al país combatir frontalmente una de las dificultades más importantes de la educación media, que es el bajo egreso”, dijo, convencido de que supondrá además una oportunidad para las personas de menos ingresos y del interior.
Schipani sostuvo que la medida hará que aumente la matrícula y el egreso de la educación universitaria, “otro drama importante de nuestra educación”. Insistió en que la educación virtual permite “continuar o retomar estudios a muchas personas” cuyas dinámicas de vida y trabajo les dificultan la movilidad y la asistencia a clase.
Agregó que la propuesta está alineada con la política de impulsar “procesos de unificación curricular” que permitan mayor flexibilidad a través de un “bachillerato común” en lugar de los tradicionales bachilleratos diversificados. La idea es que la modalidad de enseñanza virtual “se apoye en el Ceibal”, como centro de innovación educativa con tecnologías digitales, para “democratizar el acceso a la educación media superior” y aprovechar la inversión en conectividad del país.
Según Schipani, el titular del Codicen aprobó la propuesta, aunque propuso postergar su ejecución para 2025 por razones administrativas y “de tiempos”. No obstante, “el tema está sobre la mesa” en el proceso de discusión de los bachilleratos, dijeron los promotores. De momento, la intención es crear una comisión o “unidad a cargo” que dé estabilidad, continuidad y capacidad de evaluación y desarrollo para expandir esta modalidad en el sistema.
Actualmente, las experiencias de bachillerato virtual en sus diversas formas están presentes en la oferta educativa de varias instituciones privadas como resultado de autorizaciones oficiales. Sin embargo, no existe una oferta en el sector público que permita cursar los estudios de bachillerato bajo la modalidad a distancia y virtual.
Esto crea una “desigualdad” de situaciones para ejercer el derecho a la educación, esgrimen los promotores de la iniciativa. Citan como referencia “múltiples experiencias internacionales de ofertas de alta calidad de estudios de bachillerato” a distancia o virtuales en México, Colombia, Ecuador y Argentina, entre otros países.
Originalmente, la idea era un bachillerato virtual general para todo el sistema, tanto para alumnos regulares como para liceales con extraedad, explicaron Schipani y Rama. Desde la ANEP respondieron que a esas edades, en torno a la primera juventud, “la sociabilidad, el vínculo cara a cara, el contacto son muy importantes”, por lo que importa incentivar que los alumnos vayan a los centros educativos, y advirtieron sobre “el peligro” de que queden “las aulas vacías”.
Los autores atendieron el reclamo en virtud de que, si bien existen formas de acceso a los estudios en el bachillerato con uso de tecnologías de comunicación —tales como las tutorías virtuales—, Uruguay carece de un sistema nacional de enseñanza formal en modalidad virtual “maduro” en el nivel de educación media superior.
La propuesta a estudio implicará capacitar a los docentes en el uso de las tecnologías de la información y comunicación y en metodologías didácticas innovadoras para el aprendizaje en línea. Asimismo, establecerá mecanismos de seguimiento y evaluación para asegurar que los estudiantes adquieran los conocimientos y competencias necesarios, como foros de discusión y videoconferencias.
Schipani remarcó que el bachillerato virtual no pretende reemplazar la educación presencial, sino complementarla y adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes. De esta manera, aquellos que enfrenten dificultades para asistir regularmente a clases o que requieran flexibilidad horaria podrán encontrar una alternativa válida para completar sus estudios.
