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    El gobierno asume que atraviesa la mayor crisis diplomática desde conflicto por plantas de celulosa

    La “crisis diplomática” en la que quedó envuelto Uruguay con algunos de sus socios del Mercosur es asumida en el gobierno como la más grave de los últimos tiempos, comparable con el punto más bajo de la relación con Argentina tras el estallido del problema por la instalación de la planta de celulosa en Fray Bentos, dijeron a Búsqueda fuentes del Poder Ejecutivo.

    “Esto es peor porque hay más actores y es muy difícil encontrar un punto de equilibrio”, comentó un jerarca consultado.

    El gobierno del presidente Tabaré Vázquez sigue trabajando con dos objetivos: evitar una parálisis del bloque y no sancionar a Venezuela. “Uruguay no se sienta ni a negociar si el planteo es suspender a Venezuela” como miembro, lo que requiere el consenso de los socios, señaló el informante.

    El viernes 12 venció el plazo y Venezuela no cumplió con la incorporación de normativas cualitativamente importantes, entre ellas el acuerdo de complementación económica, lo que se conoce como el “corazón” del Mercosur, explicó una fuente.

    Los países fundadores le enviaron una carta al gobierno de Nicolás Maduro donde señalan el incumplimiento y lo invitan a conversar sobre el asunto. La reunión de los representantes del bloque se programó para el martes 23. Uruguay irá con la idea de darle un plazo mayor a Venezuela y se opondrá si otro socio propone la suspensión por considerar que esa sería una sanción demasiado dura.

    El gobierno uruguayo está en una posición minoritaria que lo dejó expuesto frente a los socios más grandes del Mercosur.

    Brasil y Argentina son proclives a instalar una figura colegiada que presida temporalmente el bloque.

    La canciller argentina, Susana Malcorra, dijo en una entrevista con Búsqueda que la decisión de Uruguay de entregar la presidencia rotativa creó un “vacío” y puso al bloque en una “situación compleja”.

    Con Brasil la relación se tensó esta semana luego de que los diarios “El País” y “La Diaria” difundieran comentarios realizados por el canciller Rodolfo Nin Novoa en el Parlamento.

    El miércoles 10, ante la Comisión de Asuntos Internacionales de Diputados, el canciller comentó que con su postura los socios “se saltean lo jurídico” y aduciendo razones que no están en el cuerpo normativo del Mercosur, “quieren eludir, erosionar, hacer bullying a la presidencia de Venezuela. Esa es la pura verdad”.

    Acerca de la reciente visita del canciller brasileño, José Serra, dijo: “No nos gustó mucho que viniera a Uruguay a decirnos —lo hizo público, por eso lo digo— que venían con la pretensión de que se suspendiera el traspaso y que, además, si se suspendía, nos iban a llevar en sus negociaciones con otros países, como queriendo comprar el voto de Uruguay. A mí eso me molestó bastante y le molestó mucho al presidente también”.

    Esas declaraciones provocaron enojo en el gobierno de Brasil, que el martes 16 convocó al embajador uruguayo para pedirle explicaciones. Luego, en un comunicado, expresó su “profundo descontento” con los comentarios de Nin Novoa.

    El miércoles 17, la Cancillería uruguaya aclaró en un comunicado las expresiones de su titular. “Hubo un mal entendido sobre la propuesta brasileña de efectuar actividades conjuntas de promoción comercial entre ambos países en terceros mercados, y que ahora ha quedado perfectamente claro que la misma no guarda relación alguna con la consideración del traspaso de la presidencia pro témpore del Mercosur”, señala.

    Sobre esa aclaración, una fuente oficial explicó que es “demasiado lo que está en juego como para mantenerse en una declaración tan dura”.

    “Mucha estupidez”.

    En medio de esta tensión diplomática, el ex presidente y actual senador José Mujica visitó Brasil para brindar una charla ante 3.000 jóvenes universitarios en Franca —una localidad cercana a San Pablo. Allí defendió la vigencia e importancia del Mercosur y de la integración regional.

    “Los latinoamericanos tenemos que acostumbrarnos a andar juntos, a construir economía y universidades y conocimiento juntos”, evaluó Mujica durante su visita a Brasil, el lunes 15.

    Agregó que por más que no se esté de acuerdo con la orientación de una administración específica, “los gobiernos pasan y los pueblos quedan, y hay que trabajar para el pueblo y no para el gobierno”. Agregó: “Eso cuesta porque hay mucha estupidez y la estupidez sirve para dividir”, enfatizó.

    Argumentando la necesidad de dejar de lado las “barreras ideológicas”, el ex presidente citó el ejemplo de China, uno de los principales socios de América Latina, que “comercia todos los días” con el continente y nadie le pide que tenga los “mismos valores democráticos” occidentales.

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    2016-08-18T00:00:00