El gobierno se propone declarar el 10% del mar uruguayo como área protegida; serán más de 12.000 km2 entre Maldonado y Rocha

escribe Lucía Cuberos 
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La pesca ilegal, las dificultades de la Armada para controlar el espacio marítimo y la necesidad de financiamiento para investigaciones oceanográficas han generado un panorama poco alentador para la creación de áreas marinas protegidas (AMP) en Uruguay.

Pero al igual que muchos países, Uruguay se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas a alcanzar para 2020 el 10% de su área marítima protegida. Y aunque hoy el porcentaje bajo protección sigue siendo menor al 1%, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, aseguró que se propone llegar pronto a los dos dígitos.

Según anunció semanas atrás en una entrevista con el medio Diálogo Chino, su intención es declarar como protegida una zona marítima frente al departamento de Rocha, que representará el 10% del territorio marítimo nacional.

“La propuesta surge de una ONG y se está afinando”, contó al medio extranjero. Uruguay se comprometió a alcanzar el 30% del área marítima protegida para 2030, y esto sería “un primer avance”, indicó el jerarca. “Iríamos por el primer 10%”.

Consultado por Búsqueda, Peña ratificó el compromiso del gobierno de concretar ese objetivo y explicó que el movimiento Océanos Sanos (de la Organización para la Conservación de Cetáceos) fue el encargado de elaborar el proyecto, que implica la protección de un área de más de 10.000 km².

“Es una primera aspiración para avanzar en un porcentaje realmente interesante en cuanto a reservas marinas. Estamos colaborando y la idea es que presenten esta propuesta en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) para que pase por todas las etapas necesarias para ser definida como AMP. Pero es un objetivo de estos años”, señaló el ministro.

Peña indicó que la meta global de proteger el 30% de los océanos permitiría alcanzar un equilibrio en la totalidad, aunque reconoció que Uruguay “aún está lejos de eso”. Y es que hoy el país no tiene áreas protegidas exclusivamente marinas, sino que existen algunas reservas puntuales que abarcan costas y algo de aguas.

“Hoy tenemos dos áreas protegidas, la de Cabo Polonio y la de Cerro Verde, que al estar en la costa incluyen un área marítima, pero la idea es ir incorporando más”, sostuvo.

El ministro se refirió a la necesidad de hacer “cambios” para mejorar el combate a la pesca ilegal, revisar los sitios de prioridad para la pesca artesanal, y hacer acuerdos y controlar la pesca industrial para “que las AMP realmente tengan protección”.

“Le manifesté esta aspiración al embajador de Estados Unidos y se mostró muy entusiasmado de poder colaborar con una embarcación de las que utilizan sus guardacostas” (en referencia al buque americano Cutter Stone, que arribó el martes 26 al puerto de Montevideo). La embarcación recorrerá aguas territoriales uruguayas y realizará actividades conjuntas con la Armada Nacional en el marco de una acción regional en el océano Atlántico llamada Operación Cruz del Sur que busca combatir la pesca ilegal (Búsqueda Nº 2.105).

“Podemos conseguir otras embarcaciones, pero hay un tema de financiamiento de la operativa, porque utilizarlas tiene costos. Hay también alguna propuesta de financiamiento por parte de un privado para poder funcionar y controlar”, dijo Peña.

Según supo Búsqueda, podría tratarse de un buque oceanográfico donado por el Museo de Zárate de Buenos Aires.

Vista del Cabo Polonio. Foto: Nicolás Celaya /adhocFOTOS

Propuesta

El excoordinador de Océanos Sanos y actual director de Ambiente de la Intendencia de Rocha, Rodrigo García, dijo a Búsqueda que a principios del 2020 la organización le presentó al presidente Luis Lacalle Pou una propuesta para delimitar como reserva marina el 30% del mar uruguayo, incluyendo un área de profundidad en el límite entre Uruguay y Brasil identificado como el quiebre del talud continental. Así, se busca proteger el coral Lophelia pertusa, que será objeto de estudio de una expedición inédita por parte de National Geographic (Búsqueda Nº 2.099).

Sin embargo, la idea de declarar esa zona como AMP quedó en “stand by”, dijo García, al considerarse una propuesta “demasiado ambiciosa”, que incluye zonas en alta mar y que implicaría dificultades en la gestión.

“El presidente dijo que primero vayamos por el 10% y después el 30%. Entonces propusimos ir hacia un área más chica, cumpliendo con las metas Aichi11 y demostrando que es posible gestionar áreas marinas que no sean costeras”, explicó.

En ese sentido, en noviembre de 2020 presentaron una propuesta para la creación de un sistema de AMP de alrededor de 12.800 km² (que constituiría el 10% del mar territorial y zona adyacente) entre la Isla de Lobos en Maldonado y una zona frente a Cabo Polonio en Rocha, a unos 80 km de la costa.

“El tamaño aproximado del área a proteger es de la superficie del departamento de Rocha”, explicó el jerarca.

El intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, vio la propuesta con muy buenos ojos, porque permitiría revalorizar ciertos lugares y posicionaría muy bien a Uruguay a nivel internacional, contó García.

“Esta zona es una especie de archipiélago sumergido de islas que no afloran por cuestión de metros. Pero si no, tendríamos una especie de Polinesia enfrente nuestro con una diversidad biológica increíble de peces y especies de los que ni siquiera escuchamos hablar”, dijo el director.

Según la propuesta presentada ante el SNAP, a la que accedió Búsqueda, delimitar esa zona como AMP permitiría al gobierno uruguayo “promover la pesca sostenible, el turismo marino responsable, las experiencias de policultivos marinos y fomentar una cultura oceánica con miras a la década de los océanos de ONU”.

Es que la zona propuesta posee una gran diversidad de peces, mamíferos, aves y reptiles marinos, por lo que se trata de una “oportunidad única para Uruguay” que posibilitaría conservar casi 50 especies, como tiburones, rayas, delfines, mejillones, meros o pez limón, entre muchos otros, detalla el documento.

Además, al ubicarse en una zona rocosa, en el área propuesta no se realiza una pesca intensiva ni se tiran grandes redes, sino que se pesca en forma selectiva con anzuelos y sistemas de jaulas. Es por eso que la zona podría tener una pesca sostenible “de mucho más valor comercial” al venir de una reserva marina, señala la propuesta, que destaca a su vez la importancia de implementar cuanto antes un turismo responsable en el área circundante a la Isla de Lobos.

Como medidas de control, la propuesta plantea implementar un sistema de alarmas en tiempo real para barcos pesqueros uruguayos, extranjeros o con sospechas de pesca ilegal que ingresen al área protegida, así como un registro histórico de actividades en las AMP.

La expectativa es que el proyecto sea aprobado en el primer semestre de este año, y que sea financiado por diferentes fondos verdes internacionales. De todas formas, las autoridades ya comenzaron a trabajar con pescadores industriales de alta mar y pescadores artesanales, con el fin de que puedan ir incorporando algunas prácticas sostenibles durante su actividad.

“El área se pone en efectividad cuando los usuarios llevan adelante medidas de pesca sostenible, sin arrastre de fondo ni descarte de especies. La idea es que cuando se apruebe ya esté encaminado. De hecho, ya comenzamos a trabajar con la Cámara de Industrias Pesqueras al respecto, quienes estuvieron de acuerdo en generar la AMP”, dijo García.

Una vez aprobado el proyecto, las autoridades esperan reforzar la investigación científica y la gestión, estimulando la participación de la Armada. Además, está previsto que la expedición de NatGeo, que en principio comenzará a finales de marzo, también abarque esta zona. “Esta filmación va a ayudar muchísimo. Conseguimos el barco de la Armada y se están ajustando los detalles”, comentó el director de Ambiente al respecto.

Ciencia, Salud y Ambiente
2021-01-27T19:03:00