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En el primer semestre del año, el sector de actividad con los salarios más altos en Uruguay fue el de los servicios financieros, que pagó una remuneración promedio de $ 91.000 calculada a precios de setiembre. Eso es prácticamente el doble que el sueldo medio abonado en el conjunto de la economía ($ 46.000), calculó Búsqueda a partir de los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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El podio sectorial lo cerraron los servicios de salud y cuidados (con salarios promedio de $ 66.000) y las tareas de administración pública ($ 59.000).
En el otro extremo se ubicaron los servicios personales, que incluyen, entre varias actividades, a los servicios de peluquería y el trabajo doméstico. Los trabajadores de este rubro cobraron en promedio $ 23.250 al mes.
Las disparidades salariales también se notaron entre los que aportan a la seguridad social y aquellos que trabajan “en negro”; los primeros percibieron más de dos veces lo que gana uno informal.
El nivel educativo también influye en las remuneraciones a las que acceden las personas. Por un lado, los trabajadores con posgrados gozaban de sueldos por encima de los $ 130.000, mientras que los universitarios ganaban $ 89.000; la brecha frente a quienes no se titularon en la educación terciaria era de $ 50.000, siempre considerando promedios.
A escala territorial también existen brechas. En el primer semestre, los trabajadores de Montevideo y sus alrededores percibieron salarios entre 70% y 15% mayores a los de otras regiones. La mayor diferencia se constató respecto de los departamentos fronterizos con Brasil —exceptuando a Rocha—, identificados por el INE como “interior norte”, donde el salario promedio fue de $ 27.300. La menor brecha se observó con los departamentos de Flores, Florida y Lavalleja —el “centro sur”—; allí los salarios eran de $ 40.300.
Género
De los microdatos de la ECH surge también que el sueldo promedio de los trabajadores hombres durante el primer semestre del año fue de $ 51.450 —a precios de setiembre—, 30,6% por encima del de las mujeres ($ 39.400). Un año atrás la brecha salarial era de 27%.
En el primer semestre de 2023, por cada hora trabajada un hombre ganó 7% más que una mujer. Entre los trabajadores que no aportan a la seguridad social el porcentaje fue del doble (14%).
Por niveles educativos, la brecha salarial de género alcanzó su máximo entre los trabajadores con títulos universitarios, donde los hombres ganan 34,5% más que las mujeres por hora trabajada. La menor disparidad (8%) se registró en los egresados de magisterio y los trabajadores con títulos terciarios no universitarios. Entre los trabajadores con posgrados la diferencia es de 25%.
Al analizar la brecha por el tipo de tareas de los trabajadores, en los cargos gerenciales los hombres ganan 67% más la hora trabajada que las mujeres. Entre profesionales y técnicos casi no hubo brecha (0,6%).
Por actividades, la disparidad a favor de los varones fue de 21,5% en comercios, carnicerías y panaderías, de 3,5% entre policías, bomberos y personal de seguridad y de 1,2% en el personal administrativo.
Por sectores de actividad —sin tomar en cuenta el tipo de tareas realizadas—, en la administración pública y en la ganadería, la agricultura y la pesca las mujeres registraron salarios por hora 12% superiores a los de los hombres. En los demás, la brecha —nuevamente a favor de los hombres— se ubicó entre 5% (servicios personales) y 25% (gastronomía y alojamiento).
