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En un contexto de menor rentabilidad, endeudamiento acumulado y costos internos en aumento empresas y productores de la agropecuaria local decidieron desprenderse parcial o totalmente de sus campos, mediante la venta o el arrendamiento, lo que se constituyó en una oportunidad de inversión para capitales provenientes de otras actividades y originados principalmente en el extranjero, señalaron a Búsqueda operadores del mercado de tierras.
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En ese contexto fue que se hizo cada vez más frecuente la decisión de actuales y exfutbolistas uruguayos de invertir en el campo (Búsqueda Nº 1.978), además de otros profesionales de afuera del agro y algunos fondos de inversión europeos o norteamericanos.
En comparación a otros años, “el mercado está quieto, con algunos negocios de inversores que no son del agro y que buscan campos para forestar pensando en el largo plazo y en las rentas que se obtienen”, indicó el director de Caldeyro Victorica Bienes Raíces, Rodolfo Victorica. Sobre los casos de futbolistas que invierten en el campo, ese empresario señaló que “para el que tiene disponibilidad de fondos, como la gente con ese perfil, es un buen momento para comprar” tierras.
Hoy en el sector agropecuario hay una “enorme falta de liquidez y algunos de los negocios de compraventa de campos que se van haciendo son consecuencia de esa situación”, dijo otro operador.
En un contexto de menor rentabilidad, endeudamiento acumulado y costos internos en aumento empresas y productores de la agropecuaria local decidieron desprenderse parcial o totalmente de sus campos, mediante la venta o el arrendamiento.
Comentó que en los últimos tiempos se dan remates judiciales, ventas diversas públicas y privadas, entre otras operaciones en las que se acercan las puntas interesadas, debido a que el vendedor flexibiliza sus aspiraciones y entonces eso marca un “nuevo piso” en los precios de los campos.
Por la situación del agro “se abre una ventana de oportunidad para el que tenga algún ahorro para los próximos ocho o nueve meses, siempre y cuando la próxima cosecha de soja sea buena”, señaló el director de la empresa Da Silva Agroinmuebles, Sebastián Da Silva. En caso de que eso no llegue a concretarse, entonces la oferta de tierras tenderá a incrementarse en el mercado local. Los precios de los campos en los últimos años “bajaron más del 30%”, calculó.
Planteó que actualmente hay “situaciones de productores que salen a ofrecer sus campos y eso se hace más visible en la cuenca agrícola, que comprende la zona del litoral oeste”. Esos casos se registran en ciertos puntos de los departamentos de Soriano, Río Negro, Paysandú, Colonia y Flores.
La producción de granos se caracteriza por ser de corto y mediano plazo, ya que entre la siembra y la cosecha de un cultivo pasan unos seis meses, dependiendo del grano, entre otros aspectos. Por eso, si el agricultor acumula un par de años con resultados negativos, tiene la alternativa de buscar otra actividad. En el caso de la soja, en 2017 la producción fue excepcionalmente buena, ya que el rendimiento por hectárea fue récord al llegar a 3.000 kilos. Pero este año se dio lo contrario y el rendimiento de la cosecha de esa oleaginosa cayó 59%, a poco más de 1.200 kilos por hectárea, según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias. Este año la calidad del grano empeoró, lo que implica un menor ingreso para el productor a la hora de comercializar su producción.
Otro factor relevante es que luego de los valores máximos históricos registrados por la soja en 2012, que superó los US$ 600 por tonelada, hubo un debilitamiento de los precios en el mercado internacional de los granos, quedando la soja algo por encima de los US$ 300 la tonelada en el mercado de Chicago.
“La producción agrícola lleva un descalce de tres años y pico, lo que es diferente a lo que ocurre en la lechería, que registra una descapitalización que va por goteo”, comparó Da Silva.
Consideró que “el golpe es mucho más fuerte en los granos”.
Hoy en el sector agropecuario hay una “enorme falta de liquidez y algunos de los negocios de compraventa de campos que se van haciendo son consecuencia de esa situación”.
Otros operadores del mercado de campos advirtieron que este año aparecieron a la venta predios que antes “era impensable” que salieran a ser ofrecidos, específicamente de algunas familias que tradicionalmente estuvieron en la producción agropecuaria. En los próximos meses serán rematadas tierras agrícola-ganaderas cuyos propietarios tienen ese perfil, comentaron.
Contaron que tras el cierre de la empresa agrícola Cosechas del Uruguay, de capitales argentinos, en los próximos días saldrán a la venta una serie de campos de esa firma con características apropiadas para la producción de granos.
Más allá de ese caso puntual, hoy existen varias empresas del sector que redujeron su personal a casi la mitad y tienen parte de su plantilla de trabajadores en el seguro de paro. Ese tipo de situaciones afecta a una gran parte de las firmas agrícolas, aseguraron a Búsqueda integrantes de la Asociación Rural de Soriano.
Y para destacar el impacto que tiene la caída de la actividad agropecuaria en el departamento, en esa gremial pusieron como ejemplo que una mutualista de Mercedes perdió unos 1.000 afiliados recientemente y la actividad de los comercios y otros servicios decayó.
Considerando ese contexto y el panorama que se presenta para los productores que se encuentran ante la necesidad de encontrar una solución para el pago de sus deudas con proveedores y con el sistema financiero, algunos operadores del mercado de tierras avizoran un posible escenario en el que haya más negocios en la compra de inmuebles rurales por parte de inversores de fuera del agro. Hay varios futbolistas y fondos de inversión del exterior que buscan una oportunidad para comprarse un campo, aseguraron.
Más tierras
Tras la adquisición de un predio en Salto en 2015 (Búsqueda Nº 1.810), el goleador de la selección de fútbol de Uruguay y del Paris Saint-Germain, Edinson Cavani, continuó con la compra de tierras en 2017 al adquirir unas 1.483 hectáreas en el norte de Paysandú, cerca del límite con Salto y con costa a los ríos Uruguay y Daimán, por las que pagó US$ 9,6 millones, según datos a los que accedió Búsqueda. Esa operación se concretó entre abril y octubre del año pasado y el futbolista abonó un precio de US$ 6.500 por hectárea.
El otro caso es el del mediocampista de la selección de Uruguay y de Peñarol, Cristian Rodríguez, que pagó US$ 2,2 millones en 2016 para comprar un predio de 529 hectáreas en el departamento de Flores. Esa adquisición fue con pago “al contado y en una sola partida”.
Recientemente, el exjugador de Nacional y actual delantero del PSV Eindhoven de Holanda, Gastón Pereiro, adquirió un campo por la Ruta 20 en el departamento de Río Negro, según operadores.