“La carne con hueso importada no creo que vaya a tener hinchada”, dijo a Búsqueda el presidente de la Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne (Adicu), Jorge López, al ser consultado sobre la posibilidad de importar ese producto como alternativa al ingreso de ganado de Brasil.
Consideró que “la importación de ganado en pie no va a salir y lo de la carne con hueso no suma, porque no tiene adeptos”.
“Es más barato el flete de la carne sin hueso porque viene en cajas y, además, la mano de obra es más barata en Brasil que en Uruguay”, argumentó.
Es que la medida referida al ingreso de vacunos de Brasil parece quedar descartada por el momento, debido a los riesgos sanitarios que implica y a que en los últimos días el precio del ganado brasileño registró un incremento, según operadores del sector.
Al analizar el asunto, López señaló: “La industria frigorífica uruguaya está un poco dolida; no sé si es la palabra (indicada), pero le cuesta asimilar el trago de la cantidad de carne importada que está entrando al mercado local”.
“El gran valuarte que le queda a la industria frigorífica es la carne con hueso”, advirtió el titular de la gremial de importadores cárnicos.
“Las primeras potencias mundiales de producción de carne son grandes exportadores e importadores de ese producto; le pasa a Brasil, a Estados Unidos y a otros”, indicó.
Y comparó que “en Uruguay casi el 80% de la carne producida se exporta y solo el 20% se consume en el mercado interno, mientras que en esos otros países ocurre a la inversa, ya que consume la mayor parte y el resto exportan”. López es director de la empresa Santa Clara, que es la mayor importadora de carne, según los registros de Aduanas.
El volumen ingresado “asusta”
Uno de cada cuatro kilos de carne vacuna comercializada en el mercado uruguayo es importada, ya que la participación de ese producto llegó a 25% en los primeros cinco meses de 2020; en 2019 fue de 13% y en 2018 de 8%, según el Inac (Instituto Nacional de Carnes).
López comentó que “la carne uruguaya es la preferida por el consumidor local y la importada se demanda por una cuestión de precio”.
“Cortes finos no se traen de otros países, porque la gente sigue prefiriendo la carne de calidad uruguaya”, enfatizó.
Aludió a los hábitos de consumo tradicional del país al señalar que “como el asado uruguayo no hay”.
La menor demanda de ese corte con hueso de parte de los chinos causó una mayor oferta en el mercado interno.
“Para el día del padre no hubo asado que alcance, pese a que la faena de esa semana fue poca, con algo más 30.000 reses, y para el fin de semana del 18 de julio (Jura de la Constitución) no va a alcanzar el asado”, adelantó López basándose en los pedidos registrados en los días previos.
Respecto al fuerte impulso que tuvo el negocio de la carne vacuna importada en 2019 y en lo que va del presente año, el presidente de la Adicu afirmó que el volumen de importación de carne en el primer semestre “asusta”. “Pero creo que llegamos a un techo”, opinó.
En la primera mitad de este año ingresaron 16.000 toneladas de carne vacuna importada, lo que representa un volumen algo superior al registrado en 2018 cuando se importaron 15.444 toneladas, según datos del Inac. Indican que en 2019 el volumen importado de ese producto fue de 30.925 toneladas.
Sobre lo que pueda ocurrir en los próximos meses, ese empresario señaló que no cree en la probabilidad de que se superen las cantidades importadas recientemente. “Estaremos en niveles similares (de importación) a los registrados en estos meses o tal vez entre 2% a 5% por encima, y para abajo dependerá del precio de la carne uruguaya”, planteó.
Los importadores también hicieron stock de carne porcina en la primera parte del año, debido a que el precio de ese producto en Brasil les resultó favorable para el negocio.
La Adicu fue creada en 2019 en momentos de dinamismo de las importaciones cárnicas con el objetivo de organizar a los operadores del sector, realizar gestiones en ámbitos públicos y tener participación en diferentes instancias oficiales, como la Mesa del Abasto convocada por el Instituto Nacional de Carnes.
Ayer (miércoles 15) hubo una reunión de esa instancia, tras la que López declaró a Búsqueda que “cambió el ánimo” en ese grupo, ya que “se logró el objetivo de ayudar al IPC” en el sentido de contener el incremento de la inflación con una baja en los precios de la carne en general.
En el primer semestre de este año el precio de la carne vacuna registró una baja en promedio de 1,49%, como consecuencia de la reducción de algunos cortes como el asado de tira (–15,34%), vacío (–6,59%) y falda (–4,59%), según un comunicado del Inac divulgado esta semana.
A excepción de los meses de marzo y abril, en los cuales se registró un aumento, en los otros cuatro meses de 2020 el precio de la carne vacuna ha registrado variaciones a la baja.
Mientras, en los primeros seis meses de este año los precios de la carne aviar y porcina registraron un incremento en promedio de 3,80% y 8,36%, respectivamente.
“En materia de consumo y precios se ha podido revertir la tendencia y contribuir a que los precios de la carne no suban y sacarle presión inflacionaria”, dijo a Búsqueda el presidente del Inac, Fernando Mattos, tras la reunión de la Mesa de Abasto.
Comentó también que “cuando el rubro alimentos empezó a empujar mucho el índice inflacionario hubo una solicitud del Inac y, luego, el Ministerio de Economía convocó a los actores” del sector cárnico, a los distribuidores y cadena de comercios, para establecer un “acuerdo voluntario” que rige “hasta el 11 de agosto”. Eso supone mantener el precio de la media res y el asado hasta esa fecha, dependiendo de dos condiciones: el valor del dólar y el precio del ganado, acotó.