Ya hace seis años que Milton Machado (Compromiso Frenteamplista) se desempeña como presidente de OSE. El balance que hace de este tiempo en el organismo es “altamente positivo” y, pese al “desgaste” del “trabajo cotidiano”, asegura que sigue “totalmente comprometido con la tarea”. De todos modos, cuando se le pregunta por su continuidad hasta el final del período, responde que “nunca se sabe” porque es el presidente de la República quien “tiene la palabra”.
Machado sostiene que es “bien importante” que un gobierno de izquierda priorice el área social, más aún en un organismo como OSE, ya que está establecido en su carta orgánica. Por eso, no duda al ubicar como una de sus principales satisfacciones el programa que llevó agua potable a 300 escuelas rurales y, de esa manera, a 17.000 pobladores del ámbito rural que no tenían acceso.
También destaca el avance del organismo en gestión e infraestructura y enumera inversiones: U$S 40 millones en mejoras para la planta de Aguas Corrientes, más de U$S 100 millones en el sistema de saneamiento de Maldonado, U$S 90 millones en el de Ciudad de la Costa. Esas son apenas algunas. Obras de saneamiento, plantas de tratamiento de efluentes en distintas zonas del país, y mejoras en las plantas potabilizadoras de Aguas Corrientes y Laguna del Sauce forman parte del plan de inversiones de U$S 550 millones para el quinquenio.
Pero en OSE “las demandas son mayores que los recursos”, dice Machado. De hecho, un proyecto de U$S 250 millones que el jerarca considera “fundamental” para garantizar el suministro de agua al área metropolitana de Montevideo aún no tiene financiamiento previsto.
Al tiempo que destaca los avances, Machado reconoce que el servicio de OSE “perdió la confianza de los usuarios de Maldonado” y que les costará mucho trabajo recuperarla. También cree que demandará años “revertir” el deterioro ambiental en la cuenca del Santa Lucía y la Laguna del Sauce.
—El repaso de obras hechas y por hacer suma millones y millones. ¿Cómo se están preparando y qué aspiraciones tienen de cara a la Rendición de Cuentas?
—La Rendición de Cuentas a OSE no le va a incidir en términos de conseguir presupuesto. Nosotros hicimos todo un trabajo con la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), con Economía, con el Poder Ejecutivo y con el mismo presidente de la República, en función del plan de inversión que definió el gobierno nacional para OSE de U$S 550 millones en el quinquenio. Es a partir de eso que se hizo el ajuste tarifario de comienzo de año.
—¿No van a necesitar recursos extra para poder cumplir con el plan de inversiones?
—No. Lo que sí definimos con Economía, para complementar y poder cumplir con ese cronograma de inversiones, es la aprobación de un fideicomiso de U$S 150 millones que va a priorizar algunas obras importantes para el gobierno nacional que no están comprendidas en el ajuste tarifario.
—El legislador colorado Tabaré Viera cuestionó que OSE se estuviera endeudando para reperfilar deudas. ¿Cuál es la situación financiera de OSE hoy?
—Para hacer todas estas obras que mencionamos antes se tomaron préstamos internacionales, finalizaron los períodos de gracia y hay que empezar a pagarlos. Por eso hicimos todo un rediseño financiero para poder cumplir los compromisos sin dificultades y que eso no nos hipotecara la posibilidad de seguir haciendo las obras estratégicas. Es una combinación, la prioridad del fideicomiso es continuar haciendo obras que se necesitan y ayudar a reperfilar la deuda comprometida.
—¿No es peligroso aumentar el endeudamiento de OSE? En el ambiente político hay sensibilidad por la situación de Ancap, por ejemplo.
—Nosotros tenemos un nivel de endeudamiento importante pero también estamos trabajando en la caja de OSE para tener una situación financiera que no complique la sostenibilidad. Todavía no tenemos cerrado el balance, se cierra el 31 de marzo, pero lo que vienen evaluando nuestros técnicos es que vamos a tener un balance positivo. Venimos cuidando eso.
—¿Vio algo de Carnaval?
—Alguna cosa vi.
—¿Qué sintió al escuchar está crítica de La Clave al servicio de OSE en la ciudad de San Carlos? “San Carlos/ el agua de OSE es la mejor/ cuando no sale beige sale marrón/ y tiene un gusto muy particular/ a tierra puede ser la tienes que probar/ y lo que estoy diciendo no es ningún disparate/ no tiro la cisterna para no ensuciar el water/ pero llega el recibo y yo la pago igual”.
—Las murgas critican y está bien. Hacen referencia a aquel evento que tuvimos al final del verano 2015. Fue una situación pública y notoria debido al grado de contaminación que adquirió la Laguna del Sauce. A nosotros nos generó dificultades y pasó lo que pasó...
—La murga habla de una situación permanente en esa ciudad…
—En todo el año pasado y este verano no hemos tenido reclamos. Alguna rotura puntual puede haber y ahí puede haber algún evento de turbiedad. Eso puede pasar en San Carlos y en cualquier localidad del país. Roturas hubo, hay y va a seguir habiendo. En Maldonado venimos invirtiendo y mejorando año a año y cada vez que hay un problema lo avisamos a la población. Pero no creo que sea permanente. Creo que esta crítica refleja un grado de sensibilidad que quedó del evento que tuvimos en 2015. Son temas de confianza y en Maldonado perdimos cierta confianza de la población. Después lleva mucho tiempo y trabajo volver a recuperarla. Estamos haciendo un esfuerzo y un trabajo permanente para revertir esa desconfianza que se creó.
—No son los únicos que han planteado preocupaciones por la calidad del agua. También lo hizo el sindicato de trabajadores de OSE y el director colorado Vilibaldo Rodríguez, que dijo que el agua en algunas zonas del interior “daba lástima”. En cambio, usted el año pasado dijo a Búsqueda que la calidad del agua era mejor que la de hace 10 o 15 años. ¿Sigue pensando así?
—Yo no comparto ese concepto que emitió el director. La calidad del agua que se da en todo el país tiene que cumplir con la normativa que se exige. No se le da prioridad a una zona y la otra es agua de segunda. No es así realmente. OSE creó diez laboratorios en distintas capitales del interior. Hoy tenemos un sistema de gestión de laboratorios descentralizado que es lo que además nos permite garantizar la calidad del agua mucho mejor que diez o 15 años atrás. Se mejoraron las condiciones de análisis, de cercanía, hay más técnicos formados y preparados en calidad de agua, se hacen muchos más análisis de los que se hacían antes. Entonces, reafirmo el concepto del año pasado: el agua de OSE está mucho más controlada, monitoreada y cumple con la normativa.
—En 2013, cuando se dio el episodio de floración de cianobacterias que afectó el agua en el área metropolitana, el gobierno diseñó un conjunto de medidas para revertir el deterioro de la cuenca del Santa Lucía. ¿Qué evaluación hace hoy? ¿Hay mejoras en las condiciones de las fuentes de agua?
—Creo que la coordinación interinstitucional ha mejorado mucho. En particular, el presidente de la República creó en esta administración la Secretaría de Agua, Cambio Climático y Medio Ambiente, justamente para mejorar y poder liderar la coordinación entre las distintas instituciones en el plan de mejora medioambiental en las distintas cuencas. Después se han llevado adelante inversiones para mejorar la calidad de los efluentes que se devuelven a los cursos hídricos. También está trabajando el Ministerio de Ganadería con los planes de uso de suelo y condiciones que se exigen a los productores. Ahora hay todo un plan de trabajo, de uso y manejo de suelo. Creo que hay avances importantes, como el plan de monitoreo integral para tener un control directo, con estaciones, sistemas de prevención y de alarmas que permiten avisar a tiempo que están cambiando las condiciones del agua e impiden comprometer el sistema de potabilización. Hay todo un trabajo muy importante, con muchos actores involucrados, incluso la sociedad civil.
—¿Y está dando resultados?
—Son años de deterioro medioambiental. Por más que se hayan tomado las medidas, no se revierte de un día para el otro. Va a llevar años. No sé si las series estadísticas ya permiten sacar conclusiones de ese tipo. Yo no me animo a sacarlas.
—Una de las medidas de OSE para asegurar el suministro de agua en el área metropolitana era construir dos represas en los arroyos El Soldado y Casupá y un by pass. Usted afirmaba que era un proyecto fundamental y el expresidentes José Mujica le había dado el visto bueno. ¿Cuál es la situación hoy?
—Estamos trabajando con una consultoría que está avanzando en el anteproyecto para la represa del arroyo Casupá. Eso viene avanzando, tenemos una cooperación técnica no reembolsable de CAF para llevar adelante todos los estudios necesarios para hacer el llamado a licitación del proyecto ejecutivo y de la obra. Esperemos que sea antes de que termine esta administración. Es una definición del gobierno anterior y fue ratificada por este. El proyecto global de las dos represas y el by pass está en el entorno de los U$S 250 millones. Pero esto lo vamos a hacer en etapas; sin dudas, vamos a empezar con la represa del Casupá, que serían unos U$S 100 millones.
—¿Esta obra está incluida en los U$S 550 millones de inversión del período?
—No, esto está por fuera. Lo que sí estaba previsto eran estos estudios preliminares y la parte de expropiaciones, que es un monto importante.
—¿Pero sigue siendo una obra “fundamental”?
—Sin dudas.
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2017-03-23T00:00:00
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