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Punta del Diablo, uno de los balnearios más concurridos del departamento de Rocha durante el verano, carece de un sistema de drenaje pluvial, como se conoce a la red diseñada para controlar y almacenar el agua de lluvia. Es así que, al no existir una conducción preestablecida, las precipitaciones hacen que el escurrimiento tenga lugar tanto por padrones privados como por las propias calles del pueblo, lo que causa erosión vial y en zona de dunas y el arrastre de balastro a la zona costera. Por eso los vecinos reclaman desde hace años la puesta en marcha de un plan de drenaje que ayude a mitigar una situación que cada año se vuelve más crítica.
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Ante ese panorama, en 2019 el entonces Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente se comprometió a elaborar un Plan de Drenaje Sustentable para el balneario, que fue presentado por la cartera de Ambiente en 2020, durante la gestión de Adrián Peña. Se trataba, según el documento al que accedió Búsqueda, de un proyecto de cerca de US$ 22 millones que nunca llegó a implementarse.
“La Intendencia de Rocha sostiene que como es mucho dinero, ellos no pueden hacer nada. Pero lo que pedimos desde hace dos años no es que ponga la plata, que sabemos que es mucha para la intendencia, sino que manifieste interés en el proyecto para que junto con el Ministerio de Ambiente (MA) busquen fondos para implementarlo”, explicó a Búsqueda la bióloga Paula Laporta, integrante del Colectivo Ambiente Punta del Diablo.
Con el fin de pedir que se agilice la puesta en marcha de este plan, el colectivo de vecinos asistió el martes 12 a la Comisión de Ambiente del Senado. Según dijo Laporta, lo que plantean es que los fondos puedan provenir de la OPP o incluso de fuentes internacionales para que el proyecto no siga “guardado en un cajón”.
“El MA tiene fondos para hacer un proyecto ejecutivo de ese plan, con un presupuesto real, con etapas concretas y un cronograma de trabajo. Pero en estos dos últimos años la intendencia en ningún momento nos dio una respuesta”, reclamó Laporta. Afirmó que la cartera está afín en avanzar con la iniciativa, pero debido a la falta de interés del gobierno departamental el pueblo “perdió la posibilidad” de usar esos fondos para mejorar el drenaje.
“Pedimos una reunión con el intendente, pero no nos recibió. Su secretario se comprometió a responder en forma escrita, pero tampoco lo hizo. Tuvimos una audiencia en diciembre con la Junta Departamental, donde dijeron que iban a manifestarlo de interés para el departamento, pero tampoco supimos nada”, comentó la vecina.
Laporta dijo que la intendencia debe darle un aval al proyecto presentado por Ambiente para que la iniciativa pueda avanzar. “Se están escurriendo por el costado. Conseguir estos fondos es un tema de voluntad política”, opinó.
Consultado al respecto, el director de Ambiente de la Intendencia de Rocha, Rodrigo García, dijo a Búsqueda que “no es cierto” que los fondos del MA no hayan llegado porque el gobierno departamental no mostró interés. Afirmó que se trata de una “mala interpretación” de los vecinos y que el financiamiento nunca estuvo.
“Hay un fondo que se podría llegar a aplicar que tiene que ver con un Plan Costero de Acción Climática, pero que no se priorizó para Punta del Diablo por decisión del Ministerio de Ambiente. No porque desde la intendencia no estemos interesados en uno de los problemas más graves de la localidad, sino porque los fondos no alcanzaban para eso”, señaló García.
El jerarca aseguró incluso que el gobierno departamental ya comenzó a tomar medidas paliativas respecto a pluviales, como el arreglo de las cunetas de balastro, la colocación de retensores que disminuyen la erosión y la implementación de un sistema de piedras que retienen el flujo del agua, todo para evitar que el balastro llegue a la zona de playa. Para García, el error de los vecinos es pensar que el financiamiento del proyecto depende de que la intendencia les manifieste su voluntad.
“El gobierno habla con el gobierno. Esto se habló oportunamente con Peña y con el nuevo ministro hace poco tiempo. No es una cuestión de manifestarse, las gestiones se hicieron. Somos los primeros interesados, porque el mantenimiento de las calles de Punta del Diablo tiene un costo altísimo y nunca queda bien porque son acciones paliativas”, afirmó.
Del proyecto, liderado por la Dirección Nacional de Aguas, que plantea la circulación y la canalización de los pluviales, así como la retención de aguas por las pendientes a través de retensores y cámaras filtrantes, no llegó a implementarse nada. Para García, se trata de un estudio “muy bien hecho pero muy costoso”.
“La intendencia podría participar en un porcentaje ínfimo (con maquinaria, algo de mano de obra y recursos económicos) pero por el momento no es posible ejecutar ese plan tal cual se explicita”, indicó.
Al respecto, Laporta dijo que la intendencia hizo unas “pasarelas ridículas” y distintas obras que van en contra de este plan de drenaje, como la construcción de un mirador “en el lugar más erosionado de la playa del Rivero”, que hoy está en peligro de derrumbe.
“La intendencia lleva adelante acciones sin autorización de Ambiente, sin tener comunicación con el ministerio. Nos cansamos de que no haya respuesta y de que el gobierno departamental haga lo que quiera”, señaló. “La situación del drenaje hoy es crítica y cada lluvia como la de estos días son 20.000 pasos para atrás”, lamentó.
Fabián Cabrera, arquitecto e integrante del mismo colectivo de vecinos, dijo a Búsqueda que, como Punta del Diablo está 40 metros por encima del nivel del mar en el punto más alto, cuando llueve el agua abre canaletas que son luego rellenadas con balastro, lo que produce un costo de unos US$ 50.000 para la intendencia con cada tormenta. “Buscamos que se empiece por algo, por lo menos una solución paliativa. Porque además genera un problema de contaminación en las playas, ya que cuando esa agua corre desborda los pozos negros y termina llevando toda la materia fecal hacia la costa. Es todo un conjunto de cosas”, comentó.