El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) proyecta que en 2024 la producción mundial de carne vacuna se mantendrá prácticamente incambiada respecto a 2023. Para Uruguay prevé un aumento de la faena y de las exportaciones, y anticipa que los precios de exportación serán ligeramente más bajos en 2024, pero superiores a los registrados en el período 2017-2021.
Estas proyecciones, publicadas en el Anuario 2023 de la Oficina de Planificación y Política Agropecuaria (Opypa), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), indican que China seguirá siendo el principal destino de las exportaciones cárnicas de Uruguay, representando más del 50%, con Estados Unidos y la Unión Europea como los otros dos destinos importantes.
Un año récord
El empresario Pablo Carrasco, productor ganadero y cárnico, dijo a Agro de Búsqueda que “este año se va a volver a generar la rentabilidad que generó el ejercicio previo a la sequía, que fue histórico, por la vía de la producción en ganadería”. Consideró que “las preñeces serán récord histórico” y que las recrías también tendrán una “velocidad de crecimiento récord”. Y planteó que “se verá si somos capaces de aprovechar un buen año desde el punto de vista productivo”.
Por otra parte, valoró que se está volviendo a normalizar la relación de precios hacienda-tonelada de carne de exportación, “que siempre fue 0,93 y estuvo bastante por debajo en los últimos meses, fruto de la gran oferta que hubo y de una gran demanda que pudo manejar muy bien los precios, y que además estaba en competencia con dos países que vendían muy barata su oferta de carne: Brasil y Australia”.
El empresario opinó que “esas bajas de precios no son esperables de aquí en adelante”, como tampoco cree que haya picos de precios como los que se registraron en años anteriores. Estimó que el precio del novillo se ubicaría en “US$ 3,60 por kilo” en cuarta balanza, y planteó que “a ese precio la responsabilidad es del productor para lograr un negocio rentable”.
Carrasco enfatizó que este año la productividad y el precio serán favorables, particularmente para la cría. “Si bien toda la cadena ganadera tendrá una producción destacada, por la cantidad de terneros que van a nacer y por el precio que se obtiene, el criador va a estar muy cerca de los números de la recría e invernada, algo que nunca en la historia sucedió. Es el criador el que en este año tiene todo para ganar”, subrayó.
En el mismo sentido, el delegado de Comisión Nacional de Fomento Rural en la junta directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), José Mesa, consideró que este año “vamos a tener más vacas entoradas” y “un porcentaje de preñez muy bueno, quizás de los mejores que ha tenido Uruguay en los últimos tiempos”.
Informó que “hemos hecho algunos diagnósticos con muy buenos porcentajes de preñez sobre vacas paridas”. Agregó que las preñeces tempranas van a permitir sacar los toros temprano de los rodeos y homogeneizar los lotes, sin tener tanta dispersión de terneros.
Mesa destacó que “el rodeo de cría aumentó”, porque la caída de precios en el mercado del ganado gordo llevó a que se entoraran vacas que no se pensaban entorar. “Venimos de un rodeo que falló mucho el año pasado y los productores retuvieron” esas vacas falladas, señaló el ingeniero agrónomo.
En ese sentido, estimó que “seguramente lleguemos a 3 millones de terneros. Vamos a verlo más adelante, pero se palpa que estos valores de preñez al 10 de enero son realmente muy interesantes”.
Mercado internacional
Sobre el mercado internacional Carrasco analizó que “ya pasó lo peor”. Consideró que “es insostenible que Australia siga vendiendo los volúmenes de carne que vendía”, algo que “sucedió por la sequía”. Además, proyectó que Estados Unidos “no va a volver al mercado por un par de años”, y que en Brasil “el mercado interno ha resucitado”. A propósito, consideró que “es mucho más importante el mercado interno brasileño que los precios en China, porque el país vecino es el mayor exportador, y “con un mercado interno fuerte baja a la mitad su oferta exportadora”.
El director de Conexión Ganadera destacó que la industria frigorífica cerró el año 2023 con “muy buenos números, como hace mucho no los tenía”, y consideró que esa es “una buena noticia para la cadena, para que el negocio sea viable y sustentable en todos sus eslabones”.
Mesa, quien visitó China y Estados Unidos el año pasado, consideró que el país norteamericano “está en una situación compleja de producción de carne, con una sequía muy importante y con liquidación de stock. Objetivamente se puede considerar que Estados Unidos se estaría recuperando en 2025”. Por lo tanto, opinó que en 2024 las exportaciones de carne uruguaya a ese mercado serán “muy similares” a las de 2023, con una “interesante” colocación de volúmenes por fuera de cuota.
El año pasado Estados Unidos le compró a Uruguay un volumen de carne vacuna 23,8% superior al de 2022, absorbiendo buena parte de la oferta que antes iba a China.
Sobre el país asiático, Mesa valoró que su economía creció 5% en 2023, manteniendo los niveles de precios de compra de carne en el promedio de los últimos 10 años. “Lo que pasa es que a veces nos quedamos con los US$ 5.000 (por tonelada)”, comentó.
En términos generales, el representante de los productores en INAC consideró que “estructuralmente en el mundo falta carne”. En relación a Europa dijo que no tiene “demasiadas expectativas”, porque “importa el 8% del volumen mundial”. Puntualizó que “no tengo expectativas para 2024 pero tampoco para adelante. Las expectativas de Uruguay tienen que estar en Asia. Uruguay tiene que hacer mucho más esfuerzo en países como Malasia, Singapur y Vietnam, y ojalá logremos al entrada a partir de mayo”. También llamó a apuntar hacia los países del Golfo Pérsico, como Arabia, donde INAC ha participado en algunas ferias.
En 2023 Uruguay exportó 501.876 toneladas de carne bovina peso canal, 5,9% menos que en 2022. La facturación sumó US$ 2.665 millones, que significaron una caída de 17% frente al año anterior. China fue el principal destino, invirtiendo el 47% de ese monto. El precio promedio de la tonelada de carne bovina de exportación fue US$ 4.185, 15% menos que en 2022, según INAC.
Negocio Minerva-Marfrig
Sobre la posibilidad de que Minerva concrete la compra de tres frigoríficos de Marfrig (La Caballada, Colonia e Inaler), Carrasco dijo que “soy de los pocos que creo que eso no se va a notar en el mercado”, porque “ya existe colusión entre las industrias”. Planteó que “si Minerva fuera tan poderosa no permitiría que en 2023 el precio del ganado bajara tan por debajo del precio de la tonelada de carne de exportación y fuera acusada de ser un arma letal para el mercado”.
Agregó que esta situación “existe desde hace muchísimos años, en todas las cadenas productivas”, donde “ningún competidor baja el precio sin llamar a su colega”.
Carrasco analizó que hay un “debilitamiento de Marfrig, que tuvo que hacer este negocio por sobreendeudamiento”, que Minerva “va por producir commodity” a una escala “gigante”, algo que “en una competencia tan informada como la uruguaya termina robusteciendo los precios en lugar de deprimirlos”, porque “tiene la espalda para soportar períodos como los que vivió la industria en 2022, que fueron situaciones propicias para fundir a un frigorífico que no fuera una multinacional enorme”.
Además, el empresario remarcó que en este negocio “se está pagando por cada planta frigorífica el doble de su valor, en respuesta a la necesidad alimentaria del país que realizó esta inversión, que fue Arabia Saudita”.
Consideró que “la seguridad alimentaria será el factor determinante de los precios del mercado, por la desesperación de esos países por asegurarse el abastecimiento de alimentos. Negarle la pista de aterrizaje en Uruguay a esa desesperación sería un enorme error; pero sé que mi opinión es minoría”.