Se refirió a que el caso del uso de la hormona denominada estradiol, utilizada en la ganadería para mejorar la ganancia de peso en el animal, “es el más claro ejemplo”.
“Pero pronto se deberá tratar el tema del fipronil (un insecticida prohibido en la UE y empleado en el combate a la garrapata en el rodeo local), y luego vendrán otros”, agregó.
Esos comentarios apuntan a que la detección de residuos biológicos que la normativa europea prohíbe o limita pone en riesgo las colocaciones de productos del agro uruguayo.
En noviembre de 2020 la Dirección de Servicios Ganaderos del MGAP suspendió el uso, tenencia, fabricación, venta, comercialización e importación de productos veterinarios que contengan estradiol y sus derivados de tipo éster en su formulación durante el período comprendido entre el 1° de enero y 30 de setiembre de 2021.
“La exportación de carne vacuna, pese a todos los inconvenientes (que no fueron pocos), se ha mantenido firme como principal rubro exportador, a valores históricamente muy destacados en términos físicos y de precios”, indicó Uriarte.
En 2021 el ingreso medio de exportación de carne vacuna llegó a US$ 4.100 por tonelada en el acumulado anual, lo que representa un aumento de 7% respecto a igual período del año pasado, según registros del Instituto Nacional de Carnes (Inac).
Esos datos muestran que en la semana del 5 al 11 de setiembre ese indicador marcó un valor de US$ 5.047 por tonelada en un momento de mayor colocación de la carne en el mercado europeo, que paga precios más altos en comparación a otros destinos, específicamente los embarques realizados dentro de las cuotas con exoneración o rebaja del pago de aranceles aduaneros.
Uriarte, que es productor ganadero arrendatario en Cerro Largo, resaltó que “todas las plantas (de faena) están activas y todos los mercados están abiertos”.
“De no mediar sobresaltos, el 2021 será un año récord en exportaciones cárnicas”, vaticinó.
El monto de las exportaciones de todos los productos cárnicos, que comprende las carnes vacuna, ovina y equina, las menudencias y los subproductos, se acercó a los US$ 1.800 millones en el acumulado anual, lo que es 46% más que en 2020, según el Inac.
Tiempo prudencial
“Tamaña sorpresa me llevé”, escribió Uriarte en la nota al recordar el momento de enterarse de la decisión de pedirle la renuncia, lo que le comunicó Peña por el sector Ciudadanos del Partido Colorado y que luego oficializara el presidente Luis Lacalle Pou el 27 de junio en su cuenta de Twitter.
“Si bien era muy consciente de mi vulnerabilidad política, y por eso encaraba cada día como si fuera el último, no esperaba que fuera de esa forma”, se lamentó.
Consultado en el programa Panorama agropecuario, de Tveo Dolores, sobre si el secretario general del Partido Colorado y expresidente, Julio María Sanguinetti, fue el que lo sacó del gobierno, el exministro respondió: “Es público y notorio”.
En la nota que envió al MGAP, Uriarte comentó que tras un “tiempo prudencial” que dejó pasar y en el que recibió “más de 600 mensajes” de apoyo, decidió hacer una rendición de cuentas.
“Si bien nadie nos la pidió, nos sentimos en el deber de compartir lo realizado, y así se pueda extraer lo positivo y lo negativo”, argumentó.
Recordó que desde el momento en el que se le trasmitió la determinación de removerlo del cargo estuvo dedicado a “trabajar para que la transición de la responsabilidad de ministro a nuestro amigo y compañero del Grupo Agro de Ciudadanos, Fernando Mattos, fuera lo mejor posible”. Lo fue “presentándole los equipos del Ministerio, tratando de transmitirle toda nuestra experiencia, nuestros planes, nuestras estrategias, para que él hiciera después con ello lo que considerara más conveniente”, señaló.
Uriarte repasó varios temas abordados en los 16 meses que fueron “muy intensos” en la titularidad del MGAP. “Todos los rubros (de la agropecuaria) estaban pasando por una situación complicada, inclusive el de la carne”, indicó. Acotó que “cuando este gobierno asumió teníamos el mercado chino reabriéndose luego de una doble parada (a las exportaciones cárnicas) y el mercado europeo cerrado por la pandemia” de Covid-19 para esos negocios.
La actual administración decretó el viernes 13 de marzo de 2020 la emergencia sanitaria al confirmarse los primeros casos de coronavirus. Ese día el presidente Luis Lacalle Pou participaba en el acto de la inauguración oficial de la cosecha de arroz en Bella Unión (Artigas), cuando recibió el mensaje del ministro de Salud, Daniel Salinas, sobre esa situación.
Uriarte también recordó que, a los pocos días de asumir, Ganadería declaró la emergencia agropecuaria por el impacto negativo del déficit hídrico, que llegó a abarcar a unos 10 millones de hectáreas.
“A un funcionamiento anárquico que debía ser corregido se le sumó la necesidad de un ajuste presupuestal determinado por el gobierno del 15% de acuerdo al decreto 93/2020, y todo esto en el marco de una pandemia, donde la capacidad de trabajo del MGAP se redujo drásticamente”, consideró.
Una vez más, el agro
El exministro de Ganadería opinó que “ni el más optimista podía pensar hace 16 meses que el sector iba a estar como está hoy”.
“Prácticamente todos los sectores del agro, menos la lana, muestran una franca recuperación en sus expectativas y la mayoría de ellos ya están viviendo buenos resultados económicos”, enfatizó. Y para justificar ese aspecto se apoyó “en el incremento de las exportaciones de bienes de aproximadamente un 30%, pese a la pandemia y a las dos sequías”.
En el acumulado de enero a agosto de 2021, el monto de las exportaciones alcanzó US$ 6.967 millones, lo que significó un aumento de 35% respecto a igual período de 2020, según datos del Instituto Uruguay XXI, que indican además que carne bovina, madera, energía eléctrica, subproductos cárnicos y celulosa fueron “los productos con mayor incidencia positiva” en la variación del período analizado.
Uno de los destaques es el auge de las exportaciones de carne uruguaya, que en agosto de este año se incrementaron 90% si se compara con el mismo mes de 2020, al registrar un monto de US$ 234 millones.
“El agro, una vez más, está siendo de gran ayuda para sacar al país de una difícil situación”, afirmó Uriarte en su nota. Y destacó que “la merecida y largamente deseada recuperación del sector arrocero y de la agricultura de secano fue la primera señal” de eso.
La producción de arroz “ya ha cerrado su segundo año consecutivo de resultados positivos, lo que se ha traducido en una dinamización muy importante en la actividad económica en sus áreas de influencia”, sostuvo el exministro, y agregó que “lo mismo sucede con la agricultura de secano”.
Uriarte señaló además que “la cadena láctea fue la última en reaccionar, pero también está transitando por una franca recuperación, luego de años con lamentables pérdidas de productores”. Durante la pandemia “no sucedió ningún cierre de industrias lácteas pese a las enormes dificultades que algunas industrias atravesaban cuando comenzó este gobierno”, aseguró.
Algo similar mencionó sobre la citricultura, que siguió en actividad, lo que posibilitó el mantenimiento de unas 6.000 fuentes laborales en el litoral norte, principalmente en Salto.
La reactivación y la continuidad de la operativa de los sectores del agro “no solo” se debieron “a acciones impulsadas desde el gobierno, sino también a cambios ocurridos en el mercado internacional”, reconoció Uriarte.
Y agradeció a jerarcas de los ministerios de Salud, Trabajo, Relaciones Exteriores y a representantes de los sindicatos y cámaras empresariales del sector cárnico por sobrellevar las dificultades registradas en el funcionamiento de los frigoríficos y en el flujo de las exportaciones.