Agregó que Conaprole “tiene muchos años en los mercados de exportación, con productos exigentes, que tienen su curva de aprendizaje, pero con los que venimos trabajando los últimos años y estamos muy confiados, llegando a un nivel donde podemos estar contemplando las necesidades que nos plantean los clientes”.
Resultados del ejercicio
El ejercicio de Conaprole, que cerró en julio de este año, marcó dos realidades: por un lado la cooperativa alcanzó un récord en facturación, pero los números terminaron en rojo, debido a las acciones que se tomaron para apoyar a los productores durante la sequía y bajas de los precios internacionales.
El ejecutivo dijo que tanto en la cooperativa como en el sector lechero están “con mucha preocupación por el valor del dólar” y esperan que su cotización “pueda acompañar al menos la evolución de la inflación en los próximos meses, sino será muy difícil”.
Confirmó que el reciente ejercicio cerró con una facturación superior a US$ 1.000 millones, por primera vez. Y si se considera también a Prolesa –empresa del grupo Conaprole– se llega a US$ 1.250 millones.
Además, destacó que el precio de la leche que recibe el productor “es razonable”, y consideró que “si no fuera por la sequía sería muy bueno”. Puntualizó que la crisis climática provocó pérdidas significativas en los tambos, y que el Instituto Nacional de la Leche (Inale) habló de US$ 100 millones. En tal sentido destacó “la resiliencia del sector primario”, que “es fuertísima”, y que se salió adelante en base a los “granos, endeudamiento y a la ayuda de las autoridades a los productores chicos”, lo que les permitió lograr “un margen razonable”.
Por otra parte, “los precios internacionales cayeron de forma significativa. Los números en el cierre del ejercicio van a estar en rojo, porque en los últimos 12 meses el precio comenzó una tendencia a la baja muy importante, de US$ 4.000 a US$ 3.000 (por tonelada) y Conaprole, viendo la sequía y los márgenes del productor, resolvió mantener el precio hasta julio, haciendo un esfuerzo”, señaló.
De todos modos, Valdés aseguró que la empresa es consciente de que “esta es una pérdida razonable”, y que esta medida fue “una especie de inversión para asegurar las producciones futuras, que es la misión y el propósito de Conaprole”.
El impacto de la sequía
Considerando la estimación del Inale sobre el impacto de la sequía en el sector lechero, que fue de US$ 100 millones, y que conaprole representa el 75%, “podemos hablar de un efecto de US$ 75 millones”, indicó Valdés.
Si bien algunos productores podían tener mayor espalda, se abrió un fondo para retiro y de alguna forma los productores lo tomaron.
El pago de la leche al productor en la estructura de costos de Conaprole superó el 63% en el ejercicio recientemente cerrado. “Es un muy buen valor histórico. Venimos generando ahorros de medio centavo para el productor por año, que son unos US$ 7 millones. Trabajamos con nuestros proveedores –también los financieros–, que es la forma de defendernos, porque lo que debemos administrar son los riegos en el mundo”, dijo.
Dólar
El ejecutivo reconoció que en la empresa están “muy preocupados” por la evolución del dólar. “Hemos hablado con las autoridades. Tenemos una parte en el mercado interno, que representa un 35% de nuestros ingresos; tenemos que salir a competir en el mundo, sin tratados y con este dólar es muy complicado”.
Indicó que los costos de mano de obra y energía se encarecieron 20%, más allá que una pequeña baja en el fuel oil. Aunque reconoció que “el control de la inflación tiene siempre efectos que pueden estar en el empleo, en el nivel de actividad; Uruguay viene manejando muy bien estas variables”.
Dijo que en la empresa esperan que el valor del dólar “pueda al menos acompañar la evolución de la inflación en los próximos meses, sino va a ser muy difícil, en particular para los lácteos, con estos precios internacionales”.
“En general los precios bajos tenían un dólar un poco más fuerte y tenían un petróleo más bajo, y hoy se está dando variables que no están alineadas en las tendencias de mediano plazo. Hoy el petróleo está alto, los granos bajaron pero no tanto como los precios de los lácteos, y una tasa de interés que empieza a hacer el dinero más caro”, describió sobre el panorama adverso.
Además, consideró que este” puede ser un año en que uno tenga que manejar la variable endeudamiento”, porque “se están juntando y el viento sopla para otro lado. Habrá que remar fuerte para pasar esta ola”, finalizó al respecto.
Conahorro
El gerente general precisó que “un tercio de Conaprole hoy se financia con Conahorro. Tenemos unos US$ 50 millones de Conahorro de corto plazo, a tres, cinco y siete años. Esa ha sido una ventaja competitiva y un diferencial que ha desarrollado Conaprole, para que el uruguayo siga confiando en la marca, como lo hace cuando te elige todos los días al llevar los productos a su mesa”.
En la empresa esperan que el público inversor “siga confiando en este instrumento, que es de altísima liquidez”. Señaló que “las tasas de interés hoy un banco son cero, y ningún Conahorro paga a seis meses menos de un 3%. Por lo tanto, en seis meses tenés las chance de salirte y Conaprole se compromete a comprarte tus valores”.
Explicó que “hoy, a 3%, con liquidez total y con la confiabilidad de US$ 50 millones de una empresa que está facturando US$ 1.000 millones, el endeudamiento (de Conaprole) es razonable”. Indicó que el dato “es público” y estimó que “va a estar en US$ 120 millones, pero US$ 50 millones con Conahorro”.
Sobre la opinión divergente de los productores en relación al endeudamiento de la empresa, Valdés señaló que “cuando sale al mundo el 75% de la leche, lo primero que se tiene que explicar es que hay un montón de variables que no manejamos. Te volvés un administrador de muchos riesgos”.
A propósito, mencionó la guerra entre Rusia y Ucrania. Recordó que Rusia era un mercado “muy importante” y ahora no se le puede vender. Además, dijo que en China bajó el consumo, y considerando el ritmo de crecimiento de su PBI es probable que tampoco salga a comprar”.
Por otra parte, dijo que tampoco se puede manejar lo que pasa con “los granos, con el precio del petróleo o que el peso mexicano. Hay un sinfín de variables que uno no maneja”, dijo.
Brasil
Valdés enfatizó que Brasil “es como tener una China al lado”. Indicó que el promedio histórico que se exporta a ese mercado es 20%, aunque hubo años que fue el 10% y otros que llegó al 40%, como el que se cerró en julio.
Necesidad de acuerdos
Valdés planteó que “en el corto plazo es indispensable tener acuerdos internacionales, no solo para el sector lácteo sino para el país”. Admitió que “no es fácil para un país chico entre dos gigantes salir a negociar al mundo”.
Dijo que “ese es el desafío estratégico para cualquier gobierno y deberían juntarse todos los partidos para convencer al Mercosur. Pero es indispensable que tengamos más mercados”.
Repasó que “vamos a tener una desventaja competitiva en China a partir de enero”, por el acuerdo con Nueva Zelanda; y a partir de 2026 se pondrá en marcha el acuerdo con Australia. “Esperamos el viaje del presidente (Luis Lacalle Pou) a China, para ver en qué se puede avanzar”, comentó.
Indonesia y Centroamérica
De los principales compradores de lácteos, Argelia es el país que tiene el mismo arancel para todo el mundo, confirmó. “En Brasil tenemos ventajas competitivas con el Mercosur, pero aparece Indonesia como un mercado muy interesante, con el que no tenemos acuerdo, pero se está trabajando. Este sería el desafío de hoy junto a Centroamérica”, dijo.
Agregó que “le hemos planteado al ministro de Ganadería (Fernando Mattos) los problemas que tenemos con Centroamérica y sabemos que los tiene en la agenda”. Explicó que no se trata de tratados sino de la habilitación de las plantas para exportar. “Es algo sencillo con relación a lo de China”, dijo.
La referencia de Fonterra
Valdés indicó que Fonterra vende el 70% de la leche en polvo entera que se exportan en el mundo, volumen que representa el 7% de la producción mundial.
Por lo tanto, “uno debería pensar que Fonterra es el que tiene mejor información. La inteligencia comercial de Conaprole sigue lo que pasa todos los días en Nueva Zelanda, en los diarios, en los medios de información, en la academia”, señaló.
Comentó que a principios de mayo Fonterra determinó un precio para la temporada 2023-2024, pero a principios de agosto, menos de 90 días después, bajó 13% ese valor.
“No es por sacarnos responsabilidad, queremos transmitirle a los dueños (de Conaprole) que se van a hacer los mayores esfuerzos. Hay que pensar cuánto dura la coyuntura y ver qué va a pasar y cómo se va a ayudar”, dijo el gerente general.
En tal sentido, el gerente general de Conaprole mencionó “compras que se financiaron” y que “no paramos de hablar con las autoridades para ver qué se puede hacer para que el aparato productor siga vivo. Somos conscientes que esa deuda que se tomó en la sequía precisa una refinanciación”.