Uriarte dijo que, teniendo en cuenta los números manejados, “es prioritario poner énfasis en una política de acceso a la tierra”. Destacó que en financiamiento bancario “este gobierno logró grandes avances” con respecto a los plazos, pero sostuvo que para un sector con limitantes de capital “es difícil enfrentar un endeudamiento tan importante como la compra de un campo”.
Coincidió con De Izaguirre en que “la gran herramienta” que tiene Uruguay es el Instituto Nacional de Colonización (INC), que “tiene 400.000 hectáreas y eso significa muchísimo dinero”. Y agregó que “soñamos con un INC en el que no haya arrendatarios, sino que todos sean propietarios o prominentes compradores”.
Otro aspecto que el exministro de Ganadería puso sobre la mesa son las “aparcerías”, como sucede en Nueva Zelanda, donde “hay gente que pone el capital y otros el trabajo”.
Irigoyen declaró que, “si en 2030 no quedaran más productores, no tendría sentido la lechería nacional”. Pero señaló que el sector, como otros, está siendo afectado por el atraso cambiario o bajos precios internacionales. “No puede haber acceso a la tierra si no tenemos rentabilidad”, enfatizó.
Ferber afirmó que para analizar este tema “hay que bajar un escalón y estudiar las causas”. Aseguró que “hay un tema de disponibilidad de tierras”, pero a su vez herramientas como las que ofrece el Banco República (BROU), que “no son del todo aprovechadas”. “Hay que pensar por qué el tambero no está dispuesto a arriesgar y a tomar créditos para crecer, creo que es porque siente que no viene nadie atrás y ahí está la raíz del problema”, analizó el nacionalista.
Financiamiento. Consultados sobre el financiamiento en el sector, Malcuori afirmó que, “si bien hoy hay herramientas más flexibles, es necesario ampliar el respaldo de los fondos de garantía”. Consideró que “sería necesario promover nuevas estrategias”, como el leasing para operaciones agrarias, ya que se disminuyen los aportes de renta y patrimonio, mejorando la rentabilidad de las empresas. El integrante del Partido Independiente también señaló que “se debería promover la figura del fideicomiso ganadero”, con “especial énfasis en los campos de recría”.
De Izaguirre planteó que el sector “debe contar con seguros para enfrentar situaciones complejas”, como las asociadas con el clima y los precios, que son las que “permanentemente dejan afuera a aquellos productores que no acceden a financiamiento”.
Para Uriarte el desafío pasa por poder producir más leche, para lo que se requiere inversión y financiamiento. Destacó que este gobierno resolvió problemas importantes asociados con el FFAL y el Fogale. Agregó que se necesitan plazos largos y buscar mecanismos para que el productor pueda tener sus deudas en litros de leche. Y señaló que otra fuente de financiamiento está en el sector privado, a través del asociativismo, “con gente de fuera que quiera invertir”.
Irigoyen sostuvo que “la plata en el mundo sobra, pero falta gente a quien se le pueda prestar”, ya que los prestamistas no otorgan dinero a quienes dudan que tengan capacidad de repago. Afirmó que en Uruguay hay acceso al crédito bancario con tasas y plazos razonables. “El problema es el repago”, dijo, asegurando que el problema afecta a otros sectores. “El BROU y la banca privada operan de forma correcta, pero sin rentabilidad es imposible que un tambero se pueda manejar con responsabilidad”, comentó.
Ferber, por su parte, señaló que hay acceso a créditos y ofertas, pero el problema es el espíritu del tambero. “La gente está pensando en un camino diferente al de invertir”, aseveró. Si bien sostuvo que “el tambo es rentable, el problema son las señales”, refiriéndose a los problemas sindicales, las señales de precios y las perspectivas.
“No creo que se trate de nuevas herramientas de créditos, se trata de tener buenas noticias”, dijo. Sostuvo que “es difícil invertir cuando un sector ve tantas dificultades hacia adelante, por eso entiende que es importante priorizar en algunos aspectos que son fundamentales, como el fondo anticíclico”.
Prioridad. Malcuori afirmó que la lechería “es un sector fundamental por rentabilidad, mano de obra y afincamiento de la familia, una cadena que mueve al país”. Consideró que la lechería “tiene que ser prioridad en el sector agropecuario, no solo por lo económico sino por lo social”.
De Izaguirre destacó que, además de lo que significa para la economía del país, la lechería “distribuye en el resto de la sociedad y dinamiza”, porque “continuamente está invirtiendo e innovando”.
“A la lechería no la podemos medir solo en términos económicos y no concibo un Uruguay sin la lechería”, afirmó Uriarte. Agregó que el 70% de los productores lecheros son familiares y el 80% vive en el predio, “un estilo de vida que el Uruguay debería multiplicar”.
Para Irigoyen la lechería “no debería tener prioridad sobre otros sectores”, entendiendo que lo que necesita la producción es un “marco razonable para crecer” y eso “trasciende a este sector”. Afirmó que los ovinos o la viticultura enfrentan problemas serios y también hay que ayudarlos. A su entender, el problema de la lechería es que no tiene asegurada una rentabilidad a largo plazo.
Ferber sostuvo que “hay que darle la real importancia que tiene” la lechería. Aseguró que no solo genera riqueza, sino que “es un buen negocio”, y “como buen administrador hay que prestarle atención cuando está en problemas”, buscando evitar que se llegue a situaciones como la del rubro ovino.
Agregó que es necesario encontrar “soluciones innovadoras, que le generen un atractivo a los jóvenes, para que quieran continuar” en la lechería.
Pérdida de productores. El integrante del Partido Independiente dijo que se pierden productores por problemas de rentabilidad, que afecta en mayor medida a los más pequeños, por lo cual “deberían implementarse apoyos impositivos”. Señaló que “hay restricciones para entrar a la lechería, por la inversión”, y agregó que también se requiere de conocimiento técnico.
El asesor frenteamplista enfatizó sobre la importancia de “crear conciencia agropecuaria” para “incentivar a los jóvenes a insertarse en el rubro”, al tiempo que resaltó la necesidad de generar instrumentos atractivos para que continúen en la actividad.
Uriarte llamó a la reflexión sobre la necesidad de cambiar el mensaje a las nuevas generaciones. “Tenemos que enamorarlos”, expresó.
Irigoyen señaló que en ocho años el 24% de los productores dejó el sector. “Sin rentabilidad no hay empresa, sin empresas no hay trabajo y sin trabajo la familia se va del sector”, dijo.
“Al final del día el que gana plata no está apurado en irse y el que pierde es al que dejamos ir”, analizó Ferber. Por lo que consideró “fundamental trabajar en la eficiencia”, que “se logra en todos los estratos”. “No es solo pedir rentabilidad, hay que dar herramientas para que una parte de los tamberos la logre”, planteó.
Rol del Inale. Los asesores coincidieron en la importancia que tiene el Inale como articulador de las políticas que fueron mencionadas anteriormente. “El Inale le puso números a la lechería”, dijo De Izaguirre. Uriarte, en tanto, consideró que “ha sido menospreciado”, con financiamiento muy bajo. “Hoy recibe $ 30 millones, cuando necesitaría $ 50 millones para hacer magia”, opinó.
“Tenemos que trabajar en la financiación, pero sin depender del Estado”, puntualizó Ferber. “Hace falta profesionalizar más al sector, obviamente el Estado tiene que apostar, pero a través del Inale debemos salir al mundo a buscar apoyo a la marca de la leche uruguaya”, concluyó.